
Las baterías de coches eléctricos son elementos claves cuyas características es preciso conocer. Influyen en el precio del coche y su autonomía.
Un plan de movilidad sostenible –PMUS– se basa en una serie de acciones que te afectan directamente como ciudadano tanto a nivel económico como ético, social y medioambiental. Que lo conozcas es determinante en estos aspectos y en otros.
Siguiendo con lo anterior, una de las medidas que promueven estos planes son las Zonas de Bajas Emisiones –ZBE– que se pondrán en marcha en 2023 en municipios de más de 50.000 habitantes.
Para proporcionarte una visión ampliada del tema, te hemos preparado este artículo en el que descubrirás qué es un PMUS y cómo se elabora.
El plan de movilidad urbana sostenible o PMUS es un conjunto de acciones enfocadas a la implantación progresiva de desplazamientos sostenibles –como ir a pie, en bicicleta o en transporte público– en detrimento del transporte privado a motor.
De este modo, la movilidad sostenible se muestra un pilar esencial del crecimiento económico, la cohesión social y la defensa del medioambiente.
Puedes encontrar algunos de sus antecedentes en un conjunto de planes y estrategias para la integración de criterios de sostenibilidad en materia de transporte como los que te mencionamos a continuación:
Plan de Acción 2005-2007 de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España (E4).
Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión (PNA).
Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT).
A estas iniciativas se suma una red compuesta por más de 80 ciudades españolas que se han comprometido a realizar los cambios necesarios en las políticas municipales para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y la contaminación atmosférica.
La elaboración de un plan de movilidad urbana sostenible requiere de una metodología de participación y de la concienciación coordinada entre todos los actores de la sociedad en un marco geográfico, temporal, institucional y jurídico preciso.
Del mismo modo, su contenido debe ser considerado una herramienta de ayuda en la toma de decisiones con estos objetivos:
Proporcionar un conocimiento estructurado del sistema local de transporte a políticos y técnicos implicados en el desarrollo de la sostenibilidad.
Proponer acciones de coordinación entre los planes locales de urbanismo, transporte y medioambiente.
Establecer un programa de medidas a medio plazo en materia de transporte.
Definir las orientaciones presupuestarias asociadas a cada modo de transporte, tanto en términos de inversión como de operación.
Como ves un PMUS se concibe como una pieza crucial de la agenda 2030 para el desarrollo sostenible europeo.
El PMUS debe entenderse, según la guía práctica del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía –IDAE–, como el principio de una dinámica permanente de organización y de evaluación de la política de transportes en el ámbito municipal.
Para ello un PMUS cuenta de 6 fases que lo articulan:
Organización y arranque del proceso.
Prediagnóstico y objetivos generales.
Análisis y diagnóstico.
Elaboración del plan.
Puesta en práctica
Seguimiento, evaluación y medidas correctoras.
Para asegurar el éxito de un PMUS resulta necesario hacer un esfuerzo de comunicación a la ciudadanía de la eficiencia de otras formas de movilidad alternativas a través de medidas como las que abordamos ya mismo.
Un plan de movilidad urbana sostenible se desarrolla en base a ejes principales que a su vez comprenden múltiples acciones enfocadas al equilibrio entre necesidad de movilidad y accesibilidad, algunos son:
Jerarquización y ordenación del tráfico.
Fomento de la movilidad peatonal.
Impulso y desarrollo del transporte público.
Estímulo de la movilidad ciclista.
Regulación de acceso y estacionamiento en el casco urbano.
Perfeccionamiento de la seguridad vial.
Control y regulación de la distribución de mercancías.
Mejora de la calidad ambiental y el ahorro energético.
Promoción de una cultura a favor de la movilidad sostenible.
Abordamos algunos ejemplos prácticos para ilustrar estos puntos.
Ampliar la accesibilidad exterior y las intersecciones de avenidas principales para liberar las zonas centrales o para la puesta en marcha de Zonas de Bajas Emisiones –ZBE– son algunas de las acciones que se pueden observar en este punto.
La movilidad peatonal se fomenta con vías de tráfico calmado para recuperar el uso de las calles ampliando el espacio peatonal en el centro histórico, además de iniciativas como el camino escolar seguro o la creación de una red de itinerarios peatonales sin barreras.
Mejorar gradualmente el servicio de transporte público implica focalizarse en un servicio eficiente, moderno y conectado con mayor frecuencia y más enlaces que supongan un refuerzo de la conexión con barrios periféricos, urbanizaciones y pedanías de los municipios.
La apuesta por el transporte público toma en cuenta también la mejora de la eficiencia del taxi ampliando nuevos puntos de localización más accesibles.
La bicicleta se plantea no solo como diversión sino como medio de transporte urbano privilegiado. Por este motivo se trabajará en:
Crear una red de itinerarios ciclistas.
Mejorar la señalización en los espacios urbanos.
Facilitar el aparcamiento.
Fomentar la disciplina en el uso de la bicicleta.
Todas estas medidas se suman a la creación de zonas prioritarias para ciclistas y peatones donde los vehículos pasan a un segundo plano.
El PMU se propone desarrollar los estacionamientos disuasorios en las estaciones o paradas de las afueras de las ciudades o en el ámbito metropolitano con el objetivo de liberar el caudal de tráfico en los núcleos urbanos.
Esas zonas podrán contar con puntos de carga para coches eléctricos.
Se analiza la inseguridad y peligrosidad vial tratando de conocer los tipos y puntos de conflictos entre peatones y vehículos para determinar medidas como la mejora de las intersecciones o la separación de flujos, entre otras.
En el control de mercancías se priorizan flotas que incorporen nuevas tecnologías más respetuosas con el medioambiente como el uso de vehículos eléctricos o los sistemas de impulsión por tubería.
En este punto, el transporte público propulsado por gas natural, biodiesel, electricidad verde, etcétera, es una opción que se estimulará.
La cultura a favor de la movilidad se fomentará a través de elementos de comunicación divulgativos y también mediante incentivos fiscales para promocionar determinados tipos de vehículos o carburantes como el Plan MOVES III.
Tal y como hemos ido desarrollando, un plan de movilidad urbana sostenible se centra en mejorar la seguridad vial y reducir accidentes creando ciudades más limpias, menos ruidosas y más saludables.
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