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Una batería de condensadores es un sistema eléctrico que actúa de forma automática para equilibrar la energía reactiva de una instalación. Esto permite potenciar la eficiencia energética y reducir la factura de la luz, sobre todo en grandes consumidores.
Estos dispositivos no solo te ayudan a ahorrar y a proteger el medioambiente al hacer un mejor uso de los recursos, sino que incrementan la seguridad de tu instalación eléctrica y favorecen una mejor gestión de las instalaciones de autoconsumo de energías renovables.
Si no sabes qué es una batería de condensadores, cómo funciona y para qué sirve, sigue leyendo.
Una batería de condensadores (también conocida como banco de condensadores o banco de capacitadores) es un equipo eléctrico capaz de detectar la energía reactiva inductiva y aportar energía reactiva capacitiva para anularla.
La potencia de estos sistemas se expresa en kilovoltamperios reactivos (kVAr) que se reparten en grupos que estas baterías conectan y desconectan en función de la demanda y la necesidad.
Permítenos aclarar que la energía reactiva corresponde a una parte de la electricidad de una instalación que no se convierte en energía útil, pero que puede sobrecargar la red. Si esto ocurre, vas a pagar más luz sin justificación real.
Para evitarlo las baterías de condensadores se suelen instalar en empresas e industrias con un alto consumo de luz, así como en equipos que pueden solicitar energía reactiva (como transformadores, motores o sistemas de climatización e iluminación), con el objetivo de mejorar la eficiencia energética y reducir costes.
Una batería de condensadores cumple con funciones esenciales para la eficiencia energética, el ahorro y la seguridad de instalaciones eléctricas de alto consumo.
Son muy útiles en fábricas con maquinaria y motores eléctricos, hospitales, centros sanitarios, restaurantes, hoteles, centros comerciales u oficinas porque:
Aunque los grandes consumidores son los primeros beneficiarios, las baterías de condensadores ayudan a las viviendas que cuentan con muchos dispositivos electrónicos a mejorar considerablemente la calidad de la red interna y reducir las pérdidas de energía.
El funcionamiento básico de una batería de condensadores se basa en suministrar la energía reactiva que necesitan los receptores, evitando que sea absorbida de la red, y el factor potencia sea próximo a 1. Este factor expresa la relación entre la energía activa (la potencia real y útil) y la aparente (suma vectorial de la potencia activa y la reactiva).
En otras palabras, una batería de condensadores almacena energía eléctrica y la libera cuando es necesario para contrarrestar la energía reactiva presente en la red.
Para entrar en detalle en su funcionamiento es preciso que conozcas sus componentes:
Gracias a este proceso, las baterías de condensadores compensan la potencia reactiva, facilitando una distribución más eficiente de la energía eléctrica y evitando la sobrecarga de los equipos y cableado.
Existen diferentes tipos de baterías de condensadores en función de su forma de conexión y aplicación, y que van a definir el esquema a utilizar. Así, puedes encontrar baterías de condensadores automáticas, de maniobra estática o fija, desintonizadas o sistemas mixtos, o con filtros activos.
Las vamos a abordar a través de los diferentes esquemas.
El esquema de baterías de condensadores es un diagrama eléctrico que representa cómo se conectan los distintos componentes de una batería de condensadores.
Te ayuda a entender cómo se alimenta, controla, mide y protege la batería, y cómo debes dimensionar, instalar y mantener de forma adecuada el equipo. Todo ello, garantizando el cumplimiento de las normativas de seguridad y eficiencia.
Existen diferentes esquemas en función de las características de la instalación y las necesidades específicas:
Las baterías de condensadores brindan muchas ventajas en la gestión del consumo eléctrico:
Si te preguntas cómo dimensionar correctamente una batería de condensadores, hemos de precisar que depende de múltiples factores como el consumo eléctrico, el tipo de equipos instalados, el modo de funcionamiento de las cargas, entre otros.
Cuando se trata de instalaciones nuevas, el cálculo inevitablemente es teórico y preventivo, al no haber aún datos de consumo real. Suelen seguirse estos pasos:
En este caso, el cálculo va a ser más preciso gracias a los datos reales existentes. Uno de los métodos más sencillos que puedes utilizar es analizar las facturas de luz del último año.
De esta manera, vas a obtener un consumo total de energía activa (kWh), y el consumo de energía reactiva (kVArh) o los valores de los maxímetros. A continuación, necesitas calcular la potencia reactiva necesaria para corregir el factor de potencia.
Idealmente, puedes utilizar un analizador de redes que te va a permitir obtener datos más precisos como el Cosφ instantáneo, la distorsión armónica total (TDH), los picos de demanda y el perfil horario de consumo.
En cierta medida, las baterías de condensadores pueden ser consideradas sistemas de gestión inteligentes de la energía eléctrica: brindan eficiencia, ahorro y seguridad.
Para potenciar sus bondades puedes combinarlas con una instalación de autoconsumo fotovoltaico con un sistema de monitorización y gestión avanzada de la energía en tiempo real.
Además, puedes beneficiarte de ayudas y subvenciones para el autoconsumo.
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