Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
El relé térmico es un dispositivo muy importante para los motores eléctricos, pues los protege de sobrecargas, evitando que se caliente más de lo necesario y se pueda estropear.
Piensa que un motor puede funcionar horas y horas, pero un exceso de corriente los calienta demasiado, y pueden acabar quemándose.
Explicado así, el proceso puede ser complicado de entender, por eso te vamos a explicar ya mismo qué es el relé térmico con todo detalle y de manera sencilla, cómo funciona, en qué se diferencia de otros protectores como el magnetotérmico y cómo ayuda a proteger a tus motores.
Un relé térmico es un dispositivo de protección que evita el sobrecalentamiento de los motores eléctricos cuando se produce un incremento inesperado de corriente, desconectando la fuente de alimentación para evitar daños por sobrecarga prolongadas.
Funciona con láminas bimetálicas que se calientan por el paso de la electricidad, se deforman y activan un mecanismo que abre el circuito. Esto interrumpe el suministro de electricidad que llega al motor, y lo protege.
Gracias al relé térmico vas a conseguir:
Una de las grandes ventajas del relé eléctrico es su versatilidad. Puede utilizarse en aplicaciones domésticas, industriales y de autoconsumo solar. Te ponemos algunos ejemplos:
El relé térmico va a cortar la electricidad antes de que un motor sufra daños, pero ¿cómo lo hace? Aunque suene complejo, el procedimiento es sencillo y podríamos decir que se articula en 4 pasos:
En resumidas cuentas, el relé desconecta el motor cuando se da un sobrecaliento, protegiéndolo de posibles daños, alargando su vida útil e incrementando la seguridad de tu instalación.
Aunque por el momento solo te hemos hablado de los relés térmicos bimetálicos que son los más comunes, también los hay ajustables y electrónicos. Veamos en qué consisten:
Cada tipo de relé térmico va a responder a las necesidades específicas de cada aparato en el que se coloca. Ten presente que no es lo mismo proteger un frigorífico que un motor industrial.
El relé térmico se instala, normalmente, en el cuadro eléctrico, acoplado al contactor de arranque del motor. En una aplicación estándar, se suele insertar en la parte inferior del contactor, con los bornes de salida que alimentan al motor, lo que facilita su instalación.
No obstante, también los hay que se instalan por separado y se conectan mediante un sistema de cableado al contactor.
Sea como sea, su función sigue siendo la misma: desconectar automáticamente la alimentación para proteger al motor de daños térmicos.
Ahora bien, para instalarlos es obligatorio recurrir a un técnico autorizado que te asegure el cumplimiento con la normativa vigente y su correcto funcionamiento.
El relé térmico, como ya sabes, protege a los motores eléctricos frente a sobrecargas prolongadas gracias a que detecta el incremento de calor que puede generar la corriente.
Además de este protector eléctrico, es importante que conozcas otros 2 elementos:
Puede que, ante estas definiciones, te asalte una pregunta: ¿por qué usar un relé térmico si ya tengo un magnetotérmico? El relé está calibrado de manera específica para las características del motor, permitiendo ajustes más precisos para la corriente nominal del aparato, es decir, la corriente que un motor puede soportar de manera continua sin ver comprometido su funcionamiento.
A la hora de elegir un relé térmico, fíjate en estos puntos prácticos:
Ahora ya conoces qué es un relé térmico, cómo funciona y cómo te ayuda a proteger tus motores y alargar la vida útil de tus equipamientos electrónicos. Este pequeño guardián silencioso es una inversión en seguridad, eficiencia energética y durabilidad.
Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
Las ventajas del coche eléctrico son medioambientales, técnicas y fiscales y refuerzan la movilidad sostenible, clave en el Pacto Verde Europeo.
El vehículo híbrido enchufable combina un motor de combustión con otro eléctrico con los que potencia el ahorro en consumo y la movilidad sostenible.