
El mantenimiento de las calderas de gas sirve para completar las inspecciones y revisiones obligatorias. Permite obtener el máximo rendimiento y evitar fallos.
Los tipos de caldera de gas varían en función de su modo de combustión, de la seguridad que ofrecen, del ahorro que proporcionan y por supuesto de su precio, entre otras características.
Siendo conscientes de la importancia de la caldera en la instalación de tu calefacción de gas, queremos compartir contigo este artículo en el que encontrarás algunos consejos para elegir la mejor.
La caldera de gas es la parte activa de un circuito de calefacción central destinado a calentar el agua que alimenta radiadores distribuidos en la vivienda.
Puedes optar por una caldera de calefacción pura que proporciona calor únicamente, o bien por una caldera mixta que también ofrece Agua Caliente Sanitaria o ACS.
Las calefacciones con calderas mixtas se clasifican a su vez en 2 tipos:
Calderas instantáneas: producen ACS según se consume.
Calderas de acumulación: incorporan un microacumulador de agua lo que permite disponer de agua caliente al abrir el grifo.
Antes de hablar de los tipos de calderas de gas, vamos a desarrollar algunos conceptos técnicos que te ayudarán a entender las características generales de las calderas.
Para que puedas escoger la mejor caldera, vamos a precisar dos conceptos que debes conocer:
El aire comburente: es el oxidante –el oxígeno en este caso– que posibilita la combustión.
Los PdC, Productos de la Combustión o humos: son los productos resultantes de la combustión.
Ambos conceptos propician 2 clasificaciones de las calderas de gas:
Clasificación por la toma del aire comburente.
Clasificación por la evacuación de los gases de combustión.
Dependiendo de si toman el aire para la combustión del interior o del exterior se habla de calderas de gas:
De cámara abierta (Tipo B): toman el aire directamente del local donde se encuentran. Existe el peligro de que el aire de ese local se contamine por los productos de la combustión.
De cámara cerrada (Tipo C): cogen el aire directamente desde el exterior, siendo más seguras.
Dependiendo de cómo evacúen los gases de su combustión, las calderas pueden ser:
De tiro natural (Bx1 o Cx1): El proceso por el que evacúan los Productos de la Combustión o PdC se basa en la diferencia de presión creada por la diferencia de temperatura. Funcionan con baterías.
De tiro forzado (Bx≥1 ó Cx≥1): Son las calderas que cuentan con un ventilador para ayudar en todo el proceso de evacuación de los PdC. Funcionan con electricidad y suelen usarse en áreas urbanas.
Ahora sí, con estos conocimientos claros podemos abordar los tipos de caldera de gas.
Dependiendo del gas que utilice como fuente de alimentación encontrarás calderas de gas butano, de propano o de gas natural. En el mercado puedes encontrar calderas que se adaptan a diferentes combustibles. En su defecto puedes recurrir a un instalador de gas autorizado que adaptará tu caldera.
Aparte de la clasificación general anterior, para abordar los tipos de caldera de gas, vamos a centrarnos en dos aspectos fundamentales:
La combustión.
La tecnología.
Te lo detallamos acto seguido.
Puedes encontrar instalaciones con calderas de gas atmosféricas o calderas de gas estancas, aunque debes saber que en las instalaciones nuevas solo se utilizan las segundas por seguridad. Veamos el motivo:
Las nuevas tecnologías propician soluciones más respetuosas con el medio ambiente como son estos 2 tipos de calderas:
Un aspecto determinante para elegir una caldera es el precio y este viene determinado por múltiples factores que vamos a detallarte.
Pero antes, si te preguntas cuánto cuesta una caldera de gas, debes saber que el precio medio es de 1.500€, pudiendo ir desde 500€ a 2.500€.
¿Quieres saber qué caldera de gas comprar? Fíjate en estas 6 características:
El rango de modulación.
La marca.
El intercambiador primario.
La contaminación acústica.
La potencia.
La eficiencia energética.
El rango de modulación equivale al rango de potencias en las que la caldera puede trabajar. Cuanto mayor sea el valor de la modulación, mejor se adaptará a los diferentes modos de funcionamiento.
Busca fabricantes con experiencia con un servicio de postventa eficaz. Comprueba también si las primeras revisiones son gratuitas.
Es el elemento que permite el cambio térmico en el interior de la caldera. Es la pieza más cara de la caldera y la más difícil de reparar.
El ruido que emite una caldera es un elemento importante sobre todo si la caldera se encuentra en el interior de tu vivienda.
El aumento de la potencia en una caldera de gas es proporcional al aumento del precio, pero cuidado; comprar una caldera con una potencia mayor a la que tu instalación requiere es contraproducente.
Esta es una característica que facilita el ahorro de Agua Caliente Sanitaria ya que se trata de un depósito interno que mantiene el agua caliente para que esta salga de manera inmediata.
Prioriza calderas con una etiqueta energética de clase A, ya que son las más eficientes, esto es las que menos energía consumirán.
Ten en cuenta que elegir el tipo de caldera de gas que necesitas es tan importante como acertar en tus tarifas. Confía en expertos de la energía y acierta en tus elecciones.
El mantenimiento de las calderas de gas sirve para completar las inspecciones y revisiones obligatorias. Permite obtener el máximo rendimiento y evitar fallos.
Las calderas en viviendas que se fomentan según la normativa para viviendas son las de condensación y bajo NOx por razones de seguridad y eficiencia.
Una caldera de condensación es eficiente y segura. Necesita menos combustible para funcionar y emite menos gases contaminantes que una convencional.