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Combustibles fósiles: cuáles son y sus usos

Los combustibles fósiles se forman gracias a la sedimentación durante millones de años de restos orgánicos y minerales por lo que se trata de energías no renovables. A pesar de ser la mayor fuente de energía del planeta, su alta acción contaminante ha obligado a Europa a plantearse un nuevo modelo energético más respetuoso con el medioambiente. 

De todos los combustibles fósiles, el gas natural es el que menos contamina y su versatilidad lo convierte en una pieza clave en el proceso de transición energética hacia las energías renovables. 

De todo ello te hablamos en este artículo donde te exponemos los diferentes tipos de combustibles fósiles, así como sus usos actuales. 

¿Qué son los combustibles fósiles?

Los combustibles fósiles se originan a partir de la biomasa, es decir, la acumulación durante millones de años de restos de animales, vegetales y minerales a cientos de metros de profundidad en la superficie terrestre gracias a la presión y la temperatura que ejerce el suelo sobre ellos. 

Estos productos pueden extraerse a través de procesos de excavación.

Tal y como anuncia la ONU (Organización de Naciones Unidas), los combustibles fósiles suponen el 80 % de la demanda actual de energía primaria a nivel mundial. 

En ese contexto, el sistema energético es la fuente de dos tercios de las emisiones globales de CO2 y su impacto ambiental afecta al suelo, al agua y a la atmósfera. 

Si las tendencias actuales de consumo de combustibles fósiles se mantienen, en el año 2050 la demanda energética se duplicará acarreando consecuencias climáticas desastrosas para el planeta. 

De lo anterior se deduce la necesidad de establecer una hoja de ruta de transición energética hacia energías renovables que ha quedado plasmada en el Pacto Verde Europeo y que espera convertir a Europa en el primer continente libre de emisiones en el año 2050.  

Combustibles fósiles

¿Cuáles son los combustibles fósiles?

Dependiendo de la profundidad a la que se encuentran los restos fósiles de los que te hemos hablado, así como de los procesos geoquímicos a los que han estado sometidos, se forman diferentes tipos de combustibles fósiles

Carbón

El carbón es una fuente de energía que puede ser de origen vegetal o mineral y que se formó, principalmente, cuando la vegetación que poblaba la tierra hace 300 o 350 millones de años fue muriendo y se fue sepultando en los pantanos en los que vivía.  

Según el tiempo y la temperatura a la que se haya visto sometido, el carbón presenta 4 tipos diferenciados que se clasifican en función del porcentaje de carbono y de materia volátil que contienen.  

Turba

La turba es un carbón de baja calidad que cuenta con una concentración de carbono de aproximadamente el 55 %. Su uso principal es doméstico. 

Lignito

El lignito tiene una concentración de carbono entre el 65 % y el 75 % y suele utilizarse para generar energía eléctrica.

Hulla

La hulla cuenta con una alta calidad con un 85 % de carbono. Se origina por la compresión del lignito y se usa para generar energía eléctrica.

Antracita

La antracita contiene una concentración de carbono del  95 % y un 5 % de materia volátil, por lo que es el carbón de mayor calidad. 

Petróleo

El petróleo es el combustible fósil por excelencia originado por la acumulación de restos animales y vegetales a kilómetros de profundidad, ambiente en el que las bacterias eliminan el oxígeno, el azufre y el nitrógeno. 

El petróleo crudo tiene pocos usos pero, una vez refinado, se obtienen los GLP (gases líquidos del petróleo), el queroseno, los gasóleos, los fuelóleos, los aceites lubricantes, los asfaltos y el coc, un tipo de carbón obtenido de las fracciones más pesadas del petróleo crudo. 

Se clasifica según su densidad  de acuerdo con el valor API (del inglés American Petroleum Institute) y según su composición.

Gas natural

El gas natural es una mezcla de hidrocarburos en estado gaseoso compuesto en un 95 % por metano que suele encontrarse entre 500 y 3.500 metros de profundidad. 

Para poder utilizarlo se le somete a un proceso de separación del que se obtienen 3 tipos de gas natural

  1. El gas natural seco (GN). Se origina al separar el etano del metano.
  2. El gas natural líquido (GNL). Se genera al someter el GN a temperaturas específicas –entre -135ºC y -160ºC– a una atmósfera (atm.) de presión. 
  3. El gas natural comprimido o vehícular (GNC o GNV). Se genera al someterlo a una presión de entre 200 y 250 bares y se emplea como combustible para vehículos. 

Usos de los combustibles fósiles

Los combustibles fósiles se utilizan en todos los sectores tanto para sistemas de calefacción como para generar energía eléctrica y mecánica. Aunque vamos a hablarte de otros usos que quizás te sorprendan.

Usos del carbón

El carbón participa en procesos tan dispares como: 

  • La generación de electricidad. 
  • La producción de cemento, papel, aluminio y acero. 
  • La fabricación de productos químicos y farmacéuticos. 
  • La generación de combustibles líquidos. 
  • La mejora de la calidad del suelo y como protector de las plantas ante posibles bacterias y parásitos. Además, aumenta la oxigenación de las raíces de los cultivos.
  • La creación de la pólvora negra que cuenta con un 13 % de carbón vegetal entre sus ingredientes. 
  • La construcción de elementos eléctricos por su alta conectividad y gran ligereza. 

Usos del petróleo

El petróleo o más bien los destilados medios del petróleo se usan ampliamente en el sector del transporte de personas y mercancías aunque también se emplea como: 

  • Combustible en plantas de energía eléctrica, en hornos y calderas a gas.
  • Fuente de energía petroquímica. 
  • Combustible doméstico e industrial.
  • Lubricante. 
  • Disolvente –en su forma de queroseno–. 
  • Materia prima para la generación de plásticos, cremas, anestésicos y detergentes. 

Usos del gas natural

El gas natural ofrece una serie de ventajas energéticamente estratégicas con respecto al resto de combustibles fósiles. Cuenta con un alto poder calorífico, su suministro es accesible y constante, es un combustible seguro y además es muy versátil ya que puede usarse en:

  • Sistemas de calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria, en la cocina tanto a nivel doméstico como empresarial. 
  • Centrales de ciclo combinado para generar electricidad. 
  • Sistemas de propulsión de buques y transporte marítimo, así como para vehículos terrestres. 
  • Procesos industriales y fabricación de abonos. 
  • Procesos de fabricación de derivados como amoníaco, metanol, etileno, butadieno y propileno.

Frente a los grandes desafíos que plantea la transición energética, el gas natural se muestra como un elemento clave justamente de transición hacia un gas renovable o biometano como el biogás. 

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