
El calentador estanco es más seguro y eficiente que el atmosférico. Desde 2018 se instalan por normativa al ofrecer seguridad y eficiencia energética.
Los combustibles sintéticos, también llamados combustibles de huella cero o e-fuels, han revolucionado la industria de los carburantes y se presentan como una alternativa prometedora y sostenible a los combustibles fósiles tradicionales.
Los combustibles sintéticos son un tipo de carburante obtenido a partir del hidrógeno y del dióxido de carbono (CO2) con capacidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Gracias a su compatibilidad con los sistemas de combustión actuales, ofrecen la posibilidad de lograr una transición hacia una energía más limpia y resiliente.
Los combustibles sintéticos pueden utilizarse en el transporte, especialmente en vehículos que recorren grandes distancias, como camiones, barcos o aviones.
Dado que cuentan con características similares a las de combustibles existentes, como el diésel o la gasolina, son compatibles con nuestros vehículos actuales.
De hecho, se plantea la pregunta de si los coches por hidrógeno junto al vehículo eléctrico serán suficientes para conseguir la descarbonización del transporte y la neutralidad climática en 2050, establecida en el Pacto Verde Europeo.
Los principales combustibles sintéticos son tres y los detallamos más en profundidad a continuación:
El diésel sintético o e-diésel es un combustible producido a partir de la biomasa (materiales de origen vegetal o animal) que, mediante procesos termoquímicos y biológicos, se combina con el hidrógeno para formar el combustible.
Sus propiedades son similares a las del diésel convencional, pero el e-diésel es una alternativa más sostenible que puede utilizarse en los motores existentes sin necesidad de realizar grandes modificaciones.
La gasolina sintética es un tipo de combustible producido a partir de la obtención de hidrógeno y carbono, la producción de metanol y un proceso de purificación o limpieza.
Su producción surge, sobre todo, a partir de las nuevas regulaciones sobre emisiones contaminantes, como las normas Euro V y Euro VI.
El queroseno sintético es un combustible sintético del hidrógeno verde producido mediante energías renovables y muy utilizado en el sector de la aviación.
Actualmente, se han iniciado proyectos que emplean avances tecnológicos para producir queroseno a partir de gas de síntesis, lo que representa un paso hacia la reducción de la huella de carbono.
Estas iniciativas buscan encontrar métodos más sostenibles y eficientes para fabricar queroseno.
Para la producción y distribución de los combustibles sintéticos, se pueden aprovechar las infraestructuras existentes, como refinerías y estaciones de servicio.
Estos combustibles se generan a partir de CO2 e hidrógeno renovable y el proceso promueve la eficiencia en el uso de recursos y la reutilización de residuos.
El resultado de este proceso es la obtención de combustibles sintéticos neutros en carbono, con emisiones cero, que contribuyen a la transición hacia una economía más sostenible.
La Unión Europea busca reducir el 100 % de las emisiones en 2035 y considera prohibir los coches nuevos con motores de combustión.
Sin embargo, los combustibles sintéticos han abierto una pequeña ventana de esperanza debido a las ventajas principales que ofrecen.
Sin duda, el futuro de los combustibles sintéticos será clave para reducir la huella de carbono en el transporte.
El calentador estanco es más seguro y eficiente que el atmosférico. Desde 2018 se instalan por normativa al ofrecer seguridad y eficiencia energética.
El Certificado de Gas es el documento que garantiza que las instalaciones de este suministro son totalmente seguras y cumplen con la normativa.
El canon IRC del gas depende del tipo de instalación, la duración del contrato y la empresa autorizada. Lo pagan los titulares de los contratos.