
Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
¿Qué diferencias hay entre híbrido y un híbrido enchufable? Esta suele ser la gran pregunta a la hora de optar por este tipo de vehículos eléctricos porque, a priori, parecen contar con tecnologías similares. Sin embargo, en este artículo vamos a hablarte de 7 diferencias básicas.
Desde su definición a factores como su consumo, autonomía, mantenimiento, recarga o la etiqueta ambiental que les corresponde, conocer las diferencias de estos dos tipos de híbridos te va a ayudar a entender si encajan o no con tus necesidades de movilidad.
Los coches híbridos son vehículos que cuentan con un motor de combustión y uno o varios motores eléctricos, pero no todos los híbridos comparten las mismas características.
A continuación, vamos a abordar el primer factor que diferencia un coche híbrido e híbrido enchufable: su definición.
Un coche híbrido no enchufable (HEV, Hybrid Electric Vehicle) combina uno o varios motores eléctricos con uno de combustión. Además, incorpora una batería que se carga por el propio funcionamiento del motor y a través de las frenadas (frenada regenerativa), por lo que no necesita enchufarse a la red eléctrica.
Puede propulsarse con el motor eléctrico o el de combustión, o con ambos según las condiciones de la conducción, lo que permite optimizar el uso de combustible, reduciendo las emisiones en comparación con los coches tradicionales. No obstante, su autonomía en modo totalmente eléctrico es muy limitada.
Un coche híbrido enchufable (PHEV, Plug-in Hybrid Electric Vehicle) cuenta con un motor de combustión interna y uno o más motores eléctricos, además de una batería recargable a través de una conexión externa de electricidad, directamente a la red eléctrica con un cable específico o mediante un punto de carga.
Puede circular en modo 100 % eléctrico con una autonomía de entre 40 km y 60 km. Por este motivo, es una solución de movilidad sostenible ideal para entornos urbanos. Cuando la autonomía eléctrica se agota, funciona como un HEV combinando ambos motores.
El objetivo del motor de combustión es el de ampliar su autonomía total, lo que te permite realizar viajes largos con él. Como ves, es un buen compromiso entre eficiencia y flexibilidad.
Los modelos de hibridación suave (mild hybrid) hacen referencia a los vehículos con un motor principal de gasolina o diésel que se apoya en un pequeño motor eléctrico o generador de bajo voltaje (normalmente de 48 voltios).
Por esta razón, no puede desplazarse únicamente con energía eléctrica, pero sí asiste al motor principal en el arranque, las aceleraciones o la recuperación mediante frenada regenerativa.
A través de los siguientes apartados vas a poder hacerte una idea más precisa de las diferencias entre los híbridos no enchufables y enchufables.
Lo que vamos a conseguir con ambos tipos de híbridos es una conducción más eficiente que con un vehículo convencional, pero con algunas diferencias.
El HEV alterna de manera automática entre motor eléctrico o de combustión, según las condiciones y necesidades (con una autonomía del motor eléctrico muy limitada), mientras que el PHEV puede circular como un eléctrico puro durante más tiempo, y también en modo híbrido o combinado.
En lo tocante al consumo, por su funcionamiento, los híbridos enchufables pueden reducirlo a 1 o 2 litros los 100 kilómetros, siempre que se recargue con frecuencia, mientras que los no enchufables (siempre considerando su potencia) pueden consumir unos 4,6 litros cada 100 km.
El quid de la cuestión aquí reside en lo que desees priorizar, consumo o autonomía.
Sobre este particular, también hay diferencias entre estos dos modelos de híbridos.
El sistema de los HEV es más sencillo y tienen baterías más pequeñas y recargables, por lo que se espera que las revisiones sean más económicas.
Por su parte, los PHEV tienen baterías de mayor capacidad y sistemas de carga externa, lo que implica controles adicionales y un mayor número de componentes eléctricos.
Un factor a considerar en el mantenimiento de un híbrido enchufable es la recomendación que los fabricantes hacen para que los usuarios alarguen la vida útil de sus baterías: es recomendable no descargarlas por debajo de los 20 %, ni superar el 80 % de su capacidad.
La autonomía de los híbridos enchufables en modo 100 % eléctrico es más importante al tener una batería recargable y un motor eléctrico más potente. Esta puede llegar a los 50-60 km.
En cambio, los no enchufables recorren distancias muy cortas en modo eléctrico puro, puesto que su batería sirve más bien de apoyo.
En cuanto a la infraestructura de carga, los híbridos enchufables van a necesitar conectarse a la red eléctrica, aunque también utilizan la frenada regenerativa.
Puedes recargar un PHEV mediante un enchufe doméstico tipo Schuko, utilizando un cargador wallbox o en electrolineras.
Los HEV, como hemos visto, son autorrecargables, pues recuperan energía mediante las frenadas o las desaceleraciones.
De acuerdo con la información publicada por la Agencia Tributaria, los vehículos eléctricos enchufables que se adquieran para uso particular hasta el 31 de diciembre de 2025 van a poder beneficiarse de una reducción del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) del 15 %, sobre un máximo de 20.000 €.
Además, el Plan Moves III, vigente hasta el 31 de diciembre de 2025 gracias a su última prórroga y dotación de fondos en espera del Plan Moves IV prevé ayudas económicas para la compra de vehículos híbridos enchufables de entre 2 500 € a 7 000 €.
Los no enchufables pueden acceder a bonificaciones fiscales a nivel local (como la reducción del impuesto de circulación), aunque depende de cada municipio.
Los híbridos convencionales (HEV) emiten menos de 120 g/km de CO2 (según el uso), por ello cuentan con el distintivo medioambiental ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Los enchufables reducen aún más las emisiones (a unos 30 g/km) si se utilizan en modo eléctrico principalmente, y reciben la etiqueta CERO si cuentan con una autonomía mayor a los 40 km. Si su autonomía es inferior, pueden obtener la pegatina ECO.
Ambas etiquetas permiten circular por prácticamente todas las zonas de bajas emisiones (ZBE) de España que reservan las restricciones más severas para las etiquetas C y B.
Los coches híbridos y los híbridos enchufables son diferentes y la elección entre uno u otro va a depender de tus necesidades específicas y los trayectos que realices:
A modo de conclusión, queremos compartir contigo una pequeña tabla recapitulativa de las ventajas y desventajas de estos dos modelos de híbridos:
Tipo de coche |
Ventajas principales |
Desventajas principales |
---|---|---|
Híbrido (HEV) |
Bajo consumo, batería autorrecargable, más ventajas fiscales, menores emisiones. |
Autonomía limitada en modo eléctrico, peso más importante del motor. |
Híbrido enchufable (PHEV) |
Mayor autonomía eléctrica, acceso a la etiqueta medioambiental CERO, flexibilidad para viajes largos. |
Depende de la infraestructura de puntos de carga, debes considerar los tiempos de recarga. |
Los vampiros eléctricos existen y consumen electricidad aún cuando no están funcionando. Hay soluciones como los enchufes inteligentes o la domótica.
Las ventajas del coche eléctrico son medioambientales, técnicas y fiscales y refuerzan la movilidad sostenible, clave en el Pacto Verde Europeo.
El vehículo híbrido enchufable combina un motor de combustión con otro eléctrico con los que potencia el ahorro en consumo y la movilidad sostenible.