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La rotura de puente térmico es un tratamiento de puertas y ventanas que te ayuda a ahorrar porque evita que el calor en invierno y el frescor en verano se escapen.
Esta técnica mejora el aislamiento térmico, reduciendo tu factura energética y las emisiones de CO2 de los sistemas de climatización. Al aplicarse en puertas y ventanas de aluminio, impide que se enfríen o se calienten, afectando a la temperatura interior.
Además, ayuda a prevenir la condensación de vapor de agua en las ventanas, que puede dar origen a un aumento de la humedad y a la aparición de moho.
Si quieres saber qué es la rotura de puente térmico, cómo identificarla y cuáles son sus ventajas, te invitamos a acompañarnos a lo largo de las próximas líneas.
La rotura de puente térmico (RPT) es una técnica usada principalmente en cerramientos de aluminio de puertas y ventanas. Consiste en insertar materiales aislantes entre las caras interior y exterior de los perfiles para evitar la transferencia de temperatura entre el interior o exterior de la vivienda.
Romper el puente térmico consiste, explicado de otro modo, en reforzar el aislamiento de los elementos constructivos para evitar la conductividad térmica de los materiales que generan fugas energéticas y fenómenos que reducen el confort de los espacios, como la condensación.
Está directamente relacionada con la transmitancia térmica, que mide la capacidad de un elemento constructivo (ventana, puerta, techo, envolvente, etc.) para aislar térmicamente.
Dado que la rotura de puente térmico evita que el calor se escape del interior al exterior, propicia el ahorro energético en cuanto al consumo del sistema de climatización, aumentando su eficiencia energética.
Si en tu vivienda tienes puentes térmicos, es preciso que busques la manera de eliminarlos para acceder a beneficios como los que te enumeramos a continuación:
Puedes probar un método sencillo: toca el marco de la ventana o puerta de aluminio, si está a la misma temperatura que el interior de la vivienda, probablemente cuente con este tratamiento aislante.
A simple vista presta atención a estos detalles que te van a indicar que se trata de un elemento con PRT:
En todo caso, las ventanas y puertas que de serie rompen el puente térmico son las que tienen doble acristalamiento que cuentan con cámaras de aire deshidratado o gases nobles (como el argón o el kriptón), y que además dejan un espacio entre las cámaras.
Las fabricadas a partir del año 2000 cuentan en su gran mayoría con PRT para poder cumplir con los estándares mínimos de aislamiento térmico exigidos en España en función de la zona climática, y que quedan recogidos en el Código Técnico de la Edificación (CTE).
En ventanas o puertas la rotura profesional del puente térmico consiste en insertar un material aislante entre las caras (interior y exterior) del marco de aluminio. Gracias a esta acción, se bloquea la conducción térmica del metal y se evita que la pérdida de calor o ganancia de temperatura se produzca.
Puede que te preguntes por qué se habla de carpintería de aluminio y no de PVC. Dado que se trata de un material no conductor no es necesario que las ventanas y puertas incluyan este tratamiento. Lo mismo ocurre con las puertas y ventanas de madera.
Además del tratamiento RPT, puedes aplicar mejoras alternativas que refuercen el aislamiento como renovar los burletes y juntas, sellar los marcos con silicona o espuma, instalar cajones de persiana que estén aislados.
Ojo, estas mejoras no sustituyen el efecto del RPT, lo que hacen es ayudar a mejorar el aislamiento térmico de tu vivienda.
Los materiales utilizados para la rotura del puente térmico presentan una baja conductividad térmica, es decir son aislantes. Los más comunes suelen ser:
También se pueden utilizar aislantes ecológicos como el corcho o la lana mineral, tanto de roca como de vidrio.
Esto no es posible porque se necesitaría contar el perfil, insertar el material aislante y ensamblarla de nuevo con una maquinaría específica, lo que resultaría inviable por el coste.
Si tus ventanas no tienen RPT y quieres potenciar el ahorro en tu consumo energético la solución real es cambiarlas o potenciar el aislamiento con cortinas térmicas u otras soluciones que ayuden a mitigar la transferencia de temperatura.
La rotura de puente térmico no solo mejora el aislamiento de una vivienda, sino que convierte tus puertas y ventanas en elementos activos de ahorro de energía, evitando que tu climatización se encarezca y propiciando espacios más saludables.
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