Gas

Consumo de las chimeneas de gas y mantenimiento

El consumo de una chimenea de gas, al igual que cualquier otro sistema de calefacción, depende de factores como tus hábitos de consumo, la correcta elección de la potencia del aparato con respecto a la estancia, el aislamiento térmico de tu vivienda o el poder calorífico del gas elegido. 

Esto es, todo depende del tipo de gas que utilice tu chimenea y de otros elementos incluido su mantenimiento. Si éste es insuficiente tu chimenea consumirá más energía de la necesaria aumentando la posibilidad, por otro lado, de un posible accidente. 

Hemos preparado la siguiente información que se centra en el consumo de las chimeneas de gas y en su mantenimiento para que compruebes si se adapta a tus expectativas.

¿Qué necesitas para instalar una chimenea de gas?

Las chimenea de gas requieren de 4 elementos fundamentales para poder instalarlas: 

  1. Un suministro de gas. Puede ser de gas natural, gas butano, gas propano o bioetanol. 
  2. Una toma de corriente. Necesitan electricidad para encenderse o apagarse. Esto les permite ser programadas.
  3. Una salida de humo. Es necesaria para evacuar los residuos de la combustión aunque no es obligatorio que se encuentre en el techo, como ocurre con las chimeneas de leña. Por ello las chimeneas de gas pueden instalarse en cualquier tipo de vivienda. 
  4. El espacio necesario. Pueden colocarse prácticamente en cualquier habitación dado que ofrecen una gran variedad de diseños tanto horizontales, como verticales, de una o varias caras, minimalistas o rústicas, etc. 
Consumo chimenea de gas

¿Cuál es el consumo de una chimenea de gas?

Como media, el consumo de una chimenea de gas se sitúa entre los 0,9 y 1 metros cúbicos por hora (m3/h), lo que traducido a kilovatios por hora (kWh) –considerando que el poder calorífico superior (PCS) del gas natural es de 11,70 kWh, el del butano es de 11.867Kcal/Kg y el del propano 12.052 Kcal/Kg– supone alrededor de 10-12 kWh a pleno rendimiento. 

Puedes encontrar chimeneas con rendimientos desde los 3 kW a más de 14 kW. Piensa que una estancia de 50 metros cuadrados (m2) requiere de una potencia aproximada de 6 kW. 

Sin embargo, determinar el consumo de una chimenea de gas es complicado puesto que depende de la potencia de la chimenea, pero también del uso que le des. Es decir, si utilizas la chimenea al máximo nivel, el consumo será mayor que si la dejas encendida a bajas temperaturas. 

Los siguientes factores que te enumeramos influyen igualmente en su consumo.

Capacidad de la chimenea

Debes instalar una chimenea con una capacidad correctamente dimensionada para el espacio que debe calentar y considerar si va a ser el único origen de calor o vas a usarla de apoyo a un sistema de calefacción por suelo radiante, de un circuito de radiadores, etc. 

Aislamiento térmico de la vivienda

Si tu casa está bien aislada consume menos energía, esto es una máxima. El doble acristalamiento y el aislamiento térmico de techos, paredes y suelos o la reducción de puentes térmicos suponen un ahorro importante en tu factura del gas, sobre todo, si consideras que el consumo de la calefacción en una casa supone más del 50 %.

Recuerda que existen ayudas y subvenciones para la mejora de la eficiencia energética de las viviendas. 

Chimenea de gas: mantenimiento y limpieza

A diferencia de la chimenea de leña que requiere un mantenimiento cotidiano, la chimenea de gas no necesita grandes cuidados. Aunque por seguridad es recomendable que un técnico especializado haga una revisión anualy verifique la combustión, la ventilación y el resto de elementos que pueden presentar desgaste y, por consiguiente, provocar futuras fugas. 

Como ocurre con cualquier instalación de gas, una falta de mantenimiento consumirá más gas del necesario y también puede ser muy peligroso, llegando a provocar incluso explosiones. 

Si bien es cierto que los residuos generados por la combustión del gas son mínimos, el fuego puede oscurecer ciertas partes del sistema, como vidrios, marcos y otros elementos. Para limpiarlos es importante que sigas las instrucciones de limpieza del fabricante.

Asimismo, y más allá de la revisión anual, es conveniente que limpies tu chimenea de vez en cuando. Cuanto más la uses, más se ensucia como ocurre con cualquier aparato cuyo funcionamiento se basa en la combustión.

Toma nota de estos 5 pasos para limpiar una chimenea de gas antes de ponerte a ello y, por encima de todo, sigue las recomendaciones del fabricante. 

Corta el suministro de gas 

Antes de comenzar, apaga la válvula de gas y desenchufa la chimenea de la red eléctrica. Si la has usado recientemente, espera a que se enfríe. 

Aspira el interior

Retira la decoración de tu chimenea de gas –piedras, leños, etc– si cuenta con ella y limpia estos elementos con un paño húmedo.

A continuación, aspira el interior para eliminar los residuos y el polvo que puede haber. 

Limpia el interior 

Del mismo modo que has procedido con los elementos decorativos, procede a limpiar el interior y el vidrio con un paño húmedo. 

Si quieres profundizar en la limpieza de tu chimenea de gas con algún producto químico es imperativo que verifiques las recomendaciones del modo de empleo o que busques el asesoramiento de un experto, ya que podrías dañarla. 

Limpia el exterior 

El paño húmedo sigue siendo tu aliado en la limpieza del exterior y los bordes de tu chimenea.

Vuelve a conectarla

Vuelve a enchufarla a la luz y abre el suministro de gas. 

Recuerda siempre que no debes usar ningún producto químico abrasivo que no sea específico para la limpieza de tu chimenea de gas y extrema la precaución en la limpieza del vidrio porque puedes rayarlo o estropearlo. 

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