
Las baterías de coches eléctricos son elementos claves cuyas características es preciso conocer. Influyen en el precio del coche y su autonomía.
Puede que te preguntes qué es la domótica o que hayas oído hablar de ella sin saber realmente en qué consiste o qué puede aportar a tu vivienda o negocio. Este sistema de automatización del comportamiento de los electrodomésticos y sistemas eléctricos refuerza la seguridad de tu hogar, aumenta el confort e impulsa el ahorro energético.
Los sistemas de domótica resultan ser los grandes aliados en la transición energética hacia soluciones que impulsan la sostenibilidad y se muestran, a su vez, más respetuosas con el medioambiente.
En este artículo vamos a centrarnos en cómo domotizar una casa para lo que vamos a abordar qué es la domótica y cómo funciona en ese espacio en concreto.
La domótica es un sistema de automatización digital de espacios que permite controlar, desde el interior o exterior de los mismos, diferentes equipos con capacidad de comunicarse entre sí y dar instrucciones enfocadas a responder a las necesidades del usuario.
Esta automatización facilita la gestión y personalización de aspectos tan importantes como la iluminación, la climatización o la comunicación.
Gracias a la domótica, que proviene de la unión de domus (casa en latín) y tica (del griego autónomo), puedes mejorar tu calidad de vida e impulsar el ahorro energético adaptando tu consumo de recursos a tus necesidades exactas.
Por sus muchas bondades, presenta una analogía doméstica o profesional con las llamadas ciudades inteligentes o smart cities, ciudades con infraestructuras y servicios interconectados.
La domótica en casa incorpora un sistema de control para cada una de las redes del hogar estableciendo una comunicación recíproca entre el sistema domótico y el usuario.
Así las cosas, cada dispositivo o sistema conectado envía y recibe información al sistema y al usuario.
La comunicación, ya sea por cable o inalámbrica, puede llevarse a cabo a través de un panel fijo en la vivienda, una aplicación móvil o por medio de altavoces inteligentes con reconocimiento de voz.
Una casa inteligente puede contar con varios tipos de circuitos que conforman la arquitectura domótica y que pueden combinarse para crear una instalación mixta:
Poco a poco, se van integrando soluciones más innovadoras de inteligencia artificial que recomiendan proactivamente pautas de funcionamiento al usuario para lograr una mayor eficiencia y, por lo tanto, un mayor ahorro energético.
Actualmente, se puede domotizar prácticamente todo tipo de electrodomésticos, dispositivos electrónicos o sistemas de una vivienda.
Incluso si ellos no ofrecen directamente esa posibilidad, se pueden conectar a través de un enchufe inteligente a la señal de internet e incluirlos así en el sistema de domótica.
Te enumeramos, a continuación, algunos de los elementos que pueden domotizarse en una casa y ser controlados mediante un panel centralizado, un televisor inteligente o una aplicación móvil:
Las ventajas de un sistema de domótica en una vivienda se traducen en importantes beneficios entre los que destacamos:
Tanto en una vivienda como en un negocio, la domótica va unida a la eficiencia energética en la medida en que permite ajustar el consumo a las necesidades precisas de los usuarios.
En este sentido, proporciona diferentes funcionalidades que posibilitan monitorizar el consumo de energía, supervisar el desarrollo de los dispositivos, programar diferentes escenarios de funcionamiento y detectar funcionamientos inadecuados de los equipos de la vivienda.
Gracias a los recursos que te proporciona la domótica puedes aumentar el ahorro de combustibles, electricidad y agua.
Concretamente, en lo que concierne al ahorro eléctrico las posibilidades son muchas:
Las baterías de coches eléctricos son elementos claves cuyas características es preciso conocer. Influyen en el precio del coche y su autonomía.
La vida útil y costes de una batería de coche eléctrico dependen de su tecnología y del uso. Al cabo de los años pierden parte de su capacidad de carga.
Los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) impulsan la responsabilidad corporativa, competitividad y resiliencia ante desafíos globales.