
Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
Saber cómo ahorrar luz en casa puede ser fácil si conoces y pones en práctica algunas sencillas acciones en tu día a día en relación a tus hábitos eléctricos. Piensa que si tienes una potencia que no se ajusta a tus necesidades o si cuentas con electrodomésticos obsoletos puedes estar perdiendo dinero.
No te pierdas nuestras recomendaciones de cómo ahorrar luz en una casa porque puede que no conozcas algunas de ellas.
Si buscas cómo ahorrar luz en casa de manera sencilla y eficaz toma nota y sigue al pie de la letra los siguientes consejos que te proponemos.
¡Vamos a ello!
Comprueba que no tengas contratada más potencia de la que necesitas ya que a mayor potencia contratada mayor coste económico del suministro.
Si por el contrario, no tienes la suficiente potencia sufrirás cortes en el suministro que provocarán que los electrodomésticos dejen de funcionar. Al tener que volver a arrancar consumirán más electricidad de la que hubiesen consumido sin interrupciones.
Para cambiar la potencia contratada consulta con tu suministradora, por lo general puedes solicitar un cambio cada 12 meses.
Los electrodomésticos cuentan con una etiqueta energética que a partir de marzo 2021 y siguiendo el Reglamento UE 2017/1369, muestra una escala de la A a la G, donde la A es la más eficiente.
Siguiendo este argumento, cuanto más cerca de la A se encuentran tus equipamientos eléctricos, menos electricidad consumen.
En esas mismas etiquetas encontrarás los diferentes programas eco que optimizan el funcionamiento de tus aparatos, por lo que gastarás menos luz sacándoles mucho partido.
La inversión inicial de una iluminación led se rentabiliza a corto plazo gracias a su gran eficiencia energética.
A modo de ejemplo, toma en consideración que 20 bombillas convencionales de 60 vatios –W– cada una consumen 1.200 W frente a los 160 W de las bombillas led. Como ves el ahorro es considerable.
Revisa el estado de tus electrodomésticos ya que pueden estar provocando un gasto no justificado de electricidad con respecto al servicio que ofrecen.
Por ejemplo, el electrodoméstico que más energía consume es el frigorífico. Supone más del 30% del consumo total de los equipamientos eléctricos según un estudio del IDAE al estar en funcionamiento de manera continuada día tras día. Por esta razón, es muy importante que no se quede obsoleto.
Otra solución para ahorrar luz puede ser pasar de la placa vitrocerámica a la inducción magnética en la cocina. Este cambio puede llegar a suponer un nada desdeñable ahorro en el consumo de hasta el 50% con respecto al sistema más antiguo.
Gracias a un buen aislamiento térmico puedes reducir la demanda energética de tus sistemas de calefacción y de climatización de manera considerable.
Para pagar menos luz en casa analiza los puntos débiles como las ventanas y otros puntos que puedan suponer fugas de energía. Si necesitas un estudio en profundidad puedes solicitar una auditoría energética a un profesional.
Según los expertos las humedades de tu casa pueden aumentar hasta en un 20% tu consumo de calefacción.
Si los niveles de humedad son demasiados altos notarás más el frío por lo que necesitarás aumentar la temperatura de la vivienda.
Los deshumidificadores pueden ser tus aliados en el ahorro de electricidad.
Los estados de reposo o stand-by pueden llegar a suponer hasta un 6% de tu consumo eléctrico, de modo que desactívalos y procura comprar electrodomésticos que puedas apagar totalmente.
La calefacción supone más del 40% del gasto energético en una vivienda por lo que es uno de los puntos clave en cómo ahorrar electricidad en casa.
Por esta razón es tan importante que analices tus necesidades y tus hábitos de consumo para que puedas valorar cuáles son los mejores sistemas de calefacción y climatización para ti.
Si tu casa es pequeña quizá te convenga optar por un sistema de aerotermia con una bomba de calor Inverter o si dispones de una vivienda grande quizá debas plantearte instalar un circuito de radiadores de gas con una caldera de condensación que sea más eficiente que la que tienes.
Con uso racional de tus sistemas de climatización nos referimos a ser coherente con la estación en la que te encuentres. Puedes orientarte a través de las recomendaciones de los expertos:
En invierno: la temperatura considerada ideal según apunta la OCU se sitúa durante el día entre 19 °C y 21 °C, y durante la noche entre 15 °C y 17° C. Ten la precaución de bajar las persianas por la noche para que no haya fugas de calor innecesarias.
En verano: temperaturas interiores inferiores a 23 °C no garantizan el confort, más aún si existe una diferencia significativa con la temperatura exterior. Cuanta mayor sea la diferencia, mayor consumo le exigirás al aire acondicionado o a tu sistema de climatización.
Recuerda que aumentar o disminuir un grado la temperatura de tu vivienda puede suponer hasta un 8% del consumo de energía.
Gracias al Real Decreto 244/2019, que regula las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo de energía eléctrica, se ha dado un gran paso hacia el autoconsumo eléctrico.
De hecho, existen nuevas modalidades como :
El autoconsumo con excedentes que te permite verter la energía generada no utilizada a la red de suministro.
El autoconsumo compartido a través de comunidades energéticas que permite abaratar la inversión en la instalación.
Las compras colectivas de electricidad reúne a grupos de personas que buscan acceder a mejores tarifas de luz. No tendrás más que seleccionar una plataforma que tenga experiencia en negociaciones de este tipo y seguir los pasos necesarios para inscribirte.
Ten presente que inscribirte a este tipo de compras colectivas es gratuito y no exige ningún compromiso de compra.
Y por último, recuerda que la tarifa que tengas contratada con tu compañía suministradora resulta crucial para que puedas incrementar el ahorro en tus facturas de energía.
Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
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El vehículo híbrido enchufable combina un motor de combustión con otro eléctrico con los que potencia el ahorro en consumo y la movilidad sostenible.