Qué es la calefacción por biomasa y cómo funciona: guía completa

La calefacción por biomasa puede ofrecerte un ahorro energético importante, si consideramos que la calefacción puede suponer hasta un 60 % de la demanda energética de una vivienda.

Es una alternativa eficiente, económica y sostenible frente a los combustibles fósiles, por lo que es una de las grandes apuestas para favorecer la transición energética hacia fuentes de energía renovable. 

En esta guía vas a aprender qué es exactamente la calefacción por biomasa, cómo funciona y en qué te debes fijar a la hora de elegirla.

¿Qué es la calefacción de biomasa  y en qué se diferencia de otros sistemas?

Qué es la calefacción por biomasa y cómo funciona

La calefacción de biomasa es un sistema de climatización que quema combustible sólido de origen orgánico, como pellets, astillas, leña, huesos de aceituna o residuos agrícolas, para generar calor y/o Agua Caliente Sanitaria (ACS) a través de una caldera.

La biomasa para alimentar la caldera proviene principalmente de: 

  • Actividades forestales y de la industria maderera: astillas, pellets, serrín, restos de poda, leñas, etc. 
  • Subproductos agrícolas: cáscaras de frutos secos o huesos de aceituna. 
  • Residuos industriales: resultantes de procesos de elaboración de cerveza y zumos. 
  • Cultivos energéticos específicos como el chopo, el sauce, el eucalipto o el álamo considerados de rotación corta (CLRC).

De acuerdo con la información recogida por la Asociación Española de la Biomasa (AVEBIOM), la biomasa es el combustible más económico para la calefacción, seguida del gas natural.

Tipos de calderas de biomasa según el combustible utilizado y su tecnología

La primera clasificación que podemos hacer de las calderas de biomasa es en función del combustible que utilizan. Así, las principales son:

  • Calderas de pellets. Se trata de madera compactada que ofrece un alto poder calorífico y son muy estables. 
  • Calderas de astillas o leña. Es un recurso habitual en los lugares en los que hay abundancia de residuos de madera.
  • Calderas preparadas para policombustibles. Pueden utilizar diversos tipos de combustible como pellets y astillas, por ejemplo.

En cuanto a la tecnología que incorporan, las calderas pueden ser: 

  • Estándar de biomasa. Son calderas diseñadas expresamente para funcionar con biomasa. Suelen ofrecer rendimientos que pueden llegar a superar el 90 %. 
  • Convencionales adaptadas para biomasa. Son antiguas calderas de carbón o gasóleo que pueden reconvertirse para usarse con combustible orgánico sólido. Su rendimiento es algo menor, aunque puede alcanzar un 85 %. 
  • Mixtas. Funcionan con varios tipos de combustibles lo que permite elegir el que se encuentre más disponible o esté a mejor precio. Son versátiles, aunque suelen requerir una mayor inversión inicial. 
  • A condensación. Se trata de calderas de pellets con la capacidad de recuperar el calor de los humos emitidos y generar rendimientos superiores al 100 %.

Así las cosas, si aún te preguntas qué es una caldera de biomasa y a tenor de lo comentado, podemos afirmar que se trata de un sistema de calefacción sostenible que se fundamenta en los principios de la economía circular para ofrecer un ahorro en la calefacción de más del 50 % con respecto a otros sistemas de combustibles fósiles. 

¿Cómo funciona una caldera de biomasa paso a paso?

Ahora que ya conoces qué es la calefacción por biomasa y los principales tipos de caldera que existen, vamos a detenernos en su funcionamiento paso a paso en los puntos sucesivos.

Almacenaje de combustible

Como ocurre con las chimeneas de leña tradicionales, vas a necesitar un espacio específico como depósito del combustible, sea pellets, leña o huesos de aceituna, entre otros.

Algunos modelos de calderas de biomasa se abastecen de manera automática mediante un sistema de aspiración.

Combustión

A medida que el combustible entra poco a poco en la cámara de combustión y se regula el aporte de oxígeno para conseguir una llama estable y eficiente para quemar el biocombustible y generar calor.

Todo este proceso está controlado electrónicamente para mejorar su gestión y reducir las emisiones.

Transferencia del calor al agua

El calor que se genera pasa a un intercambiador que calienta el agua del circuito de calefacción. El sistema de distribución del calor puede ser mediante radiadores de agua o suelo radiante, por ejemplo, como ocurriría con una calefacción de gas natural, gas propano o gasóleo. Asimismo, esta clase de calefacción también puede proporcionar ACS, según el tipo de instalación por el que hayas optado.

Gestión de humos y cenizas

Los gases resultantes de la combustión se expulsan por la chimenea. En ese sentido, debes saber que la instalación de una caldera de calefacción pro biomasa está sujeta a la normativa española de seguridad, eficiencia y emisiones, como el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) y la norma UNE-EN 303-5.

Las cenizas se van acumulando en el cenicero. En las calderas más modernas su gestión es automática y solo tienes que vaciar el depósito algunas veces al año.

Control y eficiencia

Como te hemos comentado, las calderas más modernas gestionan de manera automática su potencia, así como el aporte de aire y combustible para un mejor aprovechamiento de los recursos. Consiguen rendimientos superiores al 90 %, e incluso al 100 % en los sistemas de condensación que aprovechan el calor latente.

Por resumir, una caldera de biomasa convierte un residuo orgánico sólido o un subproducto agrícola en energía térmica. En realidad, el proceso es parecido al de una caldera de gas o gasóleo, pero con la ventaja de ser renovable, más económico y con emisiones de CO2 neutras (porque el CO2 que se libera es el que ha absorbido la planta o árbol mientras crecía).

Ventajas de la calefacción de biomasa

Llegados a este punto, una pregunta se impone: ¿merece la pena invertir en una calefacción de biomasa? La respuesta depende de ti, de tus necesidades, del espacio con el que cuentes o el tipo de instalación que desees, pero vamos a ayudarte comentándote algunas ventajas:

  • Ahorro económico. Gracias a su alto rendimiento y el precio del biocombustible, la calefacción de biomasa te permite ahorrar en tu factura energética, sobre todo en zonas climáticas frías en las que se precisa mucha energía térmica. 
  • Fuente de energía renovable y sin emisiones. La biomasa proviene de restos orgánicos desechados que han consumido CO2 durante su ciclo de vida, de modo que al utilizarla como combustible, las pocas emisiones que realiza se neutralizan. 
  • Calefacción sostenible. Como se utilizan residuos de actividades humanas, no se extraen recursos del planeta acumulados durante millones de años como ocurre con los combustibles fósiles. Esto hace que el proceso sea más sostenible, también por la recuperación de materia desechada. 
  • Disponibilidad territorial.  El origen de la biomasa es diverso y aprovecha residuos locales, evitando la dependencia de combustibles importados.

Una de las desventajas atribuibles a este tipo de calefacción es el precio de la instalación. Una caldera de biomasa puede costar, según las fuentes de empresas instaladoras consultadas, entre 1 500 € y 3 000 € si es de pellets, y superar estos valores si también proporciona agua caliente.

Su instalación, dependiendo del sistema de distribución que elijas puede oscilar entre 5 000 € y 9 000 € en viviendas unifamiliares, aunque todo depende del tamaño de la vivienda y la complejidad de la instalación.  

Ahora bien, puedes obtener una reducción significativa de tu inversión a través de fondos europeos Next Generation y otras ayudas ligadas para la mejora de la eficiencia energética.

En este orden de cosas, analiza también las ayudas para redes de calor o District Heating en el caso de proyectos colectivos. 

¿Cómo elegir la mejor calefacción de biomasa para ti? Factores a considerar

En tu elección del mejor sistema de calefacción por biomasa, es recomendable que valores los siguientes factores:

  • Potencia adecuada. Determina qué potencia necesitas para dimensionar correctamente tu calefacción y elegir el mejor sistema. Toma el cuenta el tamaño de tu vivienda, el aislamiento térmico, la orientación y el uso. 
  • Tipo de combustible. Fíjate qué tipo de biocombustible abunda en tu municipio, para acceder a precios competitivos. Valora la instalación de una caldera de policombustible para tener más opciones. 
  • Comodidad vs. inversión. Si buscas comodidad, la inversión inicial va a ser mayor, pues necesitas modelos más avanzados y automatizados, aunque aumentarás el retorno de la inversión a medio y largo plazo. 
  • Eficiencia energética. Si priorizas el rendimiento, las calderas de condensación que recuperan la energía térmica de la combustión son la solución que mejor va a adaptarse a tus necesidades. 
  • Acceso a ayudas y subvenciones. Antes de invertir en un sistema de calefacción renovable verifica las ayudas estatales o subvenciones que te ayudan a financiar la instalación de biomasa.

Si deseas reducir tu factura energética debida a la calefacción, la biomasa es una opción que puedes valorar por su alto rendimiento, sostenibilidad y comodidad. 

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