¿Qué es la bioconstrucción? Principios y beneficios ecológicos

Bioconstrucción

La bioconstrucción es una respuesta al contexto crítico climático y energético actual, íntimamente ligado al incremento de las desigualdades sociales.

Encontrar soluciones sostenibles, que reduzcan su impacto en el entorno, y que cuiden del medioambiente es uno de los grandes retos para todos los sectores de la sociedad, incluido el de la construcción.

Así, en la construcción bioclimática, los últimos avances tecnológicos se combinan con las posibilidades que proporciona la naturaleza para desarrollar proyectos sostenibles, ecológicos y que garanticen el bienestar de las personas.

Si aún no sabes qué es la bioconstrucción y qué beneficios ecológicos brinda a la sociedad, este artículo va a proporcionarte la información que necesitas.

¿Qué es la bioconstrucción?

La bioconstrucción es una disciplina arquitectónica enfocada en construir viviendas que se integran con el entorno, con un bajo impacto en el medioambiente, y que aprovechan las ventajas que la naturaleza del lugar de su localización les puede ofrecer.

Para lograrlo, es necesario realizar un estudio previo de la construcción que permita seleccionar las materias primas y técnicas que se van a utilizar. Este análisis se centra en factores como las horas de sol del día, el viento existente, el clima, los momentos de sombra, la orientación, etc. 

En lo concerniente a los materiales que se utilizan en este tipo de arquitectura deben ser naturales. Se trata de los conocidos actualmente como ecomateriales que ofrecen un bajo coste medioambiental para su fabricación, mantenimiento y reciclaje, por lo que son rentables económicamente hablando.

Así las cosas, la bioconstrucción busca el equilibrio entre el ser humano y el entorno, enfocándose igualmente en reducir la demanda energética de la vivienda o inmueble. Su máximo exponente en ese sentido son las denominadas passivhaus, casas energéticamente sostenibles, ecológicas y altamente eficientes. 

Principios de la bioconstrucción

La bioconstrucción suele llamarse arquitectura autóctona, ya que en el proceso de construcción se emplean materiales, técnicas y energías locales, y se combinan con opciones tradicionales.  

Sus 4 principios ayudan a entender mejor sus implicaciones: materiales naturales, sostenibilidad, colaboración y bienestar.

Materiales naturales

Los materiales que se utilizan en bioconstrucción son naturales y de bajo impacto medioambiental. Pueden ser reciclados y deben ser reciclables de manera a integrarlos en una economía circular que fomenta una menor producción de residuos y una vida útil más larga de las materias primas.

Así las cosas, para la estructura se pueden emplear materiales como la piedra, ladrillos de tierra cocida, adobe, o paja; para el revestimiento yesos naturales y arcillas; para el aislamiento fibras vegetales como el cáñamo, lino, fibra de coco o corcho.

En lo que respecta a los acabados finales, también deben ser naturales, transpirables y e inocuos, por ello se utilizan pinturas naturales y barnices con base de linaza, entre otras posibilidades. Asimismo, los pavimentos pueden ser de barro cocido, mortero, linóleo o madera, por ejemplo.

En todo caso, si se utiliza madera debe contar con certificado FSC que asegura que esta procede de fuentes responsables.

Sostenibilidad

La bioconstrucción debe respetar los principios de sostenibilidad y reciclabilidad con el objetivo de asegurar que las generaciones futuras puedan acceder a los materiales y energías necesarias para su subsistencia.

Por otro lado, a nivel estructural, resulta indispensable que una construcción de estas características cree en su interior un ecosistema que ofrezca buenas condiciones para la vida humana con un gasto energético mínimo, pero sin que por ello se vea afectado el confort.

Esto se puede conseguir a través de la perfecta integración de la construcción con su entorno a todos los niveles –en la gestión de recursos, recuperación del aguas grises y residuos, calidad del aire interior, etc.– y del cumplimiento con los requisitos de la arquitectura bioclimática.

Colaboración

Otra dimensión importante en la bioconstrucción es la colaborativa con el fin de fomentar un desarrollo justo de la sociedad y de los emplazamientos de este tipo de viviendas, en vez de priorizar la maximización de los beneficios económicos.

Los intercambios de técnicas innovadoras y de recursos tradicionales se orienta a la autosuficiencia local, y el desarrollo de proveedores de productos y servicios de proximidad.

Bienestar

Por último, el bienestar entendido como la salud y confort de los espacios es otro pilar indispensable.

Esta arquitectura ecológica se centra en distribuir los espacios de manera racional y ergonómica para aprovechar al máximo la energía, mientras provee de un gran confort térmico, lumínico, acústico y espacial a sus habitantes.

En cuanto al exterior, los emplazamientos se seleccionan evitando cualquier tipo de lugar contaminado, y priorizando las zonas verdes que inviten a disfrutar del entorno.

Como dato curioso, en España contamos con bioconstrucciones con siglos de antigüedad, bioclimáticas y ecológicas: las casas cuevas, construcciones horadadas en montañas y cerros que mantienen una temperatura estable todo el año de manera natural, independientemente de la temperatura exterior.

Beneficios ecológicos de la bioconstrucción

A modo de conclusión, hemos recopilado los muchos beneficios ecológicos de la bioconstrucción en 3 grandes apartados que te detallamos ya mismo.

Protección del medioambiente

La bioconstrucción reduce el consumo de materias primas, así como los residuos, por lo que el impacto medioambiental de las casas bioconstruidas y su huella de carbono son mínimos.

Por otro lado, la utilización de materiales no tóxicos y con ciclos de vida sostenibles, evita repercusiones negativas en la salud de las personas y el agotamiento de los recursos.

Casas más sanas y ecológicas

En el interior, el bienestar se refuerza por el uso de formas de aislamiento térmico naturales que evitan elementos que suelen provocar alergias o afecciones respiratorias en sus habitantes.

Otra gran ventaja es que los sistemas de climatización seleccionados van a utilizar energías limpias, minimizando las emisiones nocivas, y se van a instalar diferentes sistemas de captación de agua pluvial y aprovechamiento del agua.

Mayor ahorro de energía

La instalación de sistemas de climatización y ventilación de alta eficiencia energética, permite a estas casas consumir menos energía, pero asegurando buenas condiciones de confort térmico.

Este efecto se ve potenciado por la adaptación racional de la vivienda al entorno que aprovecha, por ejemplo, las posibilidades que ofrece una buena orientación. Esta preocupación es útil también para aumentar el rendimiento de las instalaciones fotovoltaicas.

Sumado a las ventajas ecológicas de la bioconstrucción, los beneficios sociales son igualmente importantes. La combinación de procesos innovadores y de materiales económicos y accesibles, permite ofrecer un plus de habitabilidad y bienestar a las personas, minimizando los precios de las viviendas.

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