¿Merece la pena cambiar de compañía eléctrica? ¿Hay penalización?

Si te preguntas si merece la pena cambiar de compañía eléctrica, el sentido de la respuesta va a depender principalmente del grado de satisfacción que tengas con la compañía, de si las tarifas que estás pagando son competitivas o si por el contrario existen opciones más asequibles en el mercado que argumentan por sí mismas el cambio.

A lo largo de este artículo te vamos a compartir una serie de razones que avalan tu traslado de compañía de la luz con sus correspondientes beneficios asociados.

¿Cuándo merece la pena cambiar de compañía eléctrica?

Una respuesta rápida y sencilla sería decir que merece la pena cambiar de compañía eléctrica siempre que el beneficio obtenido justifique el cambio.

En este sentido, las principales situaciones que respaldan el mencionado cambio son obtener tarifas más competitivas, conseguir más servicios o promociones extra, asegurar una mejor atención como clientecambiar de compañía de luz porque la insatisfacción con las condiciones de servicio de la actual no te dejen pensar en otra cosa que en irte.

Afortunadamente, con la liberación del mercado eléctrico, el cambio de compañía no sólo es posible, sino que encierra un proceso no demasiado farragoso.

Es más, incluso es un trámite gratuito que puedes realizar siempre que consideres y siempre que no tengas firmada una cláusula de permanencia.

Eso sí, en caso de que hayas cerrado un contrato con fecha de permanencia, el cambio a otra compañía deja de ser gratis y supondrá una penalización que nunca podrá exceder un máximo del 5 % del precio estipulado en tu contrato de suministro de energía eléctrica.

También es compatible si eres el titular de un contrato de arrendamiento.

Merece la pena cambiar compañía eléctrica

Consejos a tener en cuenta al cambiar de compañía

Una vez has tomado la decisión de solicitar tu traslado a otra empresa energética, hay una serie puntos que es recomendable tengas en cuenta.

  • Compara varias ofertas. Con solicitar 2 o 3 ofertas es suficiente. Puedes ayudarte de los comparadores de tarifas para hacer una primera criba de cuáles son las opciones que más te convienen.
  • Contrata tarifas en función de tu consumo. Cuando inicies el proceso de estudio, comprueba opciones tales como la tarifa plana, tarifas fijas, multiprecio, con bonos de hora, etc.
  • Ajusta la potencia a contratar. Parece un detalle sin importancia, pero ajustar la potencia contratada puede suponerte un ahorro en factura todos los meses. Piénsalo así: si pagas por más potencia de la que necesitas, estarás desaprovechándola y pagando por algo que no usas.
  • Elige entre mercado regulado y mercado libre. Muy en línea con el tema de las tarifas del punto anterior, está la elección que tendrás que hacer entre contratar en el mercado libre o en el regulado.
  • Evita las cláusulas de permanencia. En algunos casos puede que esta opción sea inviable pero cada vez son más las compañías que ofertan planes de tarifas incluyendo la no obligatoriedad de permanencia entre sus condiciones.
  • Decide si quieres un servicio de mantenimiento. La contratación de un servicio de mantenimiento puede ser una de las condiciones de algunos planes. Calcula si sumar este servicio al precio final te sigue saliendo rentable.
  • Comprueba que puedes solicitar el bono social. Puede ser que cumplas todos los requisitos para acceder al bono social eléctrico lo que implica un buen descuento en el importe final de tu factura de la luz. Comprueba que la compañía del mercado regulado con quien contrates te permite acceder a esta solicitud.
  • Cerciórate de la duración de ofertas y promociones. No te dejes engañar con una promoción de precio inmejorable que enmascara una oferta o promoción de validez limitada en el tiempo. Infórmate de su duración y del precio una vez que ya no estén vigentes.
  • Revisa el contrato antes de firmarlo. En principio, no debería haber ninguna variación entre lo acordado con el departamento comercial y el contrato que te llega para firmar. De todos modos, nunca está de más volver a leerlo antes de firmar y comprobar que no existe ninguna cláusula extra ni que se ha dejado sin incluir alguna que especialmente sea de tu interés.

Pasos para cambiar de compañía de luz

Como ya hemos anticipado, los pasos para proceder al cambio de comercializadora de luz son bastante simples y, por lo general, son los que siguen:

  • Contacta con la nueva comercializadora. Para ello podrás servirte de todos los canales que tengan a disposición de los clientes: presencial, vía web, por teléfono, etc.
  • Aporta tus datos como titular del contrato de suministro eléctrico. Deberás informar de tu nombre y apellidos, así como del número de DNI.
  • Elige la potencia a contratar. Recuerda ajustarla tanto como sea posible. Si contratas de más pagas innecesariamente, si contratas de menos te expones a que salte el diferencial continuamente.
  • Facilita el Código Universal de Punto de Suministro o CUPS.
  • Informa del número de cuenta bancaria desde el que proceder a pagar las facturas eléctricas.

Preguntas frecuentes relacionadas

¿Merece la pena cambiar de compañía eléctrica?

Si te preguntas si merece la pena cambiar de compañía eléctrica, el sentido de la respuesta va a depender principalmente del grado de satisfacción que tengas con la compañía, de si las tarifas que estás pagando son competitivas o si por el contrario existen opciones más asequibles en el mercado que argumentan por sí mismas el cambio.

¿Cuánto cuesta cambiar de compañía eléctrica?

Como regla general, cambiar de compañía eléctrica es una gestión completamente gratuita para el usuario. Ahora bien, esto es así mientras no exista alguna cláusula de permanencia en el contrato con tu compañía comercializadora. Para evitar sorpresas desagradables, es recomendable que revises tu contrato de luz o que directamente consultes a tu compañía.

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