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Crisis energética y eléctrica en España: causas, impacto y soluciones

¿Cómo afecta a los hogares la crisis energética actual?

La crisis energética y eléctrica que atraviesa España desde 2021 ha puesto en evidencia las debilidades estructurales del sistema energético nacional caracterizado por una alta dependencia de las importaciones de energía y una transición hacia la independencia que pueden proporcionar las energías renovables que aún no se ha completado. 

Los hogares españoles han afrontado subidas de precios históricas, el encarecimiento del transporte y de la vivienda, así como el incremento de la pobreza energética en las personas más vulnerables. 

Hemos creído conveniente, en este artículo, analizar las causas y el impacto de la crisis energética, así como las soluciones planteadas para poder afrontarla

¿Qué es una crisis energética y cuándo empezó en España?

Una crisis energética es una situación de escasez o encarecimiento extremo de las fuentes de energía que provoca la incapacidad para la población y la economía de acceder a ellas de manera asequible, continua y segura.

El incremento de los precios de la energía y la volatilidad de los mercados en España comenzó en el 2021 con la reapertura económica tras la pandemia. 

Estos precios se vieron intensificados por el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, desembocando en una crisis energética con consecuencias importantes para la industria, el comercio y los hogares del país.

Causas de la crisis energética en España

La crisis energética en España es el resultado de la combinación de varios factores estructurales, nacionales y globales. Puedes descubrir los principales a continuación.

Recuperación económica poscovid-19

Aunque pueda parecer contradictorio, la recuperación económica tras la pandemia es una de las responsables de la crisis energética. 

La reactivación de la economía mundial superó la capacidad de respuesta de las cadenas de suministro de energía, algo que derivó en tensiones en los mercados y en el encarecimiento de los precios de los combustibles fósiles.

Guerra de Ucrania

La invasión por parte de Rusia a Ucrania en febrero de 2022 interrumpió el suministro de gas natural y petróleo hacia Europa, convulsionando los mercados. 

Sobre este particular es preciso recordar que Rusia ha sido un mayor exportador mundial de combustibles fósiles, por lo que sus recortes de suministros y las sanciones europeas interpuestas al país han tenido una repercusión trascendental en la crisis energética.

Dependencia de combustibles fósiles y transición energética incompleta

A pesar de los importantes esfuerzos que se están realizando en la implantación de energías renovables, por el momento, su peso no es suficiente para poder garantizar un suministro continuo sin la necesidad de recurrir al apoyo de combustibles fósiles o fuentes externas de abastecimiento.

España sigue dependiendo de la importación de energía en un alto porcentaje (ronda el 70 %), lo que la hace más vulnerable ante tensiones internacionales. 

El objetivo establecido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) es el de llegar a una dependencia del 50 % en 2030 incrementando la producción interna, sobre todo de energías renovables, y reduciendo significativamente el consumo de energía total. 

Factores técnicos y estructurales

En este aspecto, España se enfrenta a dos grandes desafíos. Por un lado, necesita ampliar la interconexión con Europa para contar con un mejor sistema de respaldo, y por el otro, desarrollar un sistema de almacenamiento de energía robusto. 

Estas dos medidas servirían, además, para evitar o reducir al máximo la posibilidad de que eventos como el apagón eléctrico total o cero energético que se ha vivido en España en abril de 2025.

¿Cómo impacta la crisis energética y de electricidad a los hogares españoles?

La crisis energética ha provocado consecuencias que han afectado a los hogares españoles, poniendo de manifiesto la necesidad de actuar para paliarlas. 

Repasamos a continuación las consecuencias más significativas que aparecen en el informe “Análisis del impacto socioeconómico de la crisis energética” (Orkestra, 2024).

Incremento del precio de la energía

El primer impacto de la crisis energética ha sido el del incremento histórico de los precios de la energía. 

En 2021 comenzaron los movimientos alcistas, llegando a sobrepasar los 500 € el megavatio hora (MWh), lo que provocó un incremento de la demanda de carbón elevando los derechos de emisión de los mercados europeos.

Disparidad según tarifa de luz contratada

El incremento de los precios de la energía se trasladó inevitablemente a las facturas de los hogares españoles. 

Así pues, los consumidores que tenían contratada una tarifa al Precio Voluntario del Pequeño Consumidor (PVPC) se vieron más expuestos al incremento del precio, mientras que las personas acogidas a las tarifas del mercado libre padecieron en menor medida la volatilidad de los mercados.

Aumento de la pobreza energética

En estas circunstancias adversas, la situación de pobreza energética ha ido en aumento. 

La incapacidad de mantener caliente una vivienda afecta a las personas más vulnerables como familias numerosas, pensionistas y personas mayores, residentes de zonas rurales (normalmente ligadas a la España vaciada), así como los hogares con niños o adultos dependientes.

Reducción del ahorro y confianza del consumidor

La capacidad de ahorro de los hogares españoles sufrió una reducción importante como consecuencia directa del aumento de los precios de la energía, la inflación generalizada y el encarecimiento de los productos básicos. 

En este mismo orden de cosas, la elevada volatilidad en los precios de la energía que hacía prácticamente imposible prever qué iban a tener que pagar los hogares por la energía, salvo en casos de tener contratada una tarifa plana, y la percepción de inseguridad económica generalizada, desembocó en una pérdida de confianza de los consumidores. 

En este contexto de incertidumbre, el consumo se contuvo originando consecuencias indirectas como el aplazamiento de las reformas energéticas y limitando la capacidad de recuperación del consumo privado. 

Impacto desigual en el transporte privado

El porcentaje de renta de los hogares españoles destinado al uso del vehículo propio ha aumentado, sobre todo en grupos de renta baja. Esto puede ser debido a que estos perfiles viven más alejados de centros urbanos que carecen de acceso al transporte público.

Al mismo tiempo, la matriculación de nuevos vehículos ha ido descendiendo en los últimos años, siendo muy significativa la caída de los vehículos de gas en 2022, cuando los precios de esta materia primera se situaron en niveles máximos. Sin embargo, la matriculación de los vehículos eléctricos ha ido aumentando a lo largo de los años.

Encarecimiento de productos básicos

La crisis de la energía ha exacerbado los problemas inflacionarios existentes en un efecto cascada, desembocando en un aumento de precio de los productos básicos de la cesta de la compra, así como en un incremento de los tipos de interés, como medida de contención del Banco Central Europeo.

Soluciones para proteger a los hogares españoles de la crisis 

Con la intención de paliar el efecto de la crisis energética en los hogares, el Gobierno de España ha ido implementando medidas a lo largo de los últimos años como la reducción del IVA de la luz y el gas o el tope de gas, en lo que se ha llamado la “excepción ibérica”. 

Otras medidas se centraron en desarrollar programas de ayudas en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Ejemplo de ello son las ayudas directas para la eficiencia energética y rehabilitación de vivienda, o el impulso de la movilidad eléctrica con el Plan MOVES.

Asimismo, para mejorar la accesibilidad y disponibilidad de la energía desde Europa se está incentivando la creación de proyectos enfocados al desarrollo de instalaciones de autoconsumo de energías renovables, como las comunidades energéticas y otros sistemas de autoconsumo colectivo.

¿Cómo puedes prepararte para hacer frente a la crisis energética? 

A nivel particular, puedes tomar medidas para hacer frente a la crisis energética que se articulen en 3 acciones principales: 

  1. Reduce tu consumo mejorando la eficiencia energética de tu vivienda. 
  2. Mantente informado sobre las ayudas y subvenciones. 
  3. Solicita los bonos social y térmico si cumples con los requisitos. 

Puedes empezar monitoreando tu consumo para detectar posibles puntos de mejora, como puede ser instalar sistemas de climatización más eficientes y centralizar la gestión energética con un sistema de domótica. 

La clave se encuentra en que consideres tu consumo como un proyecto integral y planifiques tus acciones en función de tus necesidades y posibilidades. 

Un factor clave es contratar una tarifa competitiva que se adapte a tu perfil de consumidor.

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