
Las baterías de coches eléctricos son elementos claves cuyas características es preciso conocer. Influyen en el precio del coche y su autonomía.
La calefacción por biomasa puede ofrecerte un ahorro energético importante, si consideramos que la calefacción puede suponer hasta un 60 % de la demanda energética de una vivienda.
Es una alternativa eficiente, económica y sostenible frente a los combustibles fósiles, por lo que es una de las grandes apuestas para favorecer la transición energética hacia fuentes de energía renovable.
En esta guía vas a aprender qué es exactamente la calefacción por biomasa, cómo funciona y en qué te debes fijar a la hora de elegirla.
La calefacción de biomasa es un sistema de climatización que quema combustible sólido de origen orgánico, como pellets, astillas, leña, huesos de aceituna o residuos agrícolas, para generar calor y/o Agua Caliente Sanitaria (ACS) a través de una caldera.
La biomasa para alimentar la caldera proviene principalmente de:
De acuerdo con la información recogida por la Asociación Española de la Biomasa (AVEBIOM), la biomasa es el combustible más económico para la calefacción, seguida del gas natural.
La primera clasificación que podemos hacer de las calderas de biomasa es en función del combustible que utilizan. Así, las principales son:
En cuanto a la tecnología que incorporan, las calderas pueden ser:
Así las cosas, si aún te preguntas qué es una caldera de biomasa y a tenor de lo comentado, podemos afirmar que se trata de un sistema de calefacción sostenible que se fundamenta en los principios de la economía circular para ofrecer un ahorro en la calefacción de más del 50 % con respecto a otros sistemas de combustibles fósiles.
Ahora que ya conoces qué es la calefacción por biomasa y los principales tipos de caldera que existen, vamos a detenernos en su funcionamiento paso a paso en los puntos sucesivos.
Como ocurre con las chimeneas de leña tradicionales, vas a necesitar un espacio específico como depósito del combustible, sea pellets, leña o huesos de aceituna, entre otros.
Algunos modelos de calderas de biomasa se abastecen de manera automática mediante un sistema de aspiración.
A medida que el combustible entra poco a poco en la cámara de combustión y se regula el aporte de oxígeno para conseguir una llama estable y eficiente para quemar el biocombustible y generar calor.
Todo este proceso está controlado electrónicamente para mejorar su gestión y reducir las emisiones.
El calor que se genera pasa a un intercambiador que calienta el agua del circuito de calefacción. El sistema de distribución del calor puede ser mediante radiadores de agua o suelo radiante, por ejemplo, como ocurriría con una calefacción de gas natural, gas propano o gasóleo. Asimismo, esta clase de calefacción también puede proporcionar ACS, según el tipo de instalación por el que hayas optado.
Los gases resultantes de la combustión se expulsan por la chimenea. En ese sentido, debes saber que la instalación de una caldera de calefacción pro biomasa está sujeta a la normativa española de seguridad, eficiencia y emisiones, como el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) y la norma UNE-EN 303-5.
Las cenizas se van acumulando en el cenicero. En las calderas más modernas su gestión es automática y solo tienes que vaciar el depósito algunas veces al año.
Como te hemos comentado, las calderas más modernas gestionan de manera automática su potencia, así como el aporte de aire y combustible para un mejor aprovechamiento de los recursos. Consiguen rendimientos superiores al 90 %, e incluso al 100 % en los sistemas de condensación que aprovechan el calor latente.
Por resumir, una caldera de biomasa convierte un residuo orgánico sólido o un subproducto agrícola en energía térmica. En realidad, el proceso es parecido al de una caldera de gas o gasóleo, pero con la ventaja de ser renovable, más económico y con emisiones de CO2 neutras (porque el CO2 que se libera es el que ha absorbido la planta o árbol mientras crecía).
Llegados a este punto, una pregunta se impone: ¿merece la pena invertir en una calefacción de biomasa? La respuesta depende de ti, de tus necesidades, del espacio con el que cuentes o el tipo de instalación que desees, pero vamos a ayudarte comentándote algunas ventajas:
Una de las desventajas atribuibles a este tipo de calefacción es el precio de la instalación. Una caldera de biomasa puede costar, según las fuentes de empresas instaladoras consultadas, entre 1 500 € y 3 000 € si es de pellets, y superar estos valores si también proporciona agua caliente.
Su instalación, dependiendo del sistema de distribución que elijas puede oscilar entre 5 000 € y 9 000 € en viviendas unifamiliares, aunque todo depende del tamaño de la vivienda y la complejidad de la instalación.
Ahora bien, puedes obtener una reducción significativa de tu inversión a través de fondos europeos Next Generation y otras ayudas ligadas para la mejora de la eficiencia energética.
En este orden de cosas, analiza también las ayudas para redes de calor o District Heating en el caso de proyectos colectivos.
En tu elección del mejor sistema de calefacción por biomasa, es recomendable que valores los siguientes factores:
Si deseas reducir tu factura energética debida a la calefacción, la biomasa es una opción que puedes valorar por su alto rendimiento, sostenibilidad y comodidad.
Las baterías de coches eléctricos son elementos claves cuyas características es preciso conocer. Influyen en el precio del coche y su autonomía.
La vida útil y costes de una batería de coche eléctrico dependen de su tecnología y del uso. Al cabo de los años pierden parte de su capacidad de carga.
Los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) impulsan la responsabilidad corporativa, competitividad y resiliencia ante desafíos globales.