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Cerrar un radiador

Cerrar los radiadores puede ser una manera eficaz de ahorrar energía siempre que tomes las precauciones necesarias para que el sistema de calefacción no se vea afectado.

Este procedimiento te permite optimizar su consumo, mejorar el confort de los espacios y reducir tu factura energética gestionando mejor la temperatura de las habitaciones que no utilizas.

En este artículo te invitamos a descubrir consejos para cerrar los radiadores correctamente, qué beneficios te puede ofrecer y cómo puedes potenciar tu ahorro.

¿Por qué cerrar un radiador?

Cerrar un radiador

Puede que necesites cerrar un radiador atendiendo a diferentes contextos. Te presentamos los más habituales:

  • Realizar un mantenimiento o reparación. En el caso de que se necesite realizar una limpieza en el sistema, es necesario y conveniente cerrar cada elemento, así como si tienes que reparar un radiador.
  • Evitar fugas. Si tienes una fuga de agua en algún elemento, actúa rápido y ciérralo para evitar daños mayores. Igualmente, si vas a ausentarte durante meses de tu hogar, puede ser conveniente cerrar los radiadores para prevenir daños por fugas de agua o evitar el arranque de tu caldera.
  • Instalar nuevos radiadores. Hasta finalizar el proceso, los fabricantes aconsejan cerrar los radiadores ya instalados para prevenir accidentes.
  • Diferenciar la temperatura de los espacios. Una manera de optimizar el rendimiento de tu calefacción por radiadores es cerrando los radiadores de las habitaciones que no utilices.

Consejos para cerrar un radiador correctamente

Con la intención de que la seguridad y eficiencia de tu sistema de calefacción no se vean afectadas, presta atención a los pasos que hemos recopilado de los expertos consultados:

  1. Localiza la válvula de cierre del radiador. Esta válvula puede ser manual o termostática y permite adaptar el flujo de agua caliente a tus necesidades, permitiendo el cierre completo del elemento. Suele encontrarse en la parte superior de los radiadores bitubo, y en la inferior de los monotubos. No la confundas con el detentor que suele estar en el lado opuesto y sirve para controlar el flujo de agua, no para cerrarlo.
  2. Gira la válvula. Si es mecánica debes girarla hacia la derecha hasta que notes que no puedes ir más allá, pero no la fuerces porque podrías estropearla. En el caso de una válvula termostática, sitúala en el valor 0 o en el símbolo de nieve.
  3. Comprueba que está cerrado. Espera unos minutos para cerciorarte de que has cerrado correctamente el radiador. Es fácil saberlo: si no calienta, lo has hecho bien. También puede ocurrir que siga calentado, a pesar de haber cerrado la válvula al máximo. Esto puede indicar que está estropeada y tienes que reemplazarla.
  4. Verifica la presión de la caldera. Comprueba que la presión de la caldera se encuentra entre 1 y 2 bares, que suelen ser los valores normales. A veces esa franja aparece en color verde. Si la presión ha subido demasiado, libera un poco para evitar problemas de funcionamiento de la caldera.
  5. Monitorea la temperatura. El último paso es que verifiques que la temperatura ha bajado.  Fíjate en si el hecho de cerrar el radiador ha provocado un desequilibrio térmico en la vivienda, esto es, que no haya afectado a la temperatura de otras estancias que no deseas modificar. Quizá puede ser necesario que debas ajustar el resto de radiadores para no afectar a la eficiencia de tu sistema de calefacción.

¿Cómo cerrar un radiador de calefacción central?

Actualmente, los sistemas de calefacción central cuentan con repartidores de costes o contadores individuales que facilitan la personalización del funcionamiento del sistema.

Esto te permite instalar cronotermostatos de ambiente y válvulas de zona para gestionar de manera independiente la temperatura de los diferentes espacios.

¿Merece la pena cerrar un radiador para ahorrar? Beneficios estratégicos

Cerrar un radiador puede ser una buena idea si:

  • Deseas zonificar tu vivienda. Una manera de ahorrar en tu calefacción es la de zonificar tu casa y adaptar la temperatura a las necesidades de cada espacio, sobre todo en casas grandes.
  • Buscas optimizar el funcionamiento de tu caldera. Cuando cierras radiadores la caldera va a necesitar menos energía para mantener la temperatura en las habitaciones que sí se calientan.
  • Quieres ahorrar energía en espacios no habitados. Reducir el consumo de energía innecesaria se traduce directamente en un mayor ahorro en calefacción considerable.

Cerrar los radiadores sí puede merecer la pena. Ahora bien, antes de hacerlo consulta las indicaciones del fabricante de los componentes de tu instalación.

Recomendaciones para cerrar los radiadores para ahorrar calefacción

A esta alturas, ya conoces algunas de las ventajas y posibles consecuencias de cerrar radiadores para ahorrar.

En la siguiente enumeración recopilamos los beneficios más relevantes así como consejos útiles para que potencies tu ahorro energético:

  1. Cierra los radiadores únicamente de las habitaciones que uses poco.
  2. No cierres y abras los radiadores de manera continuada porque puedes dañarlos.
  3. Evita cerrar demasiados elementos a la vez en un sistema centralizado porque puede aumentar demasiado la presión y crear averías.
  4. Procura mantener las válvulas en buen estado y cambiarlas si las ves desgastadas para evitar fugas de agua que afecten al rendimiento de tus elementos.
  5. Opta por el modo verano en los meses que vas a estar fuera de tu hogar, si tu sistema dispone de él.
  6. Ajusta la temperatura del agua en los meses de más calor para evitar calentarla de más y desperdiciar energía que pagas igualmente.
  7. Maximiza la retención del calor y potencia el ahorro energético optimizando el aislamiento térmico de tu vivienda.
  8. Valora cambiar tu caldera de gas por una más eficiente y estudia que el dimensionamiento de tus radiadores sea el correcto con base en las necesidades de tu vivienda.

En conclusión, cerrar un radiador te puede ayudar a ahorrar gas o electricidad, según el caso, mientras lo hagas tomando las medidas necesarias para no afectar al correcto funcionamiento y eficiencia de tu sistema de calefacción.

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