Consejos para ahorrar electricidad en vacaciones

Saber cómo ahorrar electricidad durante tus vacaciones se puede volver complicado, dado que has de controlar la repercusión en el coste de la energía de aspectos tales como las altas temperaturas y una mayor demanda de acondicionadores de aire, ventiladores u otros dispositivos de refrigeración.  

En este artículo hemos recopilado una serie de consejos que te explicamos detalladamente para que el ahorro de luz en tus vacaciones sea un hecho cierto.

8 consejos para ahorrar luz en casa durante las vacaciones 

Contar con buenos consejos para ahorrar luz y dinero en tu factura eléctrica en verano es clave tanto para contribuir a tu bolsillo como para ser parte activa del cuidado del medioambiente.

A fin de conseguir lo anterior con éxito, te presentamos nuestras recomendaciones:

Ajusta la temperatura del aire acondicionado

Si te encuentras en casa durante tus vacaciones y no puedes prescindir del aire acondicionado, asegúrate de configurar la temperatura de manera eficiente. 

Lo más recomendable es que esté a unos 25 °C cuando la temperatura exterior sea de 33 °C, tal y como indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). 

Mantén el termostato a una temperatura moderada, evita cambiarlo a un nivel muy bajo y ten en cuenta que cada grado de diferencia puede aumentar significativamente el consumo. En este sentido, una opción recomendable es utilizar ventiladores que ayuden a distribuir el aire fresco.

Apaga la caldera o el calentador del agua

Si no vas a estar en casa, puedes apagar el calentador y mantenerlo desconectado de la red eléctrica para que suponga un ahorro, tanto económico como energético. 

Además, evitarás la emisión de gases contaminantes y la huella de carbono asociada, así como el riesgo de fugas o averías que puedan suceder en tu ausencia.

Aprovecha la luz del sol

Si aprovechas la duración de los días y la mayor disponibilidad de luz natural durante el verano, reducirás el consumo eléctrico. 

Para ello, puedes abrir las cortinas o subir las persianas permitiendo que la luz del sol ilumine tu vivienda. No te olvides de apagar las luces artificiales cuando no las vayas a utilizar.

Deja que corra el aire

Las corrientes de aire que entran por puertas y ventanas también pueden ayudarte a ahorrar electricidad en verano: reducen la carga térmica, ayudan a mejorar la circulación del aire en el hogar y permiten aprovechar la brisa refrescante del exterior y desconectar el aire acondicionado. 

Intenta abrir poco las ventanas interiores por las que entra el aire más caliente y abrir por completo las que dan a la calle y dejan pasar el fresco.

Opta por una iluminación eficiente

Reemplazar las bombillas tradicionales, halógenas o incandescentes, por bombillas LED te va a permitir obtener un ahorro de hasta un 90 % del consumo en iluminación, según la asociación FACUA Consumidores en Acción. 

No te olvides de apagar las luces cada vez que salgas de casa o cuando no las necesites y aprovecha al máximo la luz natural.

Aísla la vivienda siempre que puedas

Comprueba que las puertas y ventanas están bien cerradas, usa cortinas o persianas para bloquear la radiación solar directa y considera el aislamiento térmico en techos y paredes. 

Estas medidas te ayudan a mantener una temperatura interior más fresca y confortable, así como a reducir la necesidad de encender el aire acondicionado u otro sistema de climatización en muchas ocasiones.

Usa gadgets o aplicaciones de control de energía

Los enchufes programables, los termostatos inteligentes, las aplicaciones móviles y otros avances tecnológicos pueden ayudarte a reducir el consumo de electricidad durante tus vacaciones. 

Además de brindar una mayor conciencia de tu consumo, también te ayudan a tomar decisiones informadas para reducir el coste en la factura de la luz.

Desenchufa los aparatos eléctricos que no sean imprescindibles

Desconectar en vacaciones también significa dejar a un lado el ordenador o algunas bombillas que utilizas habitualmente. 

Hay acciones simples que puedes llevar a cabo para reducir el uso de la luz artificial y ahorrar en tu consumo. Por ejemplo: desenchufa los dispositivos que no utilices en ese momento, como el ordenador, el flexo, los cargadores o la cafetera.