PEIT o plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte: fundamentos 

El PEIT o Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte es un programa elaborado por el Ministerio de Fomento de España que proyectó actuaciones en infraestructuras y transportes desde el año 2005 al 2020, con una inversión total de 241.392 millones de euros en base a una planificación exhaustiva de carácter proactivo.

Aunque actualmente otros planes han sustituido al PEIT, es necesario entender qué es y cuáles son sus objetivos, dado que ha servido para sentar las bases de la transformación en el transporte que se han dado con posterioridad.

¿Qué es el PEIT?

El PEIT o Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte define las directrices básicas de actuación en infraestructuras y transporte a medio y largo plazo desde 2005 a 2020. 

El PEIT se aprobó por Acuerdo del Consejo de Ministros el 15 de julio de 2005 con la voluntad de que los ciudadanos dispongan de un transporte que sea: 

  • De calidad.

  • Seguro.

  • Eficiente.

  • Motor de desarrollo económico. 

  • Dinamizador de la cohesión social y territorial.

  • Respetuoso con el entorno gracias a un mínimo impacto medioambiental.

El documento elaborado expresa que estos rasgos deben garantizar el mejor aprovechamiento del potencial del transporte al servicio de la sociedad desde un desarrollo sostenible y una comunicación transparente. 

PEIT o plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte

Objetivos del PEIT

Una de las opciones estratégicas del PEIT es la implantación de un sistema intermodal integrado donde se potencia el ferrocarril, tanto para transporte de mercancías como de viajeros, y en el que los restantes modos –transporte por carretera, marítimo y aéreo– también desempeñan un papel fundamental. 

El fin buscaba propiciar directrices de actuación en materia de seguridad, calidad y eficiencia de las infraestructuras y de los servicios.

Para ello los 4 objetivos planteados eran claros:

  1. Mejorar la eficiencia del sistema.

  2. Fortalecer la cohesión social y territorial.

  3. Contribuir a la sostenibilidad general del transporte.

  4. Impulsar el desarrollo económico y la competitividad.

Vemos más a detalle en qué consistía cada uno de ellos.

Mejorar la eficiencia del sistema

Sin renunciar a la calidad, se debe atender la demanda de movilidad de las personas y las mercancías con la ayuda de diferentes acciones como:

  • Coordinar las modalidades de transporte de acuerdo con las infraestructuras y servicios de competencia de las distintas administraciones y organismos.

  • Poner en marcha medidas de gestión de la demanda.

  • Fomentar la conservación y el mantenimiento del patrimonio de las infraestructuras.

La eficiencia del sistema, siguiendo este plan, se estructura a través de la mejora de la transparencia y participación pública, de la integración de los diferentes modos de transporte, de la optimización del uso de las infraestructuras y del incremento de las medidas de seguridad. 

Fortalecer la cohesión social y territorial

En el ámbito social y territorial las metas se centran en los siguientes ejes de desarrollo, prestando siempre especial atención a los segmentos de población más vulnerables:

  • Accesibilidad mínima a los servicios públicos –hospitales, ambulatorios, colegios, asistencia social, etc–.

  • Definición de espacios clave como nodos de transporte prioritario y áreas de elevada movilidad por razones de trabajo, ocio u otras.

  • Identificación de los posibles efectos de distribución regresiva de las rentas en base a la valoración detallada de los costes totales del transporte y su repercusión en los usuarios.

  • Impulso de servicios de transporte interurbano y de los enlaces marítimos y aéreos de conexión con la España no peninsular.

En definitiva, en la planificación del PEIT se busca asegurar unas condiciones de accesibilidad al transporte equitativas para el conjunto del territorio.

Contribuir a la sostenibilidad general del transporte

La mejora del comportamiento ambiental, en particular en cuanto a las emisiones de Gases de Efecto Invernadero –GEI– se despliega sobre 2 espacios: 

  1. El impacto global del transporte.

  2. La calidad ambiental del entorno natural y urbano.

Veamos estos factores con detenimiento, ya que están íntimamente ligados al cumplimiento de los compromisos internacionales de la normativa europea en materia ambiental que a día de hoy fijan el año 2050 como objetivo para alcanzar una Europa neutra en cuanto a emisiones.

El impacto global del transporte

Este punto se refiere principalmente a mitigar los efectos del transporte en el cambio climático disminuyendo los niveles de óxidos de nitrógeno –NOx–, dióxido de azufre –SO2–, compuestos orgánicos volátiles –COV– y amoniaco –NH3– de acuerdo con los Techos Nacionales de Emisiones de la Directiva 2001/81/CE

En ese sentido, los avances en movilidad sostenible como el vehículo eléctrico y el vehículo híbrido enchufable se han convertido en una baza estratégica en pleno avance.

La calidad ambiental del entorno natural y urbano

El PEIT se focaliza en la necesidad del cumplimiento de las directivas europeas con respecto a la calidad del aire, ampliamente afectada en las ciudades por el transporte de personas y de mercancías.

Una de las herramientas necesarias para ello es la identificación de los ámbitos territoriales sensibles, es decir las zonas especialmente frágiles a los impactos del transporte para las que se elaboran programas específicos de actuación. 

Todo este proceso requiere de la integración de políticas públicas que lo apoyen en materia de protección del medioambiente y de la salud pública.

Actualmente podemos pensar en acciones como la creación de Zonas de Bajas Emisiones –ZBE– en las ciudades que se están poniendo en marcha hoy en día. 

Impulsar el desarrollo económico y la competitividad

El impulso del desarrollo económico y la competitividad se vertebra desde 4 perspectivas: 

  1. El desarrollo económico y territorial facilitando la inserción de los sistemas urbanos españoles en el ámbito europeo.

  2. Los objetivos macroeconómicos destinados a apoyar el incremento en el número y actividad de los operadores intermodales hasta alcanzar niveles de la Unión Europea. 

  3. La innovación a través de un incremento de la partida presupuestaria potenciando además la libre competencia en el sector. 

  4. La eficiencia energética aumentando el uso de combustibles alternativos provenientes de energías renovables.

De esta manera, se potencia el papel de las áreas urbanas y metropolitanas, se refuerzan las relaciones transfronterizas y se fomenta el desarrollo I+D+i y los avances tecnológicos del sector del transporte en toda su amplitud.

Una vez cumplido su plazo, el PEIT ha evolucionado y dejado su testigo al Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda 2012-2024–PITVI– y a la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030.

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