
Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
Una secadora de bajo consumo es una opción a tener muy en cuenta, sobre todo si estás pensando en invertir en una para agilizar la gestión de tu colada y máxime de cara al invierno. Optar por electrodomésticos de bajo consumo que sean más eficientes y con ello supongan un menor consumo es algo que dada la situación energética global cobra cada vez mayor protagonismo.
Para ayudarte a recopilar la mayor información posible al respecto, te hemos preparado este contenido en el que respondemos a la pregunta: “¿qué tipo de secadora gasta menos luz?”.
Como complemento, vamos a compartir contigo 8 recomendaciones para darte ideas eficaces sobre cómo puedes ahorrar con este electrodoméstico.
Para ayudarte a encontrar la secadora de bajo consumo eléctrico ideal para ti, entramos en detalle en las 3 más habituales. Las hemos clasificado según su eficiencia, en concreto, de la menos a la más eficiente.
Las secadoras de evacuación fueron las primeras en comercializarse por lo que son las menos eficientes, aunque son las más económicas.
Calientan el aire que recogen del exterior, con el que se va a secar la ropa y expulsan el aire húmedo del interior a través de un tubo.
Esto implica que, allí donde la vayas a poner, tienes que contar con el espacio para colocar esta salida de aire.
Las secadoras de condensación, como su nombre indica, condensan el vapor de agua que existe en el aire para eliminar la humedad de las prendas.
El aire, una vez calentado gracias a resistencias eléctricas, se almacena en un compartimiento especial. A continuación, este aire pasa al tambor y seca la ropa.
El aire húmedo es enviado a un intercambiador, donde se le quita la humedad que se condensa y se deposita en forma de gotas de agua en un compartimento especial o bandeja.
El consumo de las secadoras de condensación es inferior al de las de evacuación, ya que no toman aire del exterior para calentarlo, ni necesitan expulsar aire al exterior sino que lo reutilizan.
Así las cosas, su instalación requiere menos espacio y propicia un mayor ahorro energético.
Si te preguntas cuál es la secadora que menos consume, la respuesta es una que cuente con bomba de calor.
Su tecnología sin resistencias eléctricas para calentar el aire implica que consumen mucha menos electricidad.
Su funcionamiento se basa en estos pasos que se repiten hasta completar un ciclo de secado:
Como has podido comprobar, este tipo de secadoras de bajo consumo funcionan como las de condensación, excepto por la forma que tienen de calentar el aire.
En lo que respecta al consumo de una secadora de bomba de calor, este es considerablemente menor que su predecesora, pudiendo suponer la mitad del gasto.
De acuerdo con fabricantes consultados, las secadoras de evacuación suponen un gasto medio de 4,8 kWh, las de condensación rondan los 4,2 kWh y las de bomba de calor los 2,2 kWh.
Te invitamos a descubrir cómo ahorrar energía con la secadora de ropa a través de 8 consejos que hemos recopilado siguiendo las recomendaciones de fabricantes de estos electrodomésticos de gama blanca.
Fíjate en la etiqueta de eficiencia energética de la secadora y opta por la más próxima a la letra A.
Tal y como acabamos de compartir contigo, las secadoras de bomba de calor son las secadoras de bajo consumo eléctrico más eficientes.
Además de la etiqueta energética, es importante para potenciar el ahorro energético, que la secadora cuente con funcionalidades como:
Cuando laves tus prendas, resulta esencial que adaptes el centrifugado a las necesidades de los tejidos.
Por ejemplo, en el caso de que los tejidos sean pesados y voluminosos, selecciona un centrifugado más alto, así el secado será más eficiente que si la ropa llega empapada a la secadora.
El mantenimiento resulta necesario para que cualquier tipo de aparato funcione correctamente y de la manera más eficiente.
En el mismo orden de cosas, limpia el filtro tras cada uso para eliminar las fibras que pueden afectar al funcionamiento del aparato provocando que consuma más luz de la necesaria.
Es importante que la secadora, como ocurre con el resto de electrodomésticos, se instale en un lugar ventilado y, en la medida de lo posible, dentro de la vivienda.
De esta manera, vas a evitar cambios bruscos de temperatura que pueden afectar a su funcionamiento y provocar que gaste más luz de la necesaria.
Seleccionar el programa adecuado es una de las mejores medidas para ahorrar luz con la lavadora que comparte con la secadora.
Ante la duda, selecciona el programa automático de tu secadora si lo tiene y sigue las instrucciones de uso.
Los sensores del aparato detectarán la humedad existente para activar el programa justo y evitar, así, un gasto innecesario.
Aunque es aconsejable aprovechar el espacio de tus electrodomésticos, llenarlos en exceso resta eficiencia.
En el caso de las secadoras, querer secar ropa a presión impide que esta reciba el aire necesario para secarse, lo que se traduce en más tiempo para completar el mismo proceso y, en consecuencia, un mayor gasto de electricidad.
Si buscas ahorrar luz en casa, la tarifa de luz que tengas contratada resulta un factor elemental.
Por ejemplo, si cuentas con una tarifa con discriminación horaria, lo ideal es programar el funcionamiento del aparato en las horas más económicas, como es el caso del tramo de horas valle en una tarifa PVPC.
Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
Las ventajas del coche eléctrico son medioambientales, técnicas y fiscales y refuerzan la movilidad sostenible, clave en el Pacto Verde Europeo.
El vehículo híbrido enchufable combina un motor de combustión con otro eléctrico con los que potencia el ahorro en consumo y la movilidad sostenible.