Si te preguntas si merece la pena cambiar de compañía eléctrica, el sentido de la respuesta va a depender principalmente del grado de satisfacción que tengas con la compañía, de si las tarifas que estás pagando son competitivas o si por el contrario existen opciones más asequibles en el mercado que argumentan por sí mismas el cambio.
A lo largo de este artículo te vamos a compartir una serie de razones que avalan tu traslado de compañía de la luz con sus correspondientes beneficios asociados.
¿Cuándo merece la pena cambiar de compañía eléctrica?
Una respuesta rápida y sencilla sería decir que merece la pena cambiar de compañía eléctrica siempre que el beneficio obtenido justifique el cambio.
En este sentido, las principales situaciones que respaldan el mencionado cambio son obtener tarifas más competitivas, conseguir más servicios o promociones extra, asegurar una mejor atención como cliente o cambiar de compañía de luz porque la insatisfacción con las condiciones de servicio de la actual no te dejen pensar en otra cosa que en irte.
Afortunadamente, con la liberación del mercado eléctrico, el cambio de compañía no sólo es posible, sino que encierra un proceso no demasiado farragoso.
Es más, incluso es un trámite gratuito que puedes realizar siempre que consideres y siempre que no tengas firmada una cláusula de permanencia.
Eso sí, en caso de que hayas cerrado un contrato con fecha de permanencia, el cambio a otra compañía deja de ser gratis y supondrá una penalización que nunca podrá exceder un máximo del 5 % del precio estipulado en tu contrato de suministro de energía eléctrica.
También es compatible si eres el titular de un contrato de arrendamiento.