Caldera

La caldera de gas es el aparato que dota de agua caliente a los sanitarios y a la calefacción de los inmuebles mediante la combustión de un gas. El tipo de gas más extendido en España es el gas natural.

¿Qué es una caldera de gas?

Una caldera de gas es un equipo que emplea el gas natural como combustible para calentar agua y que, posteriormente, se podrá utilizar como agua caliente sanitaria (ACS) o servirá para alimentar el circuito de calefacción de la vivienda, local, negocio o empresa. 

De forma resumida se puede decir que una caldera de gas quema gas natural –antes conocido como gas ciudad– para calentar agua. 

Caldera de gas

¿Cómo funciona y componentes de una caldera de gas?

Una caldera de gas produce calor al quemar un gas –normalmente gas natural– en su interior, transmitiendo ese calor a un fluido que en la mayoría de los casos será agua y que se denomina fluido caloportador. Después, ese fluido se empleará para climatizar un espacio o para producir agua caliente sanitaria (ACS).

Una vez que sabes cómo funciona, vamos a analizar los componentes principales de una caldera de gas y su funcionalidad:

Quemador 

Aquí se produce la llama de la combustión gracias a la entrada por un lado del gas natural y por otro lado de aire, esto es, oxígeno. Ten en cuenta que para que haya combustión tiene que existir una mezcla de aire y gas.

Hogar o cámara de combustión 

Es la parte de la caldera donde se acumulan los gases calientes que se producen en la combustión y donde, por tanto, se concentran las temperaturas más altas.

Intercambiador 

Se trata de una tubería larga en forma de serpentín, en la que por un lado entra el agua fría que, según va recorriendo la tubería, se irá calentando con el calor de los gases de la combustión.

Salida de agua

Es la toma por donde el agua, después de ser calentada en la caldera, es enviada a la instalación ACS o al sistema de calefacción.

Chimenea o tubería de salida

Como su nombre anticipa es la salida al exterior necesaria para expulsar los gases residuales que se producen en la combustión, que son mayoritariamente dióxido de carbono (CO2) y óxidos de nitrógeno (NOx). Normalmente la salida de estos gases es directamente a la atmósfera.

Retorno de agua

Es la toma por donde retorna el agua que viene de los radiadores o del acumulador.

Comúnmente, el circuito de radiadores de la calefacción es un circuito cerrado, es decir, el agua caliente sale de la caldera a los radiadores, recorre todos ellos para calentar la vivienda y vuelve de nuevo a entrar en la caldera para aprovechar el calor residual que tenga.

Las modernas calderas de gas suelen incorporar además un circuito electrónico para controlar el funcionamiento de la caldera de forma automática. 

Tipos principales de calderas de gas

Existen 4 tipos principales de calderas de gas que vamos a detallarte a continuación.

Calderas de gas estancas

Las calderas de gas estancas son aquellas en las que la cámara de combustión está sellada (cerrada) por lo que no consume el aire –el oxígeno– de la vivienda o habitación. 

Esto las hace mucho más seguras, ya que los gases que proceden de la combustión no tienen ningún contacto con el aire de la estancia.

Las calderas estancas pueden ser estándar, de bajo NOx o de condensación.

Calderas de gas de bajo NOx 

Estas calderas son también estancas y se diferencian de las anteriores en que están diseñadas para disminuir al máximo las emisiones de NOx (óxido de nitrógeno) que se producen en la combustión del gas natural.

Calderas de gas de condensación 

Esta última tipología también acoge calderas estancas –de cámara cerrada–, pero cuentan con la ventaja de que son capaces de reutilizar la energía generada por el vapor de agua en el proceso de combustión del gas, lo que las convierte en unos aparatos muy eficientes. 

Así, las calderas de condensación pueden llegar hasta un 94% de eficiencia y la mayoría de los modelos obtienen calificación energética A tanto en ACS como en calefacción.

Calderas de gas atmosféricas

En este caso, la cámara de combustión está abierta, es decir, es todo lo contrario a las calderas estancas. 

El oxígeno necesario para la combustión del gas se toma del mismo lugar en el que está ubicada la caldera y, además, parte de los gases residuales que se emiten en la combustión se quedan en el aire. 

En España, desde 2010 está prohibida la instalación de este tipo de caldera, según el Real Decreto 1027/2007, por los problemas de seguridad que conlleva.

Revisiones caldera de gas

Todas las instalaciones de gas, incluida la caldera, necesitan una inspección profesional cada cierto tiempo que garantice su correcto funcionamiento y seguridad. 

Estos son los plazos para llevar a cabo estas revisiones, según la legislación vigente en España:

  • La revisión de la instalación de gas es cada 5 años (4 en el País Vasco).

  • La revisión de la caldera de gas debe hacerse cada 2 años.

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