
El mantenimiento de las calderas de gas sirve para completar las inspecciones y revisiones obligatorias. Permite obtener el máximo rendimiento y evitar fallos.
Las válvulas termostáticas de los radiadores son un elemento de control de la temperatura en una instalación térmica que te permite ahorrar en tu consumo de gas. Frente a las manuales, actualmente puedes instalar válvulas inteligentes que permiten programar su funcionamiento en base a tus necesidades.
Desde 2003 la instalación de estas válvulas en los radiadores se recomienda dada su finalidad estratégica para un consumo de energía eficiente. En este sentido, las más avanzadas se pueden integrar incluso en sistemas de domótica para que las programes a distancia.
Estas son razones más que suficientes para que hoy te hablemos de cómo funcionan las válvulas termostáticas y cómo puedes ahorrar con ellas.
Las válvulas termostáticas de los radiadores son un mecanismo de regulación automática y autónoma de la temperatura, en concreto de la entrada de agua según la temperatura programada.
Desde marzo del año 2003, la instalación de válvulas es obligatoria en sistemas de gestión térmica con el objetivo de impulsar el ahorro energético.
Según el Real Decreto 1027/2007 por el que se regula la contabilización de consumos individuales en instalaciones térmicas de edificios debe colocarse una válvula termostática en cada una de las unidades terminales de las habitaciones principales de las viviendas como la sala de estar, el comedor, los dormitorios, etc.
Existen 2 tipos de válvulas termostáticas según su funcionamiento:
Según los expertos el uso de estos componentes puede ayudarte a ahorrar hasta un 20 % en tu consumo de gas.
La buena disposición a su uso viene alimentada por sus múltiples beneficios, ya que sumado al ahorro en tu factura del gas, las ventajas que proporcionan son importantes:
● Mejoran el confort de las estancias al mantener una temperatura constante.
● Aumentan la eficiencia energética de tu instalación puesto que aprovechan la energía de una manera más consciente y ajustada a tus necesidades.
● Reducen las emisiones de CO2 gracias a que disminuyen el consumo.
● Necesitan un mantenimiento mínimo.
● Alargan la vida útil de tu instalación.
● La inversión inicial que puede suponer colocar estos elementos en los radiadores se amortiza en el corto plazo gracias al ahorro de gas.
Las válvulas termostáticas cuentan con un dispositivo que corta el paso del agua del radiador cuando este alcanza la temperatura que le has fijado. Gracias a ellas, puedes programar una temperatura diferente para cada espacio de la vivienda, o lo que es lo mismo, proceder a la zonificación de tu vivienda.
Estas válvulas regulan el caudal de agua caliente de forma automática controlando la temperatura gracias al termostato que incorporan. Así, la válvula, al recibir esta información, actúa de forma autónoma aumentando o disminuyendo la cantidad de agua caliente que deja pasar al radiador para calentar el espacio.
Es muy importante que, en el caso de que cuentes con calefacción central, antes de su instalación consultes con un técnico especialista en este tipo de instalaciones, ya que pueden producirse problemas de funcionamiento o roturas por sobrepresión.
La instalación de equipos de contabilización individualizada es obligatoria como hemos visto en sistemas de calefacción centralizada –lo que implica contar con un sistema óptimo de repartición de los costes del consumo– y altamente recomendables en sistemas de calefacción individual.
En su Guía práctica de la energía el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la energía –IDAE– expone que cada grado de más en la programación de tu calefacción, el consumo aumenta un 7 %.
A tenor de este dato, imagina lo importante que es poder tener un control absoluto de tu instalación térmica.
Como venimos comentando, para que puedas ahorrar energía con tus radiadores es necesario introducir elementos de regulación de su temperatura como las válvulas termostáticas.
Si quieres potenciar sus efectos sigue estos 7 consejos:
El mantenimiento de las calderas de gas sirve para completar las inspecciones y revisiones obligatorias. Permite obtener el máximo rendimiento y evitar fallos.
Las calderas en viviendas que se fomentan según la normativa para viviendas son las de condensación y bajo NOx por razones de seguridad y eficiencia.
Una caldera de condensación es eficiente y segura. Necesita menos combustible para funcionar y emite menos gases contaminantes que una convencional.