
Los repartidores de costes de calefacción se instalan cuando no se pueden colocar contadores individuales. Se basan en el consumo real de cada hogar.
Existen diferentes tipos de termostatos que pueden ayudarte a gestionar mejor la climatización de tu vivienda o negocio gracias a funciones como la programación de diferentes modos de funcionamiento y la gestión de la temperatura por zonas.
Todo lo que sea poder personalizar y automatizar la climatización de tus espacios va a ayudarte a consumir energía de manera más eficiente, algo que a su vez va a reducir tus facturas.
Por esta razón, resulta esencial que conozcas los diferentes tipos de termostatos para que puedas instalar los que mejor se adapten a tus equipamientos y necesidades.
Los termostatos son dispositivos que permiten regular la temperatura de un sistema de climatización, ayudándote a ser más eficiente en tu consumo energético, pero sin renunciar al confort.
Es más, instalar estos componentes te permite impulsar el bienestar de tus espacios gracias a la personalización del consumo con base en tus hábitos, tanto en tu vivienda como en tu negocio, y por ende, a ahorrar.
Según el tipo de instalación que requieren, su tecnología o su aplicación puedes contar con diferentes tipos de termostatos, como vas a descubrir en los apartados sucesivos.
Para comenzar con esta clasificación de los termostatos, te proponemos empezar por el tipo de instalación que requieren:
La tecnología de cada termostato te va a ofrecer una serie de características específicas. Los termostatos más habituales son:
Uno de los factores que debes considerar a la hora de elegir un termostato es su aplicación, lo vemos ya mismo.
Los termostatos para caldera de gas pueden ser básicamente de 2 tipos de los que te acabamos de hablar: analógicos o digitales, aunque estos últimos son actualmente los más comunes por la comodidad y precisión que ofrecen.
Más allá de la manera de regular la temperatura, puedes encontrar otro tipo de termostatos espacialmente interesantes en la calefacción por gas: los modulantes. Considerando que las calderas de gas que se instalan actualmente en las viviendas y negocios son las de condensación, estos termostatos evalúan factores como la temperatura ambiente y la que está prevista a futuro y modifican el rendimiento de la caldera en consecuencia.
Aquí también las versiones inteligentes de los termostatos que favorecen la personalización a distancia de tus equipamientos resultan eficaces. Y si los integras en un sistema de domótica que centralice todo el consumo de tu hogar incluida la iluminación, las cámaras de vigilancia, etc. vas a incrementar el ahorro.
Como ocurre con los sistemas de calefacción de gas, los termostatos para la gestión de soluciones de climatización eléctrica se enfocan a adaptar la temperatura a las necesidades de cada espacio.
Esto incluye a los sistemas de climatización por suelo radiante que también pueden beneficiarse de las funciones de estos dispositivos.
Aquí también puedes optar por termostatos manuales, digitales, programables e inteligentes, siendo estos últimos los más flexibles y fiables. Al contar con una conexión de internet puedes encendernos, apagarlos o adaptar su funcionamiento a través de tu teléfono móvil, tablet u ordenador.
Algunos equipos integran termostatos por control remoto, o modelos compatibles con los asistentes de voz más conocidos.
Dado que ya estás familiarizado con los diferentes tipos de termostatos, a modo de conclusión te recomendamos fijarte en 3 factores básicos a la hora de elegir un termostato:
1. Sistema de climatización.
El primer paso es comprobar si los termostatos son compatibles con tus sistemas de climatización.
Por ejemplo, si cuentas con calefacción central puedes optar por instalar cabezales termostáticos en las válvulas de cada radiador, en caso de que no cuenten con una de serie. Así vas a poder regular el caudal de agua caliente para mantener una temperatura ideal.
2. Lugar de instalación.
Debes considerar dónde los vas a instalar o si prefieres versiones inalámbricas que puedas ir cambiando de lugar. Esto puede ser interesante si el termostato hace las veces de panel central para la gestión de una caldera de gas o una bomba de calor.
Como el termostato va a captar la temperatura del ambiente en el que se encuentra, si lo tienes instalado en una habitación fría y tú te encuentras en el salón, va a provocar un incremento de la temperatura por encima de tus necesidades.
Por otro lado, si el termostato se encuentra cerca de una fuente de calor, la temperatura ambiente que va a detectar va a estar falseada y vas a perder confort térmico.
3. Funciones que necesitas y presupuesto.
Generalmente, cuanto más funciones incluye un termostato más elevado va a ser su precio.
Ahora bien, los termostatos inteligentes de última generación a pesar de que puedan ser más caros te van a ofrecer la posibilidad de gestionar al milímetro tu consumo y potenciar el ahorro en tus facturas de tu hogar o negocio.
Por último, recuerda que la combinación óptima para ahorrar a la hora de calentar o enfriar tus espacios es contar con un sistema de climatización eficiente, instalar termostatos y contratar una buena tarifa de luz.
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