Aislamiento térmico

La capacidad de aislamiento térmico de los edificios es clave a la hora de determinar su eficiencia energética y ayuda a sacar el máximo partido a los sistemas de calefacción y climatización de nuestro hogar.  

¿Qué es el aislamiento térmico?

El aislamiento térmico es la capacidad que tienen los materiales para controlar y reducir el paso de calor o de frío por conducción entre objetos o estructuras que se encuentran en contacto directo. 

Dedicar el tiempo necesario a valorar cuál es el mejor aislamiento térmico para tu inmueble es crucial para potenciar su eficacia energética. Contar con una casa bien aislada térmicamente evitará que se produzcan pérdidas o entradas de calor lo que, por añadidura, supondrá un importante ahorro de energía.

Por el contrario, las consecuencias de contar con un mal aislamiento térmico van más allá de un mero aumento en el consumo energético de tu caldera, ya que, además, las casas mal aisladas térmicamente tienden a enfriarse rápidamente en invierno y a acumular calor en exceso en verano.  

El aislamiento térmico suele instalarse en el interior de paredes y tejados, así como en tuberías y determinados tabiques, y su eficacia depende de la resistencia térmica de los materiales que lo componen.

Aislamiento térmico

Tipos de materiales aislantes

Todos los materiales aislantes utilizados en edificios se caracterizan por tener una baja conductividad térmica. Decantarse por utilizar uno u otro es algo que depende de las características de la construcción y del tipo de aislamiento que quieras conseguir. 

Dependiendo de si su origen es orgánico o inorgánico, estos materiales pueden clasificarse en dos grandes grupos.

Materiales naturales

Se trata de materiales orgánicos como madera, corcho, lana, celulosa, paneles de aglomerado y diversas fibras vegetales. La principal ventaja de estos materiales es que son biodegradables y carecen de cualquier tipo de sustancia añadida, lo que resulta beneficioso para el medioambiente.

Materiales artificiales

Son materiales inorgánicos que destacan por su gran capacidad de aislamiento térmico. Estos materiales pueden dividirse, a su vez, en otros dos grupos.

Lanas minerales

Este tipo de aislantes térmicos consisten en una serie de filamentos provenientes de minerales que se entrelazan entre sí para formar una malla. Además de servir como sistema de aislamiento térmico, también ofrecen una gran capacidad de aislamiento acústico y alta resistencia contra el fuego. 

Las más utilizadas son la lana de roca y la lana de vidrio.

Materiales sintéticos

Son materiales provenientes de polímeros y plásticos sintéticos que destacan por su eficiencia a la hora de aislar térmicamente y algunos de ellos, como el poliestireno extruido, por presentar también una gran resistencia frente al agua y el exceso de humedad.

Los más utilizados son el poliestireno expandido, de gran densidad, el poliuretano y los rollos de burbujas de polietileno.

¿Cómo elegir un buen aislante térmico?

A la hora de evaluar qué aislamiento térmico es el mejor para tu hogar, debes tener en cuenta que cumpla con una serie de características de las que va a depender en gran parte su buen funcionamiento. 

Las principales propiedades que debe tener un buen material de aislamiento térmico son las que te mencionamos a continuación.

Resistencia térmica

Es la capacidad del material para resistir el flujo de calor. Depende principalmente del tipo de material aislante que se utilice y se calcula dividiendo el espesor del material entre su conductividad térmica, y se expresa en m2K/W.

Absorción de agua

Determina la capacidad de absorción de agua que presenta el material aislante. Además de por contacto directo, los materiales aislantes también pueden absorber la humedad a través de la condensación de vapor de agua. La capacidad de absorción de agua está relacionada con el espesor del material y su permeabilidad, y puede expresarse en porcentaje de volumen de agua por el volumen del material.

Reacción ante el fuego

Determina el comportamiento del material aislante ante incendios u otras formas de fuego. Para ello, se utilizan las Euroclases, un sistema que clasifica los materiales en función de su combustibilidad, el tipo de humos que genera y la posibilidad de que se produzcan goteos de determinadas partículas o fluidos inflamables.

Durabilidad

Esta característica determina el tiempo que tardará el material aislante en empezar a deteriorarse y durante cuánto tiempo mantendrá intactas todas sus propiedades. También determina si necesitará algún tipo de mantenimiento para seguir funcionando de forma eficiente.

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