Detector de gas

El detector de gas es un dispositivo que proporciona en tiempo real y para un lugar determinado, una indicación de la presencia de gases nocivos en el aire. 

¿Qué es un detector de gas?

El detector de gas o sensor de gas es un instrumento de medición que identifica en el aire la presencia de gases nocivos, muchas veces debido a una fuga o a un incendio. 

Cuando estos gases alcanzan una concentración que podría resultar dañina, el detector de gas lanza una señal acústica y visual para avisar de lo que está ocurriendo y que se puedan tomar las medidas de seguridad necesarias.

Algunos modelos de detectores de gases cuentan con un sistema de corte automático de gas con el que pueden llevar a cabo una interrupción inmediata en el suministro una vez se ha identificado la existencia de una fuga. 

Es por tanto una herramienta útil y fiable para controlar la calidad del aire tanto en el hogar como en el puesto de trabajo y evitar riesgos para las personas.

Detector de gas

Tipos de detectores de gas

Los tipos de detectores de gas disponibles en el mercado pueden clasificarse de diferentes maneras, bien por el modo de funcionamiento o de acuerdo al tipo de gas que detectan. También puede ser dispositivos fijos o portátiles. 

Básicamente los sensores de gas se enmarcan en los siguientes grupos:

Sensores infrarrojos (NDIR)

Los detectores de infrarrojos de gas funcionan con emisores y receptores de luz infrarroja y son los más estables y de mayor vida útil de los que existen en el mercado. 

Los sensores infrarrojos emiten luz infrarroja que será absorbida en parte por los gases a una determinada longitud de onda. Este cambio en la radiación infrarroja será captado por el receptor del detector: a mayor cantidad de luz infrarroja absorbida, mayor será también la proporción de gas presente en el ambiente. 

Debido a su funcionamiento, los sensores NDIR solo pueden detectar gases que contengan más de un tipo de átomo, como el dióxido de carbono (CO2) o el metano (CH4).

Sensores de ultrasonidos

Los sensores de ultrasonidos de gas utilizan detectores acústicos para la detección de fugas de gas en tuberías de difícil acceso. Estos dispositivos captan el sonido de alta frecuencia que emite un gas cuando pasa por algún orificio no esperado. 

El sonido de una fuga de gas genera un sonido ultrasónico en un rango promedio entre los 25 kHz y los 10 MHz que, evidentemente, estos sensores son capaces de medir.

Sensores semiconductores de óxido metálico

Los detectores de semiconductores de óxido metálico funcionan a través de una película sensible al gas que está compuesta por diferentes materiales químicos, normalmente óxidos de estaño o tungsteno. 

Dicha película reacciona al entrar en contacto con el gas, provocando que la resistencia eléctrica en el sensor decrezca y se genere una corriente directamente proporcional a la concentración de gas, que activará las alarmas acústicas o visuales.

Los detectores de gas de semiconductores se utilizan para medir los gases más comunes en el ambiente como el hidrógeno, oxígeno, dióxido de carbono, monóxido de carbono y también otros gases como el vapor de alcohol.

Sensores catalíticos

Los detectores catalíticos o sensores de difusión catalítica son los más utilizados en el ámbito doméstico, ya que son asequibles y están concebidos para detectar gases combustibles –normalmente gas natural, propano o butano–. 

Este tipo de sensores están compuestos por dos elementos: un elemento detector, que contiene un material catalizador y es sensible a los gases combustibles, y un elemento compensador, que no reacciona a dichos gases. 

Si hay gas en el ambiente, éste se quemará en el elemento detector, lo que provocará un aumento de su temperatura y el consiguiente aumento en el valor de su resistencia. 

Esto produce un desequilibrio y genera un voltaje directamente proporcional a la concentración de gases combustibles presentes en el aire que se puede medir.

Sensores de gas fijos o portátiles

Los detectores de gas suelen estar disponibles en dos formatos: fijos y portátiles.

Los detectores de gas fijos, que se instalan con carácter permanente en una ubicación determinada, se utilizan para controlar la atmósfera de los lugares donde puede darse de manera habitual la presencia de gases peligrosos. 

En muchas instalaciones industriales los sensores fijos son parte del equipamiento básico de seguridad. Se pueden usar, por ejemplo, en los almacenes de gases peligrosos para la salud (cloro, etc.), inflamables (gas natural o similar) o en instalaciones térmicas (monóxido de carbono). 

Por su parte, los detectores de gas portátiles, complementarios a los fijos, son ideales para comprobar la calidad del aire en enclaves concretos y más reducidos. 

Los sensores portátiles son considerados un tipo de EPI (Equipo de Protección Individual) y permiten detectar rápidamente los niveles peligrosos de gas en cualquier lugar y momento.


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