Autoconsumo colectivo: definición y razones para darle una oportunidad

Autoconsumo colectivo, dos palabras que pueden marcar la diferencia en el camino hacia la transición energética en la que como consumidor ocupas un papel principal. 

¿Quieres saber cómo? En este artículo te explicamos en qué consiste el autoconsumo compartido y te damos 7 razones para apostar por él. ¡Vamos allá!

Autoconsumo colectivo: definición

El autoconsumo colectivo se basa en la unión de varios consumidores para generar y compartir su propia energía a través de instalaciones comunes que les permiten rentabilizar rápidamente la inversión inicial de la instalación.

Este tipo de asociaciones puede –y suele– darse en los siguientes colectivos: 

  • Comunidades de vecinos.

  • Parques empresariales.

  • Agrupaciones sin necesidad de tener personalidad jurídica. 

  • Comunidades de bienes. 

  • Pymes y empresarios que constituyan una comunidad energética.

El autoconsumo compartido se rige por el Real Decreto 244/2019 y puede acogerse a 2 modalidades:

  1. El autoconsumo colectivo sin excedentes: el fin último es únicamente para consumo, no se vende la energía sobrante en el mercado eléctrico.
  2. El autoconsumo colectivo con excedentes: que puede estar o no acogido a compensación. En el primer caso, la energía sobrante se vende en el mercado eléctrico y en el segundo caso, al final de cada periodo de facturación, las personas adheridas al sistema de compensación simplificado reciben un descuento en su factura. 
Autoconsumo colectivo

Requisitos para acceder al autoconsumo compartido

Si quieres sumarte a una instalación de autoconsumo compartido, debes respetar estas condiciones generales:  

  • Los miembros deben poder conectarse al mismo centro de transformación y la distribución de energía debe ser en Baja Tensión (BT).

  • La distancia máxima entre la planta fotovoltaica y cada uno de los consumidores debe ser como máximo de 500 metros.

  • El sistema de producción y los participantes de la instalación deben estar registrados en la misma referencia catastral.

Toda instalación de autoconsumo debe contar con un Código de Autoconsumo (CAU) que la identifica de forma única, a todos los consumidores y a todas las instalaciones próximas de generación asociados al autoconsumo.

La empresa instaladora habilitada por la empresa distribuidora debe solicitarlo y el CAU está formado por el CUPS (siempre formado por 22 caracteres), seguido del código A y tres ceros (A000). 

Tipos de autoconsumo colectivo según el perfil del consumidor

El autoconsumo colectivo, dependiendo del perfil de los participantes puede ser de 2 clases:

Autoconsumo con conexión en red interior

En el caso del autoconsumo con conexión en red interior, el sistema de producción estará conectado a los consumidores asociados a través de líneas directas con el objetivo de cubrir parte de su demanda energética. 

Esto ocurre en comunidades de propietarios, por ejemplo, bajo estos modelos: 

  • Básico: con la energía generada por la comunidad se abastecen las zonas comunes.

  • Integral: en este caso, la energía producida se destina al autoconsumo. 

  • Flexible: se da en el caso de que no todos los propietarios se unen a la instalación de autoconsumo aunque pueden incorporarse posteriormente.

Autoconsumo con conexión a través de red exterior

El sistema de producción de energía estará conectado a la red de distribución próxima de los participantes de la instalación colectiva. Es el caso de parques empresariales, viviendas unifamiliares de zonas residenciales, etc. y pueden formar comunidades energéticas.

Vemos lo que son a continuación.

Las comunidades energéticas

Las comunidades energéticas son instalaciones realizadas en lugares óptimos dentro de un barrio a las que se pueden adherir los vecinos, ya sean ciudadanía, tejido social local o, incluso, administraciones públicas, en calidad de copropietarios, miembros o socios.

Los beneficios de estas comunidades de autoconsumo son múltiples: 

  • Económicos. 

  • Medioambientales. 

  • Sociales.

  • Financieros. 

Además, aquellos vecinos que no dispongan de un tejado o azotea idónea para el autoconsumo o aquellos que quieran incrementar su porcentaje de energía limpia, pueden hacerlo gracias a este tipo de organización energética.

Otra ventaja interesante es que varias instalaciones de autoconsumo independientes pueden compartir elementos de acumulación o baterías, siempre y cuando se respete la normativa de ubicación de dichos elementos de almacenamiento plasmada en el artículo 5.7 del Real Decreto 244/2019, de 5 de abril

Distribución de la energía en el autoconsumo colectivo

Si te preguntas cómo se reparte la energía generada en una comunidad de autoconsumo, esta se lleva a cabo gracias al contrato de coeficiente de reparto, como se fija en el Real Decreto 244/2019, de 5 de abril.

Este coeficiente permite el reparto de la energía generada conjuntamente con los excedentes energéticos que pudiera haber. 

El valor de los coeficientes de reparto depende del acuerdo entre los participantes. Estos criterios y coeficientes deben quedar recogidos en el acuerdo entre las partes y que cada consumidor deberá hacer llegar a la distribuidora directamente o a través de su empresa comercializadora. 

Este coeficiente se establece en función de diferentes factores como: 

  • La potencia a facturar de cada uno de los consumidores asociados. 

  • La aportación económica de cada uno de los consumidores para la instalación de generación. 

  • La energía horaria que consume cada inmueble.

  • La superficie construida.

  • La cuantía económica que se ha aportado a la hora de pagar la instalación.

En cualquier caso, la suma de los coeficientes de reparto de la energía generada de todos los consumidores que participan en el autoconsumo colectivo debe ser igual a uno y el valor de dichos coeficientes –βi–debe ser constante.

Como solución de último recurso, y si los participantes no remiten unos valores distintos, la norma prevé unos coeficientes de reparto calculados a partir de las potencias máximas contratadas por los consumidores partícipes.

7 razones para darle una oportunidad al autoconsumo colectivo

A lo largo de este artículo te hemos ido sumergiendo en el autoconsumo colectivo. Ahora es el momento de hacerte un recapitulativo de 7 razones principales por las que apostar por él:

  1. Compartir los gastos de la instalación: no es necesario duplicar elementos como el inversor fotovoltaico.

  2. Desarrollar una economía de escala: se produce más a menor coste.

  3. Amortizar la instalación más rápido: la inversión es menor que en el autoconsumo individual y puede recuperarse en torno a los 3-4 años.

  4. Optimizar el espacio para generar más energía: al disponer de mayor superficie para colocar placas solares o estaciones minieólicas. 

  5. Rentabilización de espacios comunes: como es el caso de los tejados. 

  6. Almacenar energía.

  7. Participar activamente en la gestión de la demanda energética. 

En definitiva, dar una oportunidad al autoconsumo es apostar por un sistema energético renovable, descentralizado y multidireccional. ¿Te apuntas?

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