El funcionamiento del termo eléctrico es sencillo y consiste en calentar el agua fría de su depósito mediante una o varias resistencias eléctricas.
Radiadores de baja temperatura: qué son, tipos y funcionamiento
Los radiadores de baja temperatura consiguen una mejor conductividad del calor que los radiadores convencionales al tiempo que te permiten ahorrar energía y mejorar la calidad del aire de tus espacios. Elegir los elementos adecuados y, sobre todo, saber con qué caldera combinarlos para obtener el mejor rendimiento puede generarte dudas.
Esto es algo por otra parte que se amolda a las necesidades de transición energética planteadas por la Unión Europea y centradas en desarrollar e implantar sistemas de calefacción y Agua Caliente Sanitaria (ACS) que funcionen a baja temperatura, tanto por ahorro de combustible, como para obtener un mayor confort.
La siguiente información que te hemos preparado recoge toda la información que necesitas para conocer los diferentes tipos de radiadores de baja temperatura que existen, así como para entender su funcionamiento.
¿Qué son los radiadores de baja temperatura?
Los radiadores de baja temperatura o radiadores de calor suave son elementos que funcionan con agua a temperaturas entre los 35 ºC y los 50 º C, y que alcanzan una temperatura de confort a través de la convección, aprovechando el 100 % de la energía térmica generada.
Su alto rendimiento a baja temperatura los hace mucho más eficientes que los radiadores convencionales que necesitan temperaturas de entre 70 º C y 90 ºC, reduciendo así el consumo de energía y aumentando el confort en tu vivienda.
Los modelos de baja temperatura son además muy versátiles, ya que pueden brindar tanto calor en invierno como refrigeración en verano.
Este tipo de radiadores eficientes además de trabajar a una temperatura menor, también necesitan menor cantidad de agua en comparación con los tradicionales.
Frente a otros tipos de radiadores de agua menos eficientes, los radiadores de baja temperatura potencian las características de elementos de alto rendimiento como:
- Calderas de condensación.
- Calderas de baja temperatura.
- Calefacción solar.
- Bombas de calor.
Así las cosas, estos radiadores responden a las exigencias energéticas y de seguridad estipuladas para las instalaciones de calefacción en el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) entre las que destacan la necesidad de reducir las emisiones de gases contaminantes y de desarrollar diseños que faciliten la reducción de los riesgos de sufrir accidentes, entre otras.
Del mismo modo, responden a los retos expuestos en la Ley de cambio climático y transición energética como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 23 % con respecto a las cifras de 1990 y a la mejora de una eficiencia que permita disminuir un 39,5 % el consumo de energía primaria con respecto a la línea de base conforme a la normativa comunitaria.
Los radiadores de baja temperatura no solo responden a esas cuestiones, sino que se pueden integrar con sistemas de calefacción y ACS basados en energías renovables como la biomasa , la energía solar o la aerotermia.
Tipos de radiadores de baja temperatura
En el mercado puedes encontrar diferentes tipos de radiadores de bajo consumo. En lo que respecta a su modo de funcionamiento tienes 2 opciones:
- Radiadores estáticos.
- Radiadores dinámicos.
Radiadores estáticos
Son aquellos que calientan el aire gracias a un intercambiador y una vez caliente se expulsa del radiador por convección, es decir, tomando aire frío por su parte inferior y soltando el aire caliente por la parte superior.
Radiadores dinámicos
Este tipo de radiadores de baja temperatura cuentan con un ventilador que expulsa el aire de manera más rápida. Este modo de funcionamiento aumenta su eficacia, calentando los espacios en menor tiempo.
Es importante señalar que los ventiladores solo se activan cuando es necesario para alcanzar la temperatura objetivo en momentos de mayor demanda, pero se desactivan automáticamente si necesitas mantener la temperatura.
Dado que estos elementos trabajan a una temperatura suave, cuentan con una menor inercia térmica, esto es, una menor capacidad de almacenar, conservar y liberar el calor, por lo que se enfrían rápidamente al apagarlos.
Sin embargo, esta característica que, a priori, puede parecer negativa se convierte en positiva al ser un refuerzo de seguridad.
Otra distinción que debes tener presente es si los vas a utilizar únicamente para generar calor, o si los quieres utilizar también para refrigerar tu vivienda acoplándolos a un sistema de aerotermia o geotermia que te permita sacar partido a tu instalación durante todo el año.
Funcionamiento de los radiadores de baja temperatura
En esencia, el funcionamiento de los radiadores de baja temperatura es sencillo. A saber, cuentan con una serie de tuberías de cobre y aletas de aluminio corrugadas que conforman lo que se denomina el intercambiador de temperatura.
Este proceso consta de 4 pasos:
- El radiador recibe el agua a través del circuito.
- Esta calienta las aletas de aluminio.
- El aire frío se absorbe por la parte inferior del radiador y se calienta al pasar por las aletas.
- El aire caliente es expulsado por la parte superior del radiador.
La eficiencia de estos elementos radica en cómo utiliza la energía. Piensa que en un radiador convencional que funciona con agua a unos 70 ºC, se aprovecha, también por convección, aproximadamente el 80 % de la transmisión de calor mientras que el 20 % restante se produce por radiación.
Al expulsar el aire a una temperatura más alta, este se eleva calentando techos y paredes, proceso que requiere de mayor energía que si el radiador trabaja a 40 ºC. A esta temperatura el calor se emite de forma más directa al conjunto de la estancia.
Tal y como te hemos comentado, estos radiadores aumentan su eficiencia energética cuando se combinan con calderas de condensación que ofrezcan el mayor grado de modulación posible, y también con sistemas de climatización como la aerotermia a través de bombas de calor con un Coeficiente de Rendimiento (COP) elevado de entre COP 4 o COP 5.
Esto significa que una bomba de calor con un COP 5 produce 5 kilovatios (kW) de energía térmica con 1 kW de energía eléctrica. Como ves se trata de sistemas muy eficientes.
Los radiadores de baja temperatura se convierten así en grandes alternativas a la calefacción de suelo radiante, con todas sus ventajas como sistema de calefacción y refrigeración para reducir tu factura energética, pero sin el inconveniente de tener que hacer grandes obras para instalarlo.
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