Elegir de forma óptima al comprar una caldera, un calentador o un termo eléctrico implica conocer el consumo del aparato y las necesidades a cubrir.
Termostatos para caldera de gas: qué son, tipos y para qué sirven
Índice Cerrar
Los termostatos para la caldera de gas están cada vez más presentes en los hogares, ¿quieres saber por qué? Sigue con nosotros porque vamos a explicarte qué son los termostatos, qué tipos existen, cómo se instalan y cómo ahorrar con ellos.
Queremos mostrarte la utilidad de estos aparatos a la hora de gestionar tu calefacción de manera eficiente.
¿Qué son los termostatos para la caldera?
Los termostatos para la caldera son dispositivos conectados a ella a través de un cable o de manera inalámbrica, que te permiten medir y gestionar el funcionamiento de tu calefacción manual o automáticamente.
Dependiendo del tipo de termostato de gas que tengas podrás, entre otras opciones, programar el encendido y apagado de tu caldera o mantener una temperatura confort estable en tu hogar que te facilitarán que ahorres energía.
¿Cómo funcionan los termostatos de gas?
Los termostatos de caldera de gas tradicionales, tanto los analógicos como los digitales, te permiten establecer una temperatura consigna, es decir una temperatura objetivo.
Uno de los inconvenientes es que el sensor del termostato suele instalarse en la zona con mayor carga térmica (el salón o sala común). El resultado es que la temperatura objetivo se mantiene en ese espacio, pero no en el resto de la vivienda.
Si quieres evitar este problema tienes una solución: el termostato inteligente de caldera de gas o los cronotermostatos inteligentes combinados con válvulas independientes que se colocan en cada radiador.
Lo vamos a ver en el apartado dedicado a ellos, pero antes descubramos los diferentes termostatos del mercado.
Tipos de termostatos para calefacción de gas
La primera diferenciación la marcan los termostatos y los cronotermostatos: los primeros actúan sobre la temperatura y los cronotermostatos permiten regular tanto la temperatura como el horario de calefacción de tu vivienda.
Puedes elegir dos tipos de acciones, bien regular todo tu hogar gracias a un termostato de ambiente o bien diferenciar por zonas con la ayuda de válvulas termostáticas que se instalan en los radiadores.
Dependiendo de sus características, puedes encontrar varios tipos de termostatos.
Termostatos analógicos
Los termostatos analógicos están compuestos por una rueda o radial que facilita la gestión de la temperatura de manera manual, así como la posición de encendido y apagado.
Termostatos digitales
Los termostatos digitales permiten un control de la temperatura grado a grado con mucha más precisión gracias a una pantalla líquida.
Puedes optar por un termostato programable o un cronotermostato y fijar diferentes comportamientos por franjas horarias de manera automática.
Termostatos modulantes
Los termostatos modulantes son necesarios para aprovechar el ahorro de las calderas de condensación ya que adaptan su esfuerzo a las condiciones medioambientales y a la planificación.
Termostatos inteligentes
Los termostatos inteligentes son aparatos de última generación, mucho más flexibles. Por ejemplo, te permiten programarlos desde tus dispositivos móviles.
Dado que este tipo de termostatos es el que ofrece un mayor número de prestaciones, vamos a detenernos en él con más detalle.
5 ventajas del termostato inteligente para la caldera de gas
Lo primero que debemos asentar es que para garantizar sus funciones, los termostatos inteligentes se conectan por una parte a la caldera y por la otra a tu conexión wifi.
Algunos modelos incluso tienen en cuenta la predicción climatológica o cuentan con sistemas de geolocalización – en inglés, geofencing– que detectan si estás llegando a tu vivienda para activarse.
Dicho lo anterior, comprobemos juntos las 5 grandes ventajas que ofrecen los termostatos inteligentes:
Ahorro de entre un 20% y un 50% en tu consumo anual de calefacción gracias a sus opciones personalizables.
Gestión de tu calefacción desde tus dispositivos móviles.
Personalización del funcionamiento en base a diferentes perfiles según tus hábitos de vida.
Posibilidad de acoplarlos a sistemas de domótica para ejecutar, por ejemplo, comandos vocales.
Facilidad de instalación y uso.
Como ves, los termostatos inteligentes te ofrecen un sinfín de posibilidades. ¡Algunos hasta cuentan con sensores de humedad o de ventanas abiertas!
7 claves para elegir el termostato para tu caldera de gas
Ahora que ya sabes lo que son y los tipos que existen, la siguiente pregunta posiblemente sea qué termostato comprar para tu calefacción.
Para una buena compra es recomendable que te centres en estos puntos:
- La marca y el modelo de tu caldera: comprueba si puedes conectarle un termostato y qué tipo se adapta mejor.
- Tu presupuesto: los precios varían en función de las funciones que busques. Los más económicos son los analógicos.
- La instalación: valora si la puedes realizar tú o si vas a necesitar a un profesional.
- La fuente de alimentación: si requiere de baterías, de pilas, etc.
- La interfaz del dispositivo: si cuentan o no con pantalla táctil, si los prefieres analógicos o digitales…
- La integración con instalaciones de domótica: si buscas potenciar el ahorro a través de una gestión más eficaz.
- La compatibilidad con otros accesorios: un caso claro son las válvulas inteligentes.
¿Cómo se instala un termostato en una caldera de gas?
Los termostatos para calefacción de gas pueden conectarse de diferentes maneras:
Con un cable hasta el quemador de la caldera.
A través de un receptor de radio que se instala directamente en la caldera.
Conectándolo de manera inalámbrica y/o a la wifi.
Tomas algunas precauciones como no situar el termostato cerca de una fuente de frío o de calor (incluidos los rayos del sol) y sigue siempre las instrucciones del fabricante para obtener el máximo beneficio.
Ahorra gas con los termostatos para tu caldera
Para ahorrar gas con termostatos para calefacción ten presentes estas consideraciones:
Programa una temperatura objetivo que garantice tu confort en torno a 20-21°C. Una diferencia de un único grado proporciona un ahorro significativo.
Si no estás en casa, mantén la calefacción apagada.
Planea el encendido de la calefacción cuando vayas a llegar.
Instala válvulas térmicas para propiciar la zonificación y mantener apagados o al mínimo los radiadores de los espacios que no utilices.
Un factor determinante para ahorrar gas es la tarifa contratada.
También te puede interesar...
Los motivos tras un corte de gas en un domicilio puede ser muy diversos e ir desde una avería general, una particular o no haber pagado la factura.
La tarifa regulada de gas es la tarifa de último recurso (TUR). La fija el Gobierno para pequeños consumidores que no superan los 50.000 kWh al año.