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El mantenimiento de una caldera de gas es indispensable para asegurar su correcto mantenimiento y garantizar su máxima eficiencia, durabilidad y seguridad.
Si bien como consumidor puedes verificar que la presión se encuentre siempre en valores normales y que el sistema no tenga pérdidas, la verificación de su combustión, estanqueidad, circuito de humos o del vaso de expansión solo puede ser realizada por un profesional acreditado.
Por su gran importancia para todas las personas que tengan instalada una caldera, y dado el amplio espectro de modalidades de estos servicios, en este artículo hemos confeccionado una guía paso a paso para el mantenimiento de una caldera de gas.
El servicio de mantenimiento de las calderas de gas no es obligatorio; sin embargo, realizarlo una vez al año te va a permitir obtener el mejor rendimiento de tu instalación, además de ayudarte a detectar cualquier problema antes de que se deriven consecuencias que pueden afectar a tu integridad y tu bolsillo.
En otras palabras, se trata de un complemento que puedes contratar aparte de las dos revisiones obligatorias de tu instalación de gas y sus componentes, a saber:
Todo ello, así como los requisitos mínimos que se deben cumplir, viene recogido en el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE).
Aclaradas estas cuestiones, los pasos con los que suele constar un servicio de mantenimiento de calderas de gas son los que te indicamos seguidamente.
El técnico va a comprobar que la caldera parece a simple vista funcionar correctamente, prestando especial atención a que no se detecten fugas de agua, problemas de presión, un color de llama anormal, etc.
También es posible que la limpie por fuera, aunque procura tú mantenerla lejos del polvo.
En concreto, es necesario mantener libre de residuos el quemador y el intercambiador de calor para evitar daños en tu caldera.
Si están sucios pueden afectar negativamente a la combustión y dañar tu caldera o inutilizarla.
El técnico también va a ocuparse de limpiar los filtros y los conductos para facilitar una circulación adecuada del aire y la expulsión eficaz de los humos generados al quemar el gas.
Mantener una presión adecuada protege tu caldera de fallos.
Una presión por debajo de los valores normales puede provocar la ineficiencia de tu sistema de calefacción o que tu caldera se encienda y apague constantemente desgastando sus componentes, además de incrementar el consumo energético sin lograr cumplir con su función.
Por el contrario, una presión excesiva puede ocasionar fugas de agua y activar la válvula de seguridad.
En el marco de esta revisión el técnico va a realizar diferentes tests para verificar que las válvulas de seguridad, de paso del gas, de entrada de agua y de retención, entre otras, funcionan correctamente y se encuentran en buen estado.
En esta revisión anual para el mantenimiento de la caldera de gas es igualmente necesario supervisar que el panel de control y los indicadores funcionan adecuadamente.
Uno de esos sistemas es el termostato, una pieza clave para programar la temperatura de consigna para asegurar tu confort térmico, pero también, en el caso de las versiones inteligentes, para modular el funcionamiento de la caldera y adaptarlo a varios escenarios según tus necesidades.
Este servicio de asesoramiento suele ser un valor añadido de algunas empresas que comprueban si el gasto energético responde a las necesidades de la vivienda en calefacción y Agua Caliente Sanitaria, o bien se está realizando un consumo excesivo no justificado.
Un elemento clave a considerar a la hora de elegir una empresa de mantenimiento de calderas de gas es comprobar qué tipo de piezas de recambio están incluidas en el presupuesto, además de las tarifas que pueden aplicar si no lo están.
Tenlo presente porque puede ser un factor que incline la balanza hacia un lado u otro, al igual que si incluyen un servicio de urgencias, que también puede ser de gran utilidad.
Más allá de contar con un servicio de mantenimiento de gas profesional que verifique anualmente el estado de tu caldera, en lo que te concierne puedes adoptar buenas prácticas como las siguientes:
En lo que respecta a las calderas de gasoil, su mantenimiento debe ser anual por ley, y se ocupa de limpiar el exterior de la caldera, depurar los filtros, verificar los quemadores y el aspecto de la llama, examinar la combustión, comprobar la presión y elementos como los electrodos y la boquilla inyectora.
Sea cual sea el tipo de caldera de gas o de gasóleo con la que cuentes, su mantenimiento la hace más segura y eficiente, propiciando un ahorro considerable en tu consumo de la energía.
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