
La energía solar es 100 % renovable y se puede utilizar en empresas, negocios y hogares. Sus usos más comunes se centran en generar electricidad.
La eficiencia energética tiene como objetivo reducir la cantidad de energía necesaria para proporcionar o realizar determinados servicios y tareas sin que esto comprometa la calidad del resultado final.
La eficiencia energética hace referencia a la capacidad de utilizar menos recursos energéticos a la hora de realizar una tarea para producir los mismos resultados que si se utilizase una mayor cantidad de energía.
Se puede afirmar, por tanto, que la expresión «eficiencia energética» alude a la relación entre la energía utilizada para hacer un trabajo y el resultado final de ese trabajo: cuanto menor sea su consumo energético, mayor será su eficiencia.
Para entender mejor la definición de este concepto, basta con recurrir a un ejemplo de lo más cotidiano: los electrodomésticos que tienes en tu hogar. Por ejemplo, una lavadora de bajo consumo, capaz de ofrecer un lavado óptimo utilizando menos energía que otros modelos, sería una muestra clara de eficiencia energética.
También es posible encontrar el concepto de eficiencia energética en relación a las viviendas. En nuestro país, tal y como establece el Real Decreto 390/2021, de 1 de junio, es obligatorio que todas las viviendas, tanto las de nueva construcción como las ya existentes, dispongan en el momento de su venta o alquiler del llamado certificado energético, un documento que refleja el grado de eficiencia de la vivienda.
La eficiencia energética cuenta con muchísimas ventajas tanto en el ámbito económico como en el medioambiental. Sin embargo, no se trata de un concepto ajeno a problemas y desventajas.
Las principales ventajas de la eficiencia energética son las siguientes:
Algunos de los problemas y desventajas más importantes de la eficiencia energética son:
La etiqueta de eficiencia energética es, en realidad, un sistema de clasificación cuyo objetivo es informar al consumidor del gasto energético de un electrodoméstico o vivienda.
Se basa en una escala de siete colores y letras correlativas que van desde la A a la G. Así, la mejor calificación sería la formada por la letra A junto al color verde oscuro, mientras que la peor estaría formada por la letra G y el color rojo oscuro.
Dependiendo del tipo de producto que la incorpore, la etiqueta de eficiencia energética puede incluir determinada información adicional. En el caso de electrodomésticos, puede servir para saber cuánto ruido produce o, si se trata por ejemplo de una lavadora, de la cantidad de agua que consume en cada ciclo de lavado.
En caso de tratarse de un piso o de un edificio, la etiqueta de eficiencia energética suele incluir información sobre su consumo anual de energía y CO2, así como otros detalles relacionados con sus características.
La energía solar es 100 % renovable y se puede utilizar en empresas, negocios y hogares. Sus usos más comunes se centran en generar electricidad.
La electrólisis es un proceso de descomposición de la molécula del agua en oxígeno e hidrógeno. Puede utilizarse para la generación de combustible.
La función de la etiqueta de eficiencia energética es clasificar electrodomésticos, inmuebles y edificios en función de su consumo de energía.