
Las baterías de coches eléctricos son elementos claves cuyas características es preciso conocer. Influyen en el precio del coche y su autonomía.
El coche de hidrógeno resulta ser una apuesta de futuro para alcanzar la neutralidad climática prevista para Europa en el año 2050. Sin embargo, son muchos los retos a hacer frente hasta esa fecha, como el desarrollo de una tecnología renovable que abarate los costes de producción y la creación de la infraestructura necesaria para abastecer la demanda futura.
En concreto, el hidrógeno verde cuenta con un rol crucial como vector energético, ya que permite crear y almacenar energía de una manera sostenible y eficiente. La importante apuesta del coche de hidrógeno verde atiende en la misma medida a sus múltiples ventajas como a su gran autonomía.
Por esta razón, es tan importante que conozcas qué es y cómo funciona este vehículo del futuro según muchos expertos.
Un coche de hidrógeno es un vehículo eléctrico impulsado por hidrógeno (H), elemento almacenado en los depósitos de combustible y que le permite fabricar la electricidad que requiere para su funcionamiento. Por este hecho, es conocido igualmente como coche de pila de combustible.
Este tipo de vehículos cuenta con la etiqueta CERO de la DGT (Dirección General de Tráfico), lo que le permite acceder a las llamadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), además de beneficiarse de una serie de ventajas fiscales y administrativas previstas por la normativa vigente en cada Comunidad Autónoma.
En lo que respecta en concreto al coche de hidrógeno verde, es decir, el generado a través de electricidad renovable, tal y como se establece en la Hoja de Ruta marcada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, se han trazado 3 fases para el desarrollo de su tecnología:
Toda esta evolución prevista necesita que la producción de electricidad verde se incremente masivamente, lo que va a propiciar que alrededor de una cuarta parte de esta energía limpia se use para la producción de hidrógeno renovable en el año 2050, avance que además está previsto que abarate su producción.
El funcionamiento de un coche de hidrógeno responde a un proceso reactivo dado que se activa en contacto con el oxígeno, tal y como te detallamos a continuación:
En cuanto al repostaje, se realiza de la misma manera que los vehículos propulsados por combustibles fósiles, pero en lo que podríamos denominar hidrogeneras, lo que vendría a ser gasolineras de hidrógeno.
De este modo, un depósito de hidrógeno con una capacidad de unos 7 litros puede estar lleno en 5 minutos, como ocurre con los coches de gasolina o en los diésel.
Este modo de funcionamiento le confiere una serie de ventajas como las siguientes:
En cuanto a los inconvenientes encontramos los siguientes:
A pesar de lo mencionado, la medida 17 de la Hoja de Ruta del Hidrógeno –documento anteriormente citado–, permitirá desarrollar la legislación específica para su construcción y gestión, algo que ayudará a la creación de una red eficaz de puntos de abastecimiento.
Así las cosas, como venimos comentando a lo largo del artículo, el coche de hidrógeno verde es uno de los elementos clave en la electrificación del transporte y necesario para impulsar la transformación energética, por lo que se han establecido medidas para salvar las desventajas, hacer su uso más extensivo y desarrollar la tecnología imprescindible para su desarrollo.
Las baterías de coches eléctricos son elementos claves cuyas características es preciso conocer. Influyen en el precio del coche y su autonomía.
La vida útil y costes de una batería de coche eléctrico dependen de su tecnología y del uso. Al cabo de los años pierden parte de su capacidad de carga.
Los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) impulsan la responsabilidad corporativa, competitividad y resiliencia ante desafíos globales.