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Qué es una bomba de calor y cómo funciona: beneficios y aplicaciones

La bomba de calor es un sistema eficiente de calefacción y de climatización basado en la termodinámica que puede suponer un ahorro de hasta un 70% en tu consumo energético. 

Ante esta gran ventaja, te hemos preparado el siguiente contenido centrado en información precisa sobre cómo funcionan, qué beneficios pueden ofrecerte y cuáles son sus aplicaciones. 

¿Qué es la bomba de calor?

La bomba de calor es una máquina térmica que puede cubrir las necesidades de calefacción, de climatización y de Agua Corriente Sanitaria –ACS– de una vivienda utilizando energía renovable

Una bomba de calor está compuesta por componentes clave que incluyen un compresor, un condensador, un evaporador y una válvula de expansión. Este dispositivo opera en función de los principios de la termodinámica con el propósito de controlar la temperatura de un entorno. Dependiendo de la necesidad del momento, puede absorber calor de una habitación para enfriarla o transferir calor a la misma para calentarla. 

Según un estudio del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía de España –IDAE–, el porcentaje de bombas de calor en los hogares españoles no llega aún al 10% a pesar de sus interesantes características.  

Bomba de calor

¿Cómo funciona la bomba de calor?

El sistema de bomba de calor utiliza un gas refrigerante en un ciclo termodinámico cerrado que, gracias a la existencia de dos focos a diferente temperatura, transporta el calor de un punto hacia el espacio que se va a acondicionar. 

Las 4 etapas del funcionamiento de una bomba de calor son:

  1. Compresión. 

  2. Condensación.

  3. Expansión.

  4. Evaporación.

Veamos en qué consiste cada fase de forma detallada. 

Compresión

En la fase de compresión se prensa el fluido refrigerante. Así, la energía eléctrica consumida por el compresor se transforma en calor que se transfiere al refrigerante. Este fluido aumenta la cantidad de energía que un sistema puede intercambiar con su entorno –entalpía–.

Condensación

En el paso de condensación, el fluido caliente pasa por el condensador. El fluido –en un proceso exotérmico– cede su calor al llamado foco caliente y al enfriarse se produce la condensación del refrigerante, pasando de estado gaseoso a estado líquido. 

Expansión

En la expansión se pasa el fluido, todavía a presión, por una válvula de expansión, que consiste en un dispositivo que genera una gran pérdida de carga. El resultado final es una disminución de su temperatura. 

Evaporación

Por último, en la evaporación, el fluido pasa por otro intercambiador, situado en la fuente fría –el evaporador–. De este modo, el refrigerante se evapora absorbiendo calor de nuevo. Gracias a este proceso puede volver a reiniciar el ciclo en el compresor.

¿Qué beneficios ofrece la bomba de calor?

Sin duda la ventaja esencial de la bomba de calor frente a otros sistemas es su bajo consumo pero, dado que esta no es su única bondad, te enumeramos otros de sus puntos fuertes que te pueden interesar: 

  • Sostenibilidad. Siempre que la fuente energética del compresor sea renovable como la electricidad verde.

  • Eficiencia. La bomba de calor en sistemas de aerotermia consume 1 kW eléctrico y ofrece 4 kW de energía.

  • Ahorro. Consume poca energía disminuyendo la factura energética.

  • Comodidad. Una vez se instala no requiere de suministros para su funcionamiento.

  • Silencio. Es un sistema que no emite prácticamente ruidos.

  • Polivalencia. Ofrece calefacción, climatización y ACS.

  • Limpieza. No genera residuos, ni gases, ni cenizas, ni humo. 

  • Facilidad de instalación.

A estos beneficios se suma su versatilidad en el sector doméstico, de servicios y en el industrial, tal y como te mostramos seguidamente.

¿Qué aplicaciones tiene la bomba de calor?

Como ya has podido comprobar, la bomba de calor es muy polivalente, ya que proporciona: 

  • Calefacción, climatización y ACS tanto en viviendas como en el sector servicios.

  • Climatización de piscinas. 

  • Sistemas de secado y destilación en procesos industriales.

Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios –OCU– las bombas de calor son la opción más económica para descarbonizar la calefacción de los consumidores y de la industria. 

Tipos de bomba de calor

En el mercado puedes encontrar 5 tipos de bombas de calor clasificadas en base a su funcionamiento: 

Aire aire 

Recogen el calor del aire exterior para cederlo al interior de la vivienda mediante un intercambiador de aire.

Aire agua 

Es el sistema empleado en aerotermia. Absorbe el aire del exterior y lo traspasa a un circuito de agua que nutre el sistema de calefacción y de ACS. 

Tierra agua

La geotermia emplea este sistema. El calor se extrae del suelo y abastece al circuito de agua.

Tierra aire

Al igual que las bombas tierra agua, estas se emplean en geotermia obteniendo el calor del suelo para climatizar la vivienda mediante aire acondicionado.

Agua agua

El calor en este sistema se recupera de bolsas de agua subterráneas para alimentar el circuito de la vivienda.

Bombas de calor reversibles

Prácticamente todas las bombas de calor que hay en el mercado son ambivalentes, esto es que son capaces de producir frío para climatizar la vivienda en verano y calor para calentarla en invierno.

¿Qué eficiencia energética tiene una bomba de calor?

La eficiencia de una bomba de calor se mide a través de su coeficiente de prestación llamado COP1 –según las siglas en inglés de Coefficient Of Performance–. 

Este coeficiente se calcula como la relación existente entre la energía térmica cedida por el sistema –Q– y la energía absorbida por el compresor –W– en unas condiciones específicas de temperatura y con la unidad a plena carga. 

Los expertos aseguran que las bombas de calor pueden ayudarte a ahorrar hasta un 70% en tu factura energética.

¿Cómo elegir la bomba de calor que necesitas?

En España las bombas de calor se utilizan principalmente en sistemas de aerotermia, geotermia o en módulos hidráulicos.  

Si piensas que puede ser un buen sistema para ti, toma en consideración estos 3 factores: 

  1. Tu lugar de residencia.

  2. La potencia calorífica que necesite tu vivienda.

  3. El tamaño de tu hogar.

En cuanto a su rendimiento, las bombas de calor inverter son las más eficientes. En vez de parar y arrancar continuamente, lo que hacen estas bombas es modular y variar la velocidad de giro del compresor para adaptarse a la demanda energética.

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