Luz

Inducción electromagnética en la cocina: claves y ventajas

La inducción electromagnética en la cocina supone toda una revolución debido a su funcionamiento y puede ser una opción ideal si estás pensando en cambiar tu vitrocerámica o si deseas pasarte del gas a la electricidad para cocinar.

Con el objetivo de que valores si te conviene o no decantarte por una vitrocerámica de inducción, te hemos preparado este artículo en el que te explicamos qué es la inducción electromagnética, cómo funciona y cuáles son sus ventajas. 

¿Qué es la inducción electromagnética?

La inducción electromagnética consiste en generar electricidad inducida por un campo magnético y fue Michael Faraday en 1831 el artífice del descubrimiento de esta relación. 

La región del campo magnético se representa por líneas y la cantidad de dichas líneas es lo que se conoce como flujo magnético.

Los elementos que quedan fuera del campo magnético, y por tanto de su flujo, no se ven atraídos por el imán y, en consecuencia, no producen efectos.

Con base en esto pasamos al siguiente punto clave de este artículo.

Inducción electromagnética

¿Cómo funciona una cocina de inducción electromagnética?

La cocina de inducción electromagnética, a diferencia de una vitrocerámica tradicional que calienta por resistencias eléctricas, funciona gracias a potentes electroimanes que emiten simultáneamente un fuerte campo electromagnético que genera mucho calor. 

Esta energía térmica crea unas corrientes parasitarias llamadas corrientes de Foucault que calientan rápida y eficazmente los recipientes directamente gracias al llamado efecto Joule. 

Este funcionamiento determina que no puedas usar baterías de cerámica, vidrio, cobre, aluminio o barro como explicaremos en el siguiente apartado con más detalle.

4 preguntas habituales sobre inducción magnética en la cocina

Probablemente has oído hablar de las cocinas de inducción y quizá te asalten preguntas al respecto. Por este motivo, vamos a intentar dar respuesta enseguida a los interrogantes que te pueden surgir sobre este tipo de cocinas: 

  • ¿Puedes usar tu batería de cocina habitual?

  • ¿Qué es la flex inducción?  

  • ¿Cuánto consume una placa de inducción?

  • ¿Cuánto cuesta una cocina de inducción electromagnética?

A continuación, encontrarás las respuestas.

¿Puedes usar tu batería de cocina habitual?

Depende. Para saber si una olla o recipiente sirve para una cocina de inducción, fíjate en los símbolos de su etiquetado. Si aparece una especie de muelle o espiral, significa que puedes utilizarlo en ese tipo de placas. 

Deben estar fabricados con materiales de naturaleza magnética, que pueden ser hierro fundido, acero esmaltado, acero inoxidable magnético, etc.

Además, necesitan una base ferromagnética. Si tu batería de cocina no cumple esos requisitos no podrás utilizarla, ya que no creará el campo magnético necesario. 

¿Qué es la flex inducción?

La flex inducción es una zona con la que cuentan algunas cocinas de inducción llena de pequeños inductores. Estos elementos detectan el tamaño del recipiente que se coloca sobre ellos y adaptan la potencia a su tamaño. 

Es un mecanismo que te aporta mucha flexibilidad, como indica su nombre, a la hora de cocinar pero que encarece el precio del aparato. 

¿Cuánto consume una placa de inducción?

El consumo de una cocina de inducción electromagnética depende del número de sus zonas de cocción. Cada placa tiene una potencia distinta. 

Considerando que cada zona tiene entre 1.500 W y 2.500 W, una placa de 3 zonas puede llegar a los 7.000 W. Evidentemente se llega a ese umbral si encendemos todas las zonas a la vez a máxima potencia, algo poco probable. 

En la mayoría de los casos, una potencia media es más que suficiente.

Por lo tanto, el consumo de tu cocina de inducción responde de forma directamente proporcional al uso que le des. 

No obstante debes tener en cuenta que este consumo resulta prácticamente la mitad al de una vitrocerámica tradicional con el consiguiente ahorro en el recibo de luz asociado. 

¿Cuánto cuesta una cocina de inducción electromagnética?

El precio de una cocina de inducción electromagnética es algo más elevado que el de una placa vitrocerámica, aunque como hemos visto, puedes recuperar la inversión inicial a medio plazo gracias al ahorro energético que te proporciona. 

Puedes encontrar placas de inducción electromagnética a partir de 150 €, aunque, como en todo electrodoméstico, el precio depende de lo que necesites y de la tecnología del elemento. Para elegir tu placa de inducción puedes guiarte a través de los siguientes consejos.

6 características que debes considerar para elegir tu cocina de inducción

Estos son los 6 puntos que tienes que valorar antes de comprar una cocina de inducción electromagnética:

  1. Tamaño de la cocina: el tamaño estándar es de 60 cm, pero existen otros tamaños que pueden adaptarse mejor a tu espacio. Incluso puedes optar por modelos que incluyan una parrilla. 

  2. Potencia: dependiendo de la potencia contratada en tu tarifa eléctrica, si usas todos los fuegos de tu placa de inducción a plena potencia (aunque no es lo aconsejado) puede provocar que tu Interruptor de Control de Potencia o ICP salte. 

  3. El indicador de calor residual: señala las zonas que conservan calor cuando la placa está apagada. 

  4. Función de comida caliente: evita que tu comida se enfríe, manteniéndola a una temperatura constante. 

  5. Bloqueo infantil: un elemento de seguridad necesario si tienes niños pequeños. 

  6. Placa inteligente: permite controlar tu cocina desde cualquier lugar en cualquier momento a través de tu móvil o tablet. Así podrás adaptar las potencias de cada zona de la placa y encender o apagar tu placa de inducción a distancia. 

Para terminar solo nos queda exponer las ventajas que puede ofrecerte la inducción electromagnética en la cocina. ¿Quieres descubrirlas? 

Ventajas de la inducción electromagnética en la cocina

La cocina de inducción electromagnética es considerada la cocina del futuro porque además de elegante y cómoda aporta otra serie de ventajas que te mostramos a continuación: 

  • Calienta más rápido que una placa de vitrocerámica y, por lo tanto, gastas menos energía. 

  • Se limpia fácilmente. 

  • Es muy segura y se enfría rápidamente en cuanto retiras el recipiente. El sistema de inducción, como hemos comentado anteriormente, calienta el recipiente sin calentar prácticamente la superficie de la placa, lo cual minimiza los riesgos de quemarte si la tocas. 

  • Consume menos electricidad que una vitrocerámica tradicional. Algunos expertos señalan que las placas de inducción pueden suponer un ahorro de energía de hasta el 50% con respecto a las vitrocerámicas. 

  • Tiene mayor durabilidad que una placa vitrocerámica convencional. 

  • Algunos modelos incluyen un detector de calor que hace que se apaguen en caso de que exista riesgo de incendio. 

  • No requiere instalación, es suficiente con un enchufe. 

  • Es ecológica siempre que consumas electricidad verde.

¿Sabías que también existen cocinas de inducción portátiles para acompañarte en tus escapadas? ¡Otra ventaja más a sumar a las anteriores!   

Publicado el