
Un sistema HVAC proporciona calefacción, refrigeración y ventilación de los espacios. Brinda confort térmico y alta calidad del aire de manera eficiente.
Realizar un correcto mantenimiento de la aerotermia resulta necesario para maximizar el ahorro que este sistema de climatización eficiente puede ofrecerte.
Tanto los fabricantes como las empresas instaladoras suelen recomendar una revisión anual preventiva enfocada a que puedas obtener el mayor rendimiento de tu sistema, así como a detectar proactivamente cualquier indicio de avería.
Por ello, en este artículo vamos a responder en detalle qué necesita un mantenimiento de aerotermia y cuándo es preciso hacerlo.
El mantenimiento de un sistema aerotérmico suele incluir las siguientes tareas:
Limpieza de filtros y ventiladores para garantizar la calidad del aire y un funcionamiento eficiente.
Revisión del circuito frigorífico. Verificación del correcto funcionamiento del compresor, válvulas e intercambiador.
Inspección de la bomba de calor. Comprobación de que la presión y la temperatura se encuentran en valores óptimos y verificación de sus componentes (compresor, válvulas, evaporador, etc.).
Comprobación de fugas y ruidos que pueden ser indicadores anticipativos de fallos en piezas clave.
Análisis de rendimiento y consumo. Estudio de la evolución del consumo comparando el actual con valores anteriores para detectar posibles pérdidas de eficiencia.
Sea como sea, la vida útil de un sistema de aerotermia –en torno a los 20 años– se encuentra supeditada a factores como la instalación, el uso que hagas de él, y el mantenimiento.
En otras palabras, las revisiones periódicas tienen una relación directa con su duración y rendimiento, como ocurre con cualquier tipo de sistema HVAC (del inglés Heating, Ventilation and Air Conditioning) que ofrecen calefacción, refrigeración y ventilación de espacios.
Hay una parte del mantenimiento de un sistema de aerotermia que puedes hacer tú mismo, más allá de la revisión anual de la instalación recomendada por los fabricantes.
Estas comprobaciones que te enumeramos y que puedes realizar tú mismo te van a servir para evitar y/o detectar posibles funcionamientos anómalos de tu climatización:
Limpieza de filtros. Normalmente, se encuentran en la unidad interior. En las instrucciones vas a encontrar cómo puedes acceder a ellos y limpiarlos para que puedan cumplir correctamente con su función.
Revisión visual. Comprueba las unidades interiores y exteriores para detectar a simple vista acumulación de polvo, fugas de líquidos, cables deteriorados, ruidos o vibraciones anómalas, etc.
Análisis del consumo. El que tu consumo aumente de forma significativa sin que haya una razón justificada puede ser un síntoma de que algo no va bien.
Verificación de la temperatura. Comprueba que la temperatura de impulsión del agua o del aire (según el tipo de aerotermia que tengas instalada) sea la correcta. Si no es así, puede tratarse de un problema de compresor, termostato o bomba de calor, y es un indicador de que debes llamar a un técnico.
Para responder a este punto debemos diferenciar entre lo que dice la normativa sobre instalaciones térmicas, y la recomendación de los profesionales.
El mantenimiento de aerotermia obligatorio para un uso doméstico suele ser cada dos años, en virtud de lo estipulado en el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE).
Concretamente, en este reglamento se especifica que las instalaciones de generación de calor con potencia nominal inferior a los 70 kW deben realizar un mantenimiento cada dos años, a diferencia de potencias superiores que deben realizarla anualmente.
Es importante no perder de vista esta obligatoriedad, pues no realizar la revisión obligatoria de tu sistema de aerotermia puede exponerte a consecuencias como:
Pérdida de la garantía del fabricante.
Incremento injustificado del consumo con un impacto directo en tu factura de la luz.
Averías que pueden suponer un coste elevado por no haberse detectado a tiempo.
El mantenimiento de la aerotermia debe realizarse idealmente antes de que trabaje a pleno rendimiento: si lo usas para calefacción, antes del invierno, y si también lo usas para refrigeración, antes del verano.
En otras palabras, si lo usas todo el año puedes hacer un mantenimiento en otoño y otro en primavera, considerando en todo momento que el mantenimiento mínimo es anual para que el sistema ofrezca la mayor eficiencia energética.
Más allá del mantenimiento obligatorio y recomendado, existen otro tipo de supervisiones extraordinarias como la comprobación del gas refrigerante del sistema. Este análisis se centra en verificar que no haya fugas en el circuito y que su drenaje sea el adecuado.
Para que puedas tener una base, por norma general, las frecuencias recomendadas por los fabricantes y empresas instaladoras para la revisión preventiva de estos sistemas de climatización son las siguientes:
Tipo de mantenimiento |
Frecuencia |
---|---|
Profesional completo |
Anual o semestral (según intensidad de uso) |
Limpieza de filtros |
Mensual o bimensual |
Revisión visual por el usuario |
Mensual |
Extraordinario |
Cada 3 años |
El coste del mantenimiento varía según las características de tu sistema y de las tarifas que apliquen el técnico o empresa de aerotermia que contrates. También entran en juego otros factores como el tipo y tamaño de la vivienda, la marca del sistema, su tamaño, etc.
Por orientarte un poco, los precios suelen oscilar entre los 100 € y los 300 € anuales.
Si quieres controlar proactivamente tu presupuesto anual, puedes contratar el servicio de mantenimiento con una empresa instaladora que te proponga un precio cerrado y que, además, atiendan averías a lo largo del año para evitar imprevistos en la medida de lo posible.
Contratar un servicio de mantenimiento de aerotermia brinda algunos puntos a favor si valoras tu inversión y el confort que puedes obtener con ella. Piensa que el mantenimiento ofrece ventajas como:
Maximizar el ahorro energético.
Mejorar el rendimiento del sistema a largo plazo y recuperar tu inversión, e incrementar la rentabilidad de la aerotermia.
Prevenir las averías más comunes y que pueden ser costosas.
Conservar la garantía del fabricante que puede negarse a asumir gastos derivados de una falta de mantenimiento.
A la hora de contratar este tipo de servicios, fíjate en qué influye el contrato (si está supeditado a una permanencia), que se trate de un servicio de asistencia técnica (SAT) oficial, y comprueba la reputación de la empresa.
Debes saber que un servicio de mantenimiento puede ser básico (incluye la limpieza y revisión anual por lo general), o completo (atiende a la asistencia técnica, a urgencias y cambio de piezas, por ejemplo).
Idealmente, solicita varios presupuestos para que los puedas comparar y elegir el que mejor responda a tus necesidades.
La aerotermia es uno de los sistemas de climatización más eficientes y versátiles que pueden, además, combinarse con instalaciones de autoconsumo solar para potenciar su sostenibilidad.
Para asegurar su eficacia en todo momento y alargar su vida útil realiza un mantenimiento anual profesional, limpia los filtros cada 2 o 3 meses, no obstaculices la unidad exterior y mantenla despejada, controla el consumo eléctrico y evita forzar su funcionamiento con ajustes extremos de temperatura.
Un sistema HVAC proporciona calefacción, refrigeración y ventilación de los espacios. Brinda confort térmico y alta calidad del aire de manera eficiente.