¿Qué es la inmótica y en qué consiste?

La inmótica es a los edificios terciarios y no residenciales lo que la domótica es a la viviendas. El auge de la tecnología ha hecho que los usuarios otorguen cada vez mayor valor a los inmuebles que buscan no solo la eficiencia económica, energética o de seguridad y confort, sino también la sostenibilidad que les permita colaborar en edificios respetuosos con el Planeta.

Para hablarte de lo que es la inmótica, de sus beneficios y de sus diferencias con la domótica, hemos preparado un artículo que recoge todos estos aspectos, además de otros también importantes relacionados con la temática.   

¿Qué es la inmótica?

La inmótica es el conjunto de tecnologías de control y automatización inteligente y eficiente de los edificios terciarios y de los no destinados a fines residenciales con el objetivo de aumentar su confort y seguridad, así como facilitar el ahorro de costes y energía.

Además de lo anterior, la inmótica se preocupa de que la huella ecológica que deja sea la menor posible a fin de contribuir a un mayor respeto de los inmuebles con el medioambiente en general.

Esta preocupación abarca desde el uso de sistemas de energía 100 % renovables a técnicas de edificación que incluyen soluciones de gestión ambiental y reducción de residuos.

Inmótica

Principales características de la inmótica

La inmótica se caracteriza por una serie de rasgos que hacen que se distinga de otros tipos de soluciones tecnológicas.

Automatización

La automatización permite que una serie de funciones previamente definidas y configuradas se realicen de forma autónoma. Esto posibilita que los usuarios o encargados de mantenimiento se olviden de su programación o de su puesta en marcha continuamente.

Simplemente tendrán que informar de la acción con carácter puntual al ponerse en funcionamiento por primera vez o para implementar cambios sustanciales por nuevas integraciones o nuevas configuraciones.

Un ejemplo habitual de este punto es el encendido y apagado automático de las luces según la aparición o ausencia de movimiento en zonas desocupadas.

Otro ejemplo común es el ajuste de los sistemas de climatización para que se mantengan en una temperatura y porcentaje de humedad ideales sin sobrepasar los niveles de confort tanto en verano como en invierno.

Integración

Otro de los puntos fuertes de la inmótica es la integración que permite agrupar y coordinar distintos sistemas y dispositivos para que sean funcionales desde una única plataforma.

Esta función ha de ser válida y operar adecuadamente incluso si los fabricantes de los sistemas no son los mismos.

En este caso un ejemplo sería una plataforma capaz de integrar los sistemas de encendido y apagado de las luces con el control de acceso desde los ascensores.

Sensorización

Sobre la sensorización, todo edificio dotado con sistemas de inmótica debe contar con una amplia variedad de mecanismos sensores, ya sean estos de movimiento, intensidad de la luz, humedad, calidad del aire, etc.

Estos mecanismos actúan como informadores de las condiciones del entorno para permitir un ajuste de las condiciones existentes bajo los parámetros más óptimos en cada momento.

Control remoto

El que el edificio se pueda gestionar y regular desde cualquier ubicación es lo que da peso específico y entidad propia al control remoto

La supervisión y administración de los distintos sistemas con que cuenta el edificio debe poder realizarse además desde una amplia gama de dispositivos entre los que se encuentran las tabletas, los smartphones o los ordenadores portátiles, entre otros.

Escalabilidad

La tecnología no para de avanzar y en línea con esta continua evolución, la inmótica ha de ser escalable y permitir un encaje correcto ante las novedades tecnológicas que puedan aparecer.

Además, debe poder asegurar su aplicación en edificios con distintas necesidades, de distintos tamaños y con distintas complejidades.

Así, hablamos de que debe poder implementarse en un hospital, en un hotel, en un negocio o en un edificio de servicios municipales, por poner algunos ejemplos habituales.

Personalización

Un poco en línea con el punto anterior, los inmuebles que presentan diseños basados en la inmótica deben poder ofrecer soluciones automáticas pero personalizadas dependiendo del tipo de usuario y de sus necesidades.

Para verlo más claramente, piensa que no son las mismas las necesidades de los usuarios de un local comercial que los de un hospital.

Beneficios de la inmótica

Entre los muchos beneficios de la inmótica se encuentran los que detallamos a continuación:

  • Mayor ahorro económico.
  • Apuesta por el ahorro energético.
  • Creación de espacios sostenibles.
  • Diseños con efectos innovadores.
  • Mantenimientos viables para edificios de distintas dimensiones, desde negocios hasta edificios de gran volumen.
  • Funcionamiento general del edificio centralizado y supervisado desde un simple dispositivo.
  • Mejoras en los sistemas de seguridad.
  • Diseños enfocados en un mayor confort.
  • Refuerzo de los sistemas e infraestructuras de comunicaciones.

Diferencias con la domótica

La principal diferencia entre la inmótica y la domótica la hemos desvelado ya a lo largo de este texto y se refiere a la ubicación objetivo.

En el caso de la primera se ciñe a edificaciones de gran tamaño y complejidad, mientras que en el caso de la segunda hablamos de viviendas o espacios residenciales.

De lo anterior se deduce que en el caso de la inmótica el despliegue y la cantidad de servicios implementados será mucho mayor que en el caso de la domótica, aunque dichos servicios puedan ser los mismos en cuanto a concepto.