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El cuadro eléctrico de una vivienda es un elemento esencial en toda instalación de luz. Conocido popularmente como el “cuadro de la luz”, es un dispositivo que funciona a modo de panel de mandos de la electricidad de tu hogar.
En este artículo vamos a repasar todo lo que necesitas saber sobre el cuadro eléctrico: para qué sirve, la normativa que lo regula, y los diferentes elementos que lo componen.
El cuadro eléctrico de tu vivienda, habitualmente ubicado en alguna de las paredes cerca de la puerta de entrada, es una caja llena de interruptores que tiene a su cargo dos funciones principales:
Organizar el flujo de energía eléctrica que llega a todas las estancias de la vivienda.
Proteger la instalación de riesgos de sobrecargas, cortocircuitos o fugas de corriente.
Dependiendo del inmueble y de la instalación, la configuración del cuadro eléctrico puede variar –incluso podría haber varios–, pero por lo general cada hogar cuenta con un único cuadro de luz que se encarga de controlar las distintas secciones de la misma.
La ubicación, componentes y características de los cuadros eléctricos están regulados en el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, Real Decreto 842/2002, que en su sección ITC-BT-17 estipula los elementos mínimos con los que debe contar.
Repasemos a continuación juntos cuáles son las partes principales del cuadro eléctrico y para qué sirven.
Al abrir la caja de un cuadro eléctrico verás que se compone de dos partes principales, separadas entre sí:
A la izquierda te encontrarás con un primer interruptor aislado del resto: este es el Interruptor de Control de Potencia (ICP).
En un segundo compartimento a la derecha se aloja el resto de tomas: el Interruptor General Automático (IGA), el Protector Contra Sobretensiones (PCS), el Interruptor Diferencial (ID) y los Pequeños Interruptores Automáticos (PIAs).
En ocasiones, de acuerdo a la normativa, podría no haber un Interruptor Diferencial General en el cuadro eléctrico si se colocan interruptores diferenciales por cada circuito o grupo de circuitos, hasta un máximo de 5 circuitos por diferencial.
Ahora es momento de echar un vistazo a la explicación del funcionamiento de cada uno de estos elementos.
La función del Interruptor de Control de Potencia (ICP) es cortar el suministro en caso de que superes la potencia contratada de luz con tu compañía. Es lo que comúnmente se define como “ha saltado el automático”. Además de esto, el ICP ofrece protección frente a sobrecargas y cortocircuitos.
Si el Interruptor de Control de Potencia “salta” con demasiada frecuencia, esto puede ser una indicación de que tienes menos potencia de luz de la que realmente necesitas.
Te recomendamos que cada cierto tiempo vuelvas a calcular la potencia eléctrica a contratar, para que realmente se adecúe a tus circunstancias y necesidades.
El ICP está poco a poco desapareciendo de los cuadros eléctricos, ya que en los nuevos contadores inteligentes la función de limitación de potencia viene incorporada de serie.
El Interruptor General Automático (IGA) es un elemento obligatorio del cuadro eléctrico que se encarga de cortar la electricidad de toda la vivienda –al igual que el ICP– en caso de que se detecte un cortocircuito o un exceso de potencia. Es decir, el IGA interrumpirá el suministro de luz en caso de que superes la potencia máxima admisible por la instalación.
Por ejemplo, si tu potencia contratada es de 6 kW (kilovatios) pero tu instalación no está preparada para soportar más de 5 kW, en cuanto se alcancen esos 5 kW el IGA actuará y desactivará la electricidad.
El IGA también se utiliza para desactivar la electricidad en caso de que haya que llevar a cabo labores de mantenimiento o reparaciones.
El Protector Contra Sobretensiones (PCS) protege la instalación eléctrica de tu hogar de sobretensiones o picos de tensión provocados, por ejemplo, por algún defecto en las redes eléctricas o por caída de rayos.
Ante un repentino incremento de tensión, el PCS desvía la corriente a tierra evitando así daños a las instalaciones eléctricas y aparatos que tengas conectados.
El PCS es un elemento que no es obligatorio en todas las instalaciones, de nuevo hay que consultar el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, sección ITC-BT-23, pero sí que es recomendable tenerlo por la seguridad que aporta.
La función del Interruptor Diferencial (ID) es proteger a las personas frente a las fugas de corriente y por tanto, evitar posibles descargas eléctricas.
Así, el ID dejará tu instalación sin tensión eléctrica en caso de que detecte que se ha producido alguna derivación de corriente a tierra, normalmente debido a que algún aparato está funcionando de manera defectuosa, o tiene un cable “pelado”, o hay alguna anomalía en la instalación.
Cada instalación eléctrica debe contar con un Interruptor Diferencial como mínimo, aunque según el tamaño del local, pueden ser necesarios dos o tres para controlar sus distintas áreas.
Los Pequeños Interruptores de Potencia (PIAs) son los que controlan por separado la electricidad de los distintos circuitos eléctricos presentes en tu vivienda. Habrá, por ejemplo, un PIA para la iluminación, otro para los enchufes, otro para los aparatos del área de la cocina, etc.
Los PIAs te permiten cortar la electricidad del circuito sobre el que quieras realizar una gestión o reparación, permitiendo que el resto de los circuitos de la casa sigan funcionando con normalidad.
Para facilitar la identificación del circuito correspondiente a cada PIA, lo habitual es poner una etiqueta para conocer qué área de la casa o electrodoméstico controla en concreto. De esta forma, si salta alguno de ellos podrás conocer el área exacta dónde se ha producido la anomalía.
Como ves, entender el funcionamiento y los distintos elementos del cuadro eléctrico de tu casa es importante y de gran ayuda para detectar posibles problemas y anomalías en tu instalación de luz.
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