
La electrólisis es un proceso de descomposición de la molécula del agua en oxígeno e hidrógeno. Puede utilizarse para la generación de combustible.
La energía solar es una fuente energética completamente renovable y constituye un pilar fundamental en el cuidado de nuestro planeta.
En un momento en el que la protección del medioambiente es una prioridad, necesitamos conocer qué es la energía solar, cómo funciona y qué tipos existen.
La energía solar es la que se obtiene del sol para generar electricidad en hogares, empresas, negocios, transportes y plantas solares de generación eléctrica, entre otros. Se obtiene en forma de radiación electromagnética y es uno de los principales tipos de energía renovable que existen.
Se caracteriza por su baja dependencia de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo o el gas natural. También destaca por su disponibilidad en todo el mundo, por su limpieza y por los avances tecnológicos en constante desarrollo, que buscan reducir costes de producción y mejorar la eficiencia de los paneles solares o fotovoltaicos.
La versatilidad y la sostenibilidad convierten a la energía solar en una fuente energética de incalculable valor en un gran número de aspectos de nuestra vida cotidiana:
Las lámparas solares usan la energía del sol almacenada durante el día para iluminar áreas sin acceso a la red eléctrica. Un ejemplo claro son los jardines.
Calentar el agua a partir de la energía del sol facilita la vida cotidiana en hogares, negocios y empresas, al tiempo que reduce el uso de los calentadores convencionales que consumen combustibles fósiles.
Al utilizar un sistema solar térmico, se captura la energía del sol para calentar el aire o el agua. Esto ofrece a cambio una calefacción eficiente que reduce la dependencia de otros sistemas convencionales.
Son muchos los paneles solares residenciales que generan su propia electricidad en las viviendas, lo que reduce considerablemente las facturas de energía y la huella de carbono.
Los sistemas de riego solar bombean agua y riegan cultivos a partir de la energía generada por el sol, reduciendo la dependencia de energías convencionales.
Calentar el agua de las piscinas para disfrutar de ellas durante todo el año y de una manera más sostenible es otro de los usos más comunes de este tipo de energía.
Algunos vehículos aprovechan la radiación solar para generar electricidad y propulsar el transporte de manera limpia y renovable.
La energía solar se encuentra integrada en un número creciente de dispositivos portátiles, como relojes y pulseras, lo que facilita que su carga sea autónoma y sostenible.
Para entender su funcionamiento, partimos de que aprovecha la radiación del sol y la convierte en energía utilizable.
Concretamente, el proceso es el siguiente:
Dada la durabilidad de los paneles solares, con una esperanza de hasta cuarenta años, la inversión inicial puede recuperarse fácilmente con los años, convirtiéndose en una opción económica a largo plazo.
Dependiendo de las placas que utilices y de cuál sea el objetivo para el que vas a emplear la energía, podemos diferenciar entre varios tipos de energía solar.
La energía solar fotovoltaica es renovable y se obtiene a partir de sistemas fotovoltaicos. Utiliza paneles solares con células fotovoltaicas para convertir la radiación solar en energía eléctrica.
En los últimos años, ha experimentado un gran avance, sobre todo, con la instalación de sistemas de autoconsumo solar y la adopción de comunidades solares.
La energía solar térmica utiliza colectores solares para convertir la radiación solar en calor.
Primero, capturan la radiación y después, la usan para calentar el agua, que puede emplearse en sistemas de calefacción, industrias, hogares, etc. Además, existe otra variante conocida como energía termosolar de concentración o Concentrated Solar Power (CSP), que usa espejos para concentrar la luz solar en una superficie determinada.
La energía solar pasiva aprovecha la luz del sol sin necesidad de utilizar sistemas mecánicos o dispositivos electrónicos.
Se basa en el diseño inteligente de construcciones y el uso de elementos arquitectónicos que favorecen la captación, distribución y almacenamiento del calor.
En los edificios de energía solar pasiva se emplean características como la orientación adecuada de las ventanas o el uso de materiales con propiedades térmicas favorables.
La energía solar híbrida es aquella que combina cualquiera de los tipos de energía que hemos explicado con otras fuentes, principalmente renovables.
En el sistema de instalación fotovoltaica híbrida, se integran paneles solares con tecnologías adicionales, como generadores de energía eólica, lo que permite obtener un suministro de energía más estable.
Al combinar diferentes fuentes, se asegura una mayor disponibilidad y se optimiza su uso.
La electrólisis es un proceso de descomposición de la molécula del agua en oxígeno e hidrógeno. Puede utilizarse para la generación de combustible.
La eficiencia energética es vital para cuidar el medioambiente al contribuir a reducir los costes de energía, tanto en el hogar como en las empresas.
La función de la etiqueta de eficiencia energética es clasificar electrodomésticos, inmuebles y edificios en función de su consumo de energía.