Descarbonización: qué es y cómo conseguirla

La descarbonización de la economía prevista para el año 2050 ofrece oportunidades sociales y económicas basadas en la reducción de los costes tecnológicos de las energías renovables y que permitirá acelerar la transición energética en España.  

No obstante, este cambio en el modelo energético plantea grandes retos para llegar a la neutralidad climática, esto es, por alcanzar una economía europea con cero emisiones netas de gases de efecto invernadero

Los desafíos son importantes y te van a afectar de manera directa, ya que la participación activa de todos los agentes sociales es necesaria para que el proceso sea un éxito. Por esta razón vamos a entrar en el detalle de qué es la descarbonización y cómo se puede conseguir.

¿Qué es la descarbonización?

La descarbonización es un conjunto de políticas climáticas orientadas a desarrollar una transición energética que permita eliminar el consumo de combustibles fósiles y alcanzar la neutralidad de emisiones gracias al impulso de las energías renovables, la electrificación de la economía y el desarrollo de la economía circular. 

De los gases de efecto invernadero, nocivos para la salud de las personas y los ecosistemas, el más abundante como resultado de la actividad humana es el dióxido de carbono (CO2), componente implicado en el calentamiento de la superficie terrestre que afecta al clima de todo el planeta. 

La descarbonización es la respuesta a una necesidad apremiante que forma parte de las 4 prioridades de las políticas de sostenibilidad junto con: 

  • La anticipación y acción para el cambio. 
  • La extensión de la responsabilidad a todos los eslabones de la cadena de valor. 
  • La contribución al desarrollo económico, ambiental y social del entorno. 

Esto explica que la hoja de ruta establecida en la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP 2050) se enfoque en lograr una economía moderna, competitiva y climáticamente neutra en el año 2050. Esto, en cifras, implica reducir un 90 % las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con respecto a 1990. 

En otras palabras, se han de disminuir las emisiones de CO2 desde las 334 millones de toneladas equivalentes (Mt CO2eq) emitidas en 2018 a un máximo de 29 Mt CO2eq emitidas en 2050. 

El 10 % restante de esos gases será absorbido por los sumideros de carbono, esto es, por sistemas o procesos por los que se extrae de la atmósfera un gas o gases y se almacena, como ocurre con la fotosíntesis de las plantas de manera natural.

Con la finalidad de impulsar económicamente estas estrategias, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia recoge la planificación de España para canalizar los fondos europeos que permitan, por un lado superar los daños provocados por la crisis del COVID-19, y por el otro construir un futuro más sostenible hacia la neutralidad climática con base en el Marco Estratégico de Energía y Clima y el PNIEC 2021-2030 (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima). 

Descarbonización

¿Cómo conseguir la descarbonización? Estrategias nacionales 

La descarbonización sectorial requiere de acciones cimentadas sobre la implicación activa de todos los agentes de la sociedad, desde el sector eléctrico hasta la industria, pasando por los propios ciudadanos, tal y como exponemos en los siguientes apartados. 

Sector eléctrico renovable

Si consideramos lo estipulado por la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo anteriormente citada, el sector eléctrico será el primero en reducir sus emisiones apostando fuertemente por energías renovables y sistemas de almacenamiento de la energía producida por las mismas. 

Movilidad sostenible y transporte

El MITECO (Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico) estima que en 2050 más de las tres cuartas partes de la movilidad y transporte utilizará energía de origen renovable, donde se incluye el hidrógeno verde

En este sentido, en lo que respecta a la movilidad en las ciudades, los planes de movilidad urbana sostenible (PMUS) promueven acciones estratégicas como las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).

Edificación sostenible y rehabilitación energética

La Comisión Europea establece la eficiencia energética en la edificación como el primero de los bloques de medidas a tener en cuenta a la hora de edificar y que promueve el autoconsumo, la digitalización del consumo, los sistemas de domótica, la calidad en el aislamiento térmico, etc. 

Del mismo modo, la rehabilitación energética de edificios desempeña un papel fundamental, más aún entendiendo que el 80 % del parque edificado de España está compuesto por edificios ya construidos. 

Por ello, el Gobierno ofrece programas de ayudas y subvenciones como el programa PREE para formentar la instalación de sistemas de calefacción y climatización eficientes como la aerotermia, entre otras acciones igualmente necesarias para mejorar su eficiencia energética. 

Industria sostenible

La industria es otro de los grandes agentes para la descarbonización y debe centrar sus esfuerzos en: 

  • Apostar por materias primas alternativas. 
  • Invertir en tecnologías avanzadas que permitan ser más eficientes.
  • Fomentar la economía circular y potenciar nuevos mercados de productos climáticamente neutros y circulares como el cemento o el acero. 

Sector agropecuario, residuos y gases fluorados

Aunque cuenta con un papel más limitado si lo comparamos con el de la industria, la descarbonización en el sector agropecuario se ve beneficiada por: 

  • Mejorar la gestión de cultivos, fertilizantes y estiércoles. 
  • Conservar los suelos, rotar los cultivos, etc. 
  • Incorporar la digitalización y tecnologías inteligentes para la mejora de los procesos de riego y fertilización. 
  • Aumentar la calidad de la alimentación del ganado.
  • Recuperar parte de los residuos produciendo biomasa, biogás, etc. En el aumento del reciclado de los desperdicios orgánicos, la economía circular cuenta con un papel decisivo también en este sector. 

Más allá de estos factores, existen elementos transversales en la neutralidad climática como el papel del ciudadano.

El papel del ciudadano en la neutralidad climática

En el proceso de descarbonización el ciudadano se coloca en el centro y se le reconoce el derecho a producir, consumir, almacenar y vender su propia energía a través de instalaciones individuales, pero también de autoconsumo colectivo.

Para conseguir ese gran reto, es importante desarrollar políticas que fomenten nuevos valores y hábitos de comportamiento que, además, impulsen la cohesión social gracias a acciones como: 

  • Promover la innovación y la investigación sobre estilos de vida sostenibles.
  • Informar sobre la huella de carbono de los productos y consumos. 
  • Identificar oportunidades de cambio que sean aceptadas por la ciudadanía.
  • Promover estilos de vida alineados con la conservación del patrimonio y la biodiversidad. 
Actualizado a