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Las luces LED suponen un ahorro de energía indiscutible por su bajo consumo y su alto poder lumínico Su potencia, resistencia y versatilidad las convierten en una magnífica opción también para proyectos de alumbrado de zonas comunes de edificios y espacios públicos.
Pero, ¿cómo hay que hacer la transición a la iluminación LED para sacarle el mayor partido? Te compartimos las 4 razones para pasarte al LED y nuestros 6 consejos para ahorrar energía con este tipo de luminarias.
La evolución de la tecnología hacia un consumo más responsable tiene uno de sus máximos exponentes en la iluminación LED. Y ya no solo por cómo puede ayudarte a ahorrar en tu factura de la luz, sino por el resto de características que te ofrece.
Bajo consumo.
Vida útil superior.
Alto poder lumínico.
Respeto por el medioambiente y por las personas.
Estética y versatilidad.
Podríamos añadir una característica más: las bombillas LED no se calientan, lo que permite su manipulación de forma segura.
Una bombilla LED de unos 8 vatios –W– equivale a una tradicional de 60 W. Simplemente con este dato ya estarás calculando lo que puedes ahorrar en tu vivienda si cambias las luces convencionales por LEDs.
Una bombilla LED puede llegar a durar alrededor de 50.000 horas de luz, 10 veces más que una tradicional.
Sumado a ello, cabe resaltar que son más resistentes a la humedad, a las vibraciones y que al no contener filamento, no se funden.
El rendimiento de una bombilla LED de 2 W es mucho más elevado que el de una luz tradicional pudiendo llegar a emitir 120 lúmenes.
Las luces LED no contienen mercurio, ni plomo ni otros metales pesados y son 100 % reciclables.
Tampoco producen irradiaciones de infrarrojos por lo que no contribuyen a la contaminación lumínica ni causan fatiga visual.
Sin duda, saber elegir la bombilla LED que necesitas para tu estancia es esencial para potenciar el ahorro sin renunciar a una magnífica iluminación.
Puedes combinar tiras de LED, con lámparas bajo muebles para dotar a los distintos ambientes de una atmósfera especial o incluso servirte de LEDs portátiles muy útiles en interiores de armarios o rincones en los que no llegue la luz.
En los espacios de trabajo, los flexos LEDs de intensidad regulable pueden ser una buena solución y en el jardín prueba con LEDs solares que detectan el movimiento.
Aparte de la versatilidad que acabamos de argumentar, la mayor ventaja de la tecnología LED es el ahorro de energía que permiten sin restar opciones creativas de decoración.
El ahorro con iluminación LED puede llegar a ser del 80% con respecto al consumo de electricidad de la iluminación convencional, una disminución nada despreciable.
Como contrapartida, la inversión económica inicial en iluminación LED puede ser importante, por eso ten presentes estos 6 consejos que te ayudarán a elegir correctamente las luminarias de este tipo:
Comprueba la potencia que llega a tu vivienda.
Estudia tus espacios.
Comienza por los ambientes que más utilices.
Piensa en una decoración que apoye tu iluminación.
Elige equipamientos con iluminación LED.
Contrata una tarifa eléctrica adaptada a ti.
Veamos en qué consisten y cómo te orientan en tus elecciones.
Este primer consejo puede parecer extraño pero en ocasiones no suele llegar el total de la potencia contratada. Este hecho puede afectar a las bombillas LED más sensibles ante las variaciones de potencia provocando que iluminen menos.
Si te ocurre, contacta con tu compañía suministradora para que analice el origen del problema y las posibles soluciones.
Tal y como hemos visto previamente, esta es una forma muy versátil de iluminar tus espacios.
Analiza el foco de la luz para comprobar si es el adecuado. Fíjate que a veces es suficiente cambiar un punto de luz de lugar para conseguir un efecto completamente diferente.
Así que, a la hora de elegir una luz LED para cada espacio considera estos 4 aspectos técnicos:
El ángulo de apertura.
La potencia.
El casquillo o base que necesites.
El tono de luz.
Este último factor es determinante para conseguir un confort lumínico en tu vivienda.
Ya te hemos mencionado el hándicap que supone la alta inversión inicial. Piensa que no es necesario que cambies todas tus luces al mismo tiempo, sino que puedes comenzar por los espacios más usados para que puedas ir equilibrando la inversión con el ahorro en el consumo.
Opta por una decoración despejada, minimalista, con muebles y paredes claras, con espacios que faciliten que la luz lo inunde todo para potenciar aún más el poder lumínico de tus luminarias.
Las luces LED están ya presentes en casi todos los electrodomésticos y equipamientos electrónicos permitiendo el ahorro de energía también en aspectos tales como: pantallas de ordenadores, neveras, televisiones, luces de en pausa, etc.
Todos los esfuerzos para ahorrar energía que realices no servirán de mucho sin una buena tarifa de luz. Hazte con una tarifa eléctrica adaptada a ti y que te asegure un 100 % de electricidad verde.
Tal y como has podido ir descubriendo en este artículo, las innovaciones en tecnología LED se orientan en conseguir instalaciones de alumbrado energéticamente más eficientes en las que se reducen los costes de mantenimiento y se apuesta por la durabilidad.
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