El funcionamiento del termo eléctrico es sencillo y consiste en calentar el agua fría de su depósito mediante una o varias resistencias eléctricas.
¿Cuánto ahorras al reducir la potencia contratada?
Reducir la potencia contratada con tu compañía es una de las formas principales de ahorrar en electricidad, sobre todo si el peso de la parte fija de la factura de la luz es el predominante.
En este artículo te vamos a explicar todo lo que debes tener en cuenta antes de tomar la decisión de reducir la potencia contratada de luz y cómo analizar si este cambio –que conlleva unos costes– te compensa, pero primero repasa con nosotros un término importante.
¿Qué es la potencia contratada?
La potencia contratada de luz es la cantidad máxima de energía eléctrica, medida en kilovatios (kW), con la que cuenta tu instalación.
Esta potencia es la que limita el número máximo de aparatos y electrodomésticos que puedes encender al mismo tiempo sin que salte el Interruptor de Control de Potencia –ICP–, conocido coloquialmente como “los plomos”, esto es, sin que te quedes momentáneamente sin luz.
A mayor potencia contratada, mayor será el número de aparatos –y de mayor potencia– que podrás poner en marcha a la vez, pero también pagarás más en tu factura eléctrica.
Vamos a detallar esto último un poco más.
Fundamentos de la potencia contratada en tu factura
La potencia de luz es el principal componente del término fijo o término de potencia de tu factura eléctrica. Dicho de otro modo, es el precio fijo que pagas por disponer de una cantidad de kilovatios (kW) concreta, independientemente de los consumos que realices.
Además, la potencia eléctrica que tengas en tu contrato determinará también la tarifa o peaje de acceso a la red general, que puede representar hasta el 40% del recibo de la luz.
Esta es la razón por la que resulta muy importante calcular la potencia eléctrica contratada para que esté lo más ajustada posible a tus necesidades.
En la factura, además de la cantidad de potencia contratada también aparece si has contratado dos potencias distintas por tramo horario y su coste.
Franjas horarias asociadas a la potencia
En la actualidad, los usuarios con suministros de menos de 15 kW –los hogares y las pequeñas empresas– tienen la posibilidad de contratar dos potencias diferentes, cada una con su coste por kW y franja horaria correspondiente.
Horario punta (más caro): de lunes a viernes de 8:00 a 24:00 horas, salvo festivos nacionales.
Horario valle (más barato): de lunes a viernes de 00:00 a 8:00 horas, también los fines de semana y festivos nacionales.
¿Cuánto podrías ahorrar al reducir la potencia contratada?
Para entender el ahorro que te puede suponer reducir tu potencia (o potencias) de electricidad, debes estar al tanto de cómo se factura este término fijo en tu recibo de luz.
El precio del término de potencia varía en función de las siguientes variables:
La potencia contratada en cada período horario, aquí dependerá de si tienes una tarifa diferente por tramo.
El importe del término de potencia del peaje de la red, que está fijado por el Gobierno con carácter anual.
El número de días del período de facturación, ya que hay meses de 28, de 30 o de 31 días.
La tarifa de cada comercializadora, en el caso del mercado libre.
A este precio has de añadir luego los gravámenes aplicados a la electricidad, entre otros, el IVA y el impuesto a la electricidad.
La fórmula sería algo así:
(Potencia contratada en kilovatios) x (importe del término de potencia en euros por kilovatio y día) x (número de días del periodo de facturación)
Por ejemplo, para una potencia contratada de 4,4 kW, en un mes de 31 días, para un precio del término de potencia de 0,062981523287671 euros por kilovatio/día en período punta y de 0,002572301369863 euros por kilovatio/día en período valle, quedaría así:
4,4 x 31 x 0,062981523287671 = 8,59 euros / mes en período punta.
4,4 x 31 x 0,002572301369863 = 0,35 euros / mes en período valle.
Como normalmente los períodos de facturación son de dos meses, el coste de la potencia contratada sería de 17,88 euros.
Siguiendo el ejemplo, si contratas dos potencias diferentes para aprovechar la discriminación horaria y bajas la potencia a 3 kW en el período punta, los cálculos quedarían como siguen:
3 x 31 x 0,062981523287671 = 5,85 euros / mes en período punta.
4,4 x 31 x 0,002572301369863 = 0,35 euros / mes en período valle.
La factura bimensual sería de 12,41 euros, lo que supone un ahorro de 32,82 euros al año, impuestos aparte.
Como ves, bajando la potencia el ahorro en la factura es directo, ya que, como hemos explicado, el término de potencia se cobra de manera fija todos los meses al margen de los consumos realizados.
Los expertos en energía explican que la potencia mínima recomendada (y la más común) para una vivienda es 3,5 kW para poder dar uso de forma simultánea a varios aparatos eléctricos.
Sin embargo, podrías apostar por descensos de hasta 2,5 kW si no tienes por ejemplo vitrocerámica en tu vivienda.
¿Cuánto cuesta bajar la potencia contratada?
Si finalmente te decides a reducir tu potencia contratada de luz, lo primero que tienes que hacer es ponerte en contacto con tu compañía eléctrica.
Tendrás además que abonar el importe asociado a esta gestión, que dependerá de tu tipo de suministro y de si aumentas o bajas la potencia.
Si tienes un suministro de baja tensión, que es lo habitual en el entorno doméstico, pequeñas empresas y oficinas, el coste fijo –regulado por ley– de bajar o aumentar la potencia es de 10,94 euros.
Reducir la potencia contratada es siempre más económico, ya que no te cobran por kW que reduzcas, al contrario de lo que ocurre cuando se aumenta.
Eso sí, ten en cuenta que si reduces la potencia y luego necesitas aumentarla de nuevo, pagarás 23,84 euros por kW de aumento (además del coste fijo de 10,94 euros), siempre que no hayan pasado más de tres años desde dicha bajada, en cuyo caso pagarías 44,86 euros por kW de subida.
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