
Las baterías de coches eléctricos son elementos claves cuyas características es preciso conocer. Influyen en el precio del coche y su autonomía.
Los indicadores de eficiencia energética permiten identificar los procesos en los que se puede ahorrar energía y disminuir las emisiones de CO2 sin reducir por ello la calidad ni el confort.
La cantidad de energía que consumes determina el importe de tu factura energética en combinación con las tarifas de que dispongas. Tu consumo depende de múltiples factores que pueden ser susceptibles de ser medidos a través de indicadores de eficiencia energética.
Teniendo lo anterior en cuenta, hemos redactado este artículo en el que te hablamos de cuáles son y en qué consisten los indicadores de eficiencia energética.
Los indicadores de eficiencia energética son elementos de medición orientados a la optimización del consumo energético y a la reducción de las emisiones de CO2 que genera una actividad, al mismo tiempo que permiten identificar oportunidades de mejoras en la utilización de la energía
De este modo, mejoran la eficiencia asegurando la cantidad óptima para el correcto desempeño energético de actividades industriales y sociales.
Estos instrumentos de análisis y control son esenciales cuando se realizan rehabilitaciones energéticas, por ejemplo, por lo que forman parte de lo que se conoce como indicadores clave de rendimiento (KPI del inglés Key Performance Indicator) para la gestión energética
Antes de avanzar en estos indicadores, queremos recordarte que la eficiencia energética es, en resumidas cuentas, utilizar menos energía para desarrollar una misma actividad.
Los indicadores de eficiencia energética son un tipo de indicadores de desempeño energético.
Mientras los primeros miden la cantidad de energía que se necesita en una actividad específica, los segundos se centran en estudios más amplios que incluyen la eficiencia, el consumo total de energía y otros factores que ayudan a profundizar en la comprensión de la relación de una organización o sistema con la energía.
Por ilustrar estas palabras, los indicadores de eficiencia proporcionan una fotografía puntual o comparativa, y el desempeño mide tendencias y procesos continuos dentro de un sistema de gestión energética (SGEn).
Gracias al monitoreo de los indicadores de eficiencia energética se puede:
Los indicadores pueden ser expresados en unidades de energía, en ratios –por ejemplo, kilovatios hora por tonelada de papel– o en porcentajes.
En cuanto a los marcos de referencia en España para medir y calcular la eficiencia energética, dos de los fundamentales son, por un lado, la Norma ISO 50001 “Certificación del sistema de gestión de la energía”, y por el otro, la norma UNE 216501 “Auditorías energéticas”.
Te presentamos algunos de los indicadores más utilizados seguidamente.
Los indicadores de eficiencia energética pueden ser generales o desagregados.
Un indicador general puede medir el consumo total de los electrodomésticos, y uno segregado puede analizar el consumo promedio de gas natural para la calefacción de una vivienda particular.
Los indicadores de eficiencia energética más significativos son:
Veamos en qué consisten cada uno.
El consumo energético hace referencia al gasto total de energía sumando todas las fuentes utilizadas para cubrir la demanda energética de una vivienda, de un edificio, de una empresa o de una producción.
En este punto queremos subrayar las palabras “gasto total”, ya que puede que consideres que ahorrar energía es ahorrar electricidad únicamente y quizá lo que más esté impactando en tu consumo sea otra fuente de energía que no has tomado en cuenta.
La intensidad energética es otro de los indicadores más comunes de la eficiencia energética agregada. Permite cuantificar la relación entre el consumo de energía y la capacidad de producción de la economía.
Este indicador toma en consideración los siguientes factores:
El cálculo de la intensidad energética agregada de un país a nivel de energía primaria se obtiene dividiendo su consumo de energía primaria entre su producto interior bruto (PIB). En el caso del consumo final, la intensidad energética se obtiene dividiendo el consumo final de los sectores demandantes por el PIB.
Para poder entender la importancia de la intensidad energética, debes saber que la energía primaria comprende los productos energéticos que se extraen directamente de los recursos naturales. Y que el PIB es el valor en dinero de los sistemas de producción y servicios finales de un país en un año.
De esta manera, se puede medir la evolución de la intensidad energética final que, según el balance energético de Espala del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico ha ido descendido progresivamente en los últimos años.
En otras palabras, los procesos requieren menos energía para generar la misma riqueza económica y, por ende, se reducen las emisiones de gases nocivos para el medioambiente y se impulsa la competitividad económica al reducir el gasto en energía.
Otro tipo de indicadores de eficiencia energética son los que están directamente relacionados con las emisiones contaminantes. Los abordamos a continuación.
Tal y como te venimos comentando, los indicadores de eficiencia energética toman en cuenta no solo la reducción del consumo sino la disminución de las emisiones contaminantes, especialmente de los gases de efecto invernadero.
Los dos indicadores principales que relacionan las emisiones de CO2 con la eficiencia energética son:
Veamos en qué consisten.
Este indicador mide la cantidad de emisiones de CO2 por unidad de electricidad generada. Ayuda a entender el grado de desarrollo tecnológico en la generación de electricidad y está relacionado con el índice de rendimiento energético total.
Este indicador mide la cantidad de riqueza que genera un sistema económico por unidad de emisiones contaminantes en el sector energético.
Puede segregarse por sectores y proporciona información sobre:
Los indicadores de eficiencia energética deben adaptarse al sector en el que vayan a aplicarse de manera que puedan detectar el punto de partida de la situación energética y analizar los puntos de mejora.
En ese sentido, fíjate en los siguientes apartados en los que vamos a compartir contigo algunos ejemplos sobre qué indicadores sería interesante analizar en función al área de aplicación.
En la industria, los siguientes indicadores de eficiencia energética son importantes:
En cuanto a los edificios comerciales y oficinas, un indicador clave es el kWh por metro cuadrado útil anual. Este dato permite comparar la eficiencia entre edificios, por ejemplo.
En oficinas también puede ser interesante conocer el consumo de energía por empleado. Esto permite analizar los hábitos de consumo y constituir manuales de buenas prácticas energéticas que fomenten el uso responsable de la energía.
Uno de los indicadores más significativos en automoción son los litros de combustible consumidos por cada 100 km recorridos, o los kWh por km recorrido cuando se requiere evaluar la eficiencia energética en la movilidad eléctrica.
Una de las grandes preocupaciones de las familias es el consumo energético de sus viviendas. En ese aspecto, resulta esencial conocer indicadores como el consumo anual de la vivienda tanto en kWh como en euros, así como el consumo por tipo de electrodoméstico.
Con esos resultados vas a poder analizar si necesitas cambiar algunos de tus aparatos por modelos con un mayor desempeño y menor consumo, si la tarifa de luz contratada se adapta a tus necesidades o si debes invertir en un sistema de climatización más eficiente como la aerotermia.
A estas alturas del artículo puedes suponer que los indicadores de eficiencia energética son de gran utilidad para realizar un consumo más sostenible de la energía, independientemente del sector en el que se apliquen, ya que ayudan a detectar dónde es prioritario actuar.
Vamos a ceñirnos a la información que nos presenta el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en su informe del año 2022 sobre los indicadores de eficiencia energética en España por sectores, para ponerte algunos ejemplos que avalan lo que acabamos de comentar:
La industria manufacturera representa el mayor consumo dentro del sector industrial, representando un 21,1 % del consumo de energía final, aunque de todos los sectores es el transporte el que arroja un consumo más elevado con un 41,7 %. Con estos datos en la mano, es comprensible que se busque una transición hacia una movilidad sostenible basada en gran medida en su electrificación.
En el ámbito residencial los mayores esfuerzos deben buscar reducir el consumo de la calefacción en los hogares que supone alrededor del 40 %, seguido de un 19 % correspondiente al Agua Caliente Sanitaria (ACS). Esto justifica, por ejemplo, las medidas de impulso que se están adoptando para la transición hacia sistemas de climatización más eficientes como la aerotermia aire-agua.
A la hora de elegir los indicadores de eficiencia energética adecuados en cada caso es preciso no perder de vista las siguientes cuestiones:
Define los objetivos energéticos, es decir, qué es lo que quieres conseguir, tanto a nivel doméstico como empresarial o industrial.
Considera las normativas vigentes que debes cumplir, ya que van a ayudarte a establecer una línea de base para implementar mejoras.
Analiza el punto de partida de la situación para valorar la magnitud de los cambios a los que te enfrentas.
Monitoriza las medidas que vayas implementando ajustando tus KPIs si es necesario para no desviarte de tus objetivos iniciales.
Estudia las ayudas y subvenciones para la eficiencia energética que pueda haber disponibles para que no descartes ninguna actuación a priori por falta de recursos. Algo que debes valorar son los Certificados de Ahorro Energético que pueden convertir tus proyectos de mejora energética en dinero.
Convierte estos puntos en preguntas y a medida que los vayas respondiendo, vas a ir detectando los datos que se muestran esenciales en cada contexto.
A modo de conclusión, queremos dejar constancia de los dos objetivos esenciales de los indicadores de eficiencia energética son:
Sin embargo, nos gustaría antes de concluir hablarte de otras 5 finalidades de los indicadores de eficiencia energética que te van a ayudar a entender todos los beneficios que pueden aportar como son:
Las baterías de coches eléctricos son elementos claves cuyas características es preciso conocer. Influyen en el precio del coche y su autonomía.
La vida útil y costes de una batería de coche eléctrico dependen de su tecnología y del uso. Al cabo de los años pierden parte de su capacidad de carga.
Los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) impulsan la responsabilidad corporativa, competitividad y resiliencia ante desafíos globales.