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Temperatura en la oficina según la normativa. ¿Cuál es la ideal?
La temperatura en la oficina se puede considerar ideal atendiendo a distintos criterios de clasificación. Entre los principales destacan el confort que aporta a las personas, así como lo que la normativa española vigente dice al respecto. De cualquier forma, cada persona tiene un concepto propio de cuál es su temperatura ideal en la oficina y esta puede diferir bastante según el caso.
En cualquier caso, en este artículo vamos a analizar un par de normativas en lo que a clasificaciones térmicas se refiere para ofrecerte el máximo de información posible que te permita decidir cuál es la temperatura en la oficina que se considera ideal y en qué parámetros se sostiene.
¿Por qué es importante controlar la temperatura en la oficina según la normativa
La temperatura en la oficina, el ruido y la iluminación son los elementos que configuran el confort ambiental en estos espacios de trabajo. Al grupo que forman se le conoce como condiciones termohigrométricas.
La necesidad de que las oficinas cumplan una serie de requisitos de control de la temperatura ambiente se debe al, por lo general, deficiente diseño y uso indebido de los sistemas de climatización.
Un ejemplo claro son los aires acondicionados. Estos pueden estar programados a una temperatura excesivamente alta teniendo los empleados que “abrigarse” para poder trabajar a gusto
Pero también pueden tener como protagonista a una temperatura mínima en la que trabajan soportando un exceso de grados que puede devenir en una serie de problemas asociados con el calor:
- Menor rendimiento por falta de atención y concentración.
- Efectos negativos en la toma de decisiones.
- Estrés y ansiedad.
Idénticos problemas a los anteriores son los relacionados con los sistemas de calefacción en invierno.
Para valorar la importancia de contar con una temperatura ideal en la oficina debes tener en cuenta que ésta entra dentro de la ergonomía en los sistemas de prevención de riesgos laborales.
De lo anterior se avala la necesidad de contar con una normativa de regulación más allá del nivel de confort que cada trabajador pueda establecer.
Temperatura en la oficina según la normativa
El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo –INSHT– define el confort térmico como la sensación de las personas de no tener ni frío ni calor. Si lo trasladamos al plano laboral, habría que añadir la coletilla de que esa sensación se ha de medir cuando están trabajando.
Así las cosas y teniendo en cuenta que cada trabajador dispone de un nivel de confort propio y de que las sensaciones son aspectos totalmente subjetivos, llegamos a la conclusión de que el bienestar térmico total es imposible de alcanzar porque siempre existirá un porcentaje de trabajadores insatisfechos con las medidas “oficiales”. Este porcentaje se estima entre el 5 y el 10 %.
A pesar de lo anterior, es importante que existan unos baremos de medición, siendo el método Fanger de evaluación del bienestar térmico global en el que se basa la norma UNE EN ISO 7730:2006, de Determinación analítica e interpretación del bienestar térmico, uno de los más utilizados y admitidos.
El método Fanger sí es un método objetivo gracias al cálculo de los índices PMV y PPD, y de los criterios de bienestar térmico local.
El índice Predicted Mean Vote o PMV recoge el valor medio de la puntuación sobre sensación térmica general de un grupo de personas sometidas a las mismas condiciones térmicas ambientales mientras realizan la misma actividad física y portan indumentarias similares.
El índice Predicted Percentage of Dissatisfied o PPD refleja el número de personas insatisfechas térmicamente para un valor concreto de PMV que oscila entre +3 y -3.
Tomando como base toda esta información llegamos a la siguiente tabla:
Valores de referencia para el bienestar térmico global según la UNE EN ISO 7730:2006 |
---|
-0,5 < PMV < +0,5 ó PPD < 10 % |
PMW = 0 → Sensación térmica neutra PMV entre -0,5 y 0 → Sensación térmica de un poco de frío PMV entre 0 y +0,5 → Sensación térmica de algo de calor |
Si traducimos estos valores a la temperatura ideal en una oficina asegurando menos de un 10 % de trabajadores insatisfechos térmicamente, tenemos que la recomendación de la INSHT es mantener el aire acondicionado en verano entre 23 ºC y 26 ºC, y graduar la calefacción en invierno entre 20 ºC y 24 ºC.
Pero el INSHT no es el único organismo que establece una normativa al respecto de la temperatura ideal en las oficinas. Por su parte el Real Decreto 107/2007 por el que se aprueba el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, muestra su conformidad con lo establecido por la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales.
En la siguiente tabla recogemos de forma conjunta las temperaturas operativas recomendadas tanto por INSHT como por el RITE:
|
INSHT |
RITE |
---|---|---|
Temperatura en verano |
Entre 23 y 26 ºC |
Entre 23 y 25 ºC |
Temperatura en invierno |
Entre 20 y 24 ºC |
Entre 21 y 23 ºC |
Humedad relativa en verano |
Entre el 30 y el 70 % |
Entre el 45 y el 60 % |
Humedad relativa en invierno |
Entre el 40 y el 50 % |
|
Velocidad del aire |
Inferior a 0,1 metros por segundo |
Inferior a 0,2 metros por segundo |
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