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Chimeneas de gas: cómo elegirlas y cómo funcionan

Las chimeneas de gas son sistemas de calefacción que llenan tus espacios de calidez gracias a la belleza y el calor del fuego, pero puede ser complicado elegir la que necesitas entre todo el maremagnum de diseños, características y posibilidades que hay en el mercado. 

Estas chimeneas son muy versátiles y las puedes combinar con otros sistemas de calefacción. Como fuente de energía utilizan gas natural, butano o propano y no necesitan salida de humo en el techo, lo que te permite disfrutar de ellas en un piso. 

Te vamos a explicar más en profundidad estas y otras características que te servirán a la hora de discriminar entre todas las opciones. 

¿Qué chimenea de gas elegir?

Las chimeneas de gas te ofrecen tal variedad de diseños y opciones que pueden resultar apabullantes, por lo que te proponemos la siguiente clasificación en base a características como el diseño, la potencia, el tipo de gas, etc. 

Según la estancia

Las chimeneas de gas tienen versiones interiores y exteriores, de todos los tamaños y diseños que se adaptan fácilmente a cualquiera de tus estancias. 

Puedes elegir entre frontales, rinconeras, empotrables e incluso suspendidas y portátiles.

Según la visión del fuego

Las chimeneas de gas te permiten, dependiendo de sus diseños, ver el fuego desde diferentes perspectivas: 

  • Una cara: son las chimeneas frontales. 
  • Doble cara: pueden ser una cara frontal más una lateral o dos frentes –por delante y por detrás– que se conocen como túnel. 
  • Tres caras: se componen de una parte frontal y dos laterales. Este tipo de chimenea de gas funciona muy bien como separador de ambiente.
  • 4 caras: se puede ver el fuego en una visión de 360 º.

Las posibilidades son numerosas si tienes en cuenta que también puedes elegir entre chimeneas horizontales y verticales. 

Según los quemadores y la decoración interior

Puedes elegir también el tipo de quemadores –en disposición recta, zigzag…–, así como la decoración interior, por ejemplo añadir leños cerámicos con vermiculita y filamentos metálicos, piedras blancas, volcánicas o cristales, luces LED, etc. Algunos modelos incluso permiten personalizar el revestimiento.

Según su potencia

Por regla general, el rendimiento de las chimeneas de gas se sitúa entre 3 y 14 kW. 

Para orientarte, calcula que una chimenea de unos 6 kW (kilovatios) puede calentar una superficie de 50 m2, aunque todo depende del aislamiento térmico de tu vivienda, de la localización, del revestimiento del suelo, etcétera, como ocurre con todo tipo de instalaciones de calefacción.

En todo caso, siempre es recomendable que consultes con un experto que te aconseje qué potencia necesitas. 

Según el tipo de gas

Las chimeneas de gas son muy versátiles también en cuanto a su fuente de alimentación, ya que pueden funcionar con gas natural, con bombonas de butano o con gas propano –tanto en bombonas o conectadas a un depósito–. 

El inconveniente de las bombonas de butano es que son pequeñas –de 12 kg frente a los 35 kg de las de propano–, por lo que se recomiendan para pequeños espacios.  

Según la combustión

Si nos centramos en la combustión, tienes dos tipos: 

  1. Abiertas o atmosféricas: estas chimeneas utilizan el oxígeno de la habitación en la que se encuentran para realizar la combustión, expulsando al exterior los gases resultantes. Este funcionamiento no las hace apropiadas para estancias pequeñas. 
  2. Cerradas o estancas: la combustión se realiza en una cámara hermética y recuperan el oxígeno del exterior. Son más eficientes y más seguras. 
Chimeneas de gas

¿Cómo funcionan las chimeneas de gas?

El funcionamiento de una chimenea de gas es similar al de una cocina de gas, debe estar conectada al suministroy cuenta con quemadores que se activan gracias a la chispa que provoca una bujía. 

Además, necesitas que tengan acceso a una toma eléctrica para que su sistema de encendido y apagado pueda funcionar. Una gran ventaja es que son programables.

No es necesario que la salida de humos se sitúe en el techo, pero sí que sea del tipo coaxial, como la que se precisa en las calderas de condensación. Su instalación debe realizarse en horizontal por la fachada del edificio o de la vivienda unifamiliar. 

Esto ofrece una ventaja con respecto a las chimeneas de leña o de pellets que sí necesitan una salida vertical por el techo o tejado –a no ser que el inmueble cuente con un shunt de ventilación, un hueco para renovar el aire de los edificios.

¿Son mejores las chimeneas de gas o de leña?

Si estás dudando entre una chimenea de gas o una de leña, debes reflexionar sobre 2 cuestiones principales: 

  1. La inversión inicial. Dependiendo del modelo, la potencia o el diseño los precios tanto de una como de otra pueden oscilar entre los 500 € y los miles de euros, si bien es cierto que a igual rendimiento las de gas son bastante más caras. 
  2.  El espacio. La chimenea de leña necesita una salida de humo en el techo. 

En contrapartida, las ventajas de las chimeneas de gas son múltiples:

  • El gas es un combustible que no deja residuos por lo que su mantenimiento es menor. 
  • La instalación es sencilla y rápida. 
  • El calor que generan es inmediato. 
  • La intensidad es regulable. 
  • El encendido o apagado se puede programar pudiendo integrarse en sistemas de domótica
  • Se adaptan a cualquier tipo de diseño y espacio, ya que puedes elegir entre multitud de tamaños, disposiciones, etc.

En lo que respecta a los inconvenientes, enumeramos estos 3: 

  1. Precisan de una instalación de gas.
  2. Su precio es más elevado.
  3. Una vez apagadas no cuentan con el calor residual de una chimenea de leña.
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