El Impuesto al sol fue un peaje de acceso a los consumidores de instalaciones de autoconsumo solar. Supuso un claro freno al desarrollo fotovoltaico.
Cambio de hora: ¿cómo influye en el consumo energético?
El ahorro energético por cambio de hora se fundamenta en un mejor aprovechamiento de las horas de luz según si la estación del año es verano o invierno. Ante este argumento existen voces discordantes que defienden que el ahorro que se consigue no es suficiente y que no justifica los efectos producidos en colectivos de riesgo como bebés, personas enfermas y ancianos.
Para ahondar en el tema de cómo influye el cambio de hora en el ahorro energético y si merece la pena seguir llevándolo a cabo, hemos preparado este artículo en el que te vamos a mostrar las ventajas y desventajas que supone tanto para particulares como para empresas.
¿Es posible el ahorro energético con el cambio de hora?
Son muchas las personas que se preguntan cómo y por qué se ahorra con el cambio de hora, y el hecho de que sea una pregunta muy generalizada entre la población, ya denota su máxima importancia para la población y para los responsables de empresas y negocios.
La respuesta “oficial” es que este cambio permite ajustar las principales actividades de las personas y las empresas a las horas de luz natural que hay en las dos estaciones principales del año.
Sin embargo, y aunque las principales autoridades en la materia incluso reconocen que puede servir para ahorrar energía eléctrica, también afirman que esta economía en el consumo energético es totalmente marginal.
Así las cosas, parece que en general se admite que el ahorro energético por el cambio horario sí tiene un efecto positivo pero, en cualquier caso, no parece ser el suficiente como para tener un impacto suficiente con respecto a lo que el Planeta necesita.
Ventajas de cambiar la hora para ahorrar energía
La principal ventaja de cambiar la hora es por ahorrar energía y la explicación es lógica: cuantas más horas de luz natural puedas aprovechar en tus actividades diarias, menos tendrás que consumir en suministro eléctrico.
Este cambio afecta principalmente a los usuarios de tarifas con discriminación horaria.
El argumento de esta normativa europea afirma que una reducción del consumo energético supone una menor explotación de recursos que, a su vez, se traduce en un ahorro de gastos en economías particulares y globales.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el ahorro por hogar en la factura de la luz puede alcanzar los 6-10 euros al año.
El resto de ventajas asociadas a los cambios de hora de verano e invierno se escapan del objetivo de un menor consumo de suministro eléctrico y guardan relación directa con el estado físico de las personas y con una posición respetuosa con el medioambiente.
En el primer caso, ajustar las horas de actividad a las horas de luz natural implica que el reloj biológico de las personas se va a activar aprovechando los rayos de sol.
Esto tiene como consecuencia mejoras en la salud de las personas, sobre todo aquellas que pertenecen a grupos de riesgo como los bebés, los enfermos y las personas de mucha edad.
En el segundo caso, un menor uso de suministro eléctrico incide positivamente en un consumo más responsable y sostenible. Y es que al disminuir el uso de materias primas se producen menos emisiones de CO2 a la atmósfera.
Desventajas de cambiar la hora para ahorrar energía
En el polo opuesto encontramos que la principal desventaja de cambiar la hora para ahorrar energía tiene como argumento que, a pesar de que sí se produce un menor consumo de electricidad, la cantidad ahorrada tanto a nivel particular como a nivel global no consigue generar unos efectos significativos en el ahorro general como para justificarse de forma clara que se siga poniendo en práctica, año tras año.
Por otro lado, fuentes en contra de esta práctica defienden con insistencia que a pesar de que el reloj cambie de hora, los horarios de trabajo se mantienen, y esto se produce tanto en invierno como en verano.
Para argumentarlo, ponen el ejemplo de que en empresas o negocios con turnos de trabajo de mañana y tarde, lo que se ahorra en uno de los turnos se pierde en el otro.
A esta desventaja nuevamente se le añaden otras de carácter físico y medioambiental.
En el aspecto físico, los primeros días tras el cambio de hora son para que el ciclo circadiano se vuelva a ajustar al nuevo horario. Esto implica cambios en el ritmo de sueño, así como vigilias.
Con respecto al medioambiente, si el ahorro energético que se genera no es suficiente para tener efectos significativos puede que el esfuerzo de ponerlo en práctica tenga poco sentido.
Sea cual sea tu postura ante el cambio de hora si quieres saber cómo aplicar recortes a tu consumo doméstico, te animamos a consultar nuestra Guía para ahorrar energía en casa donde de forma sencilla te compartimos unas cuantas ideas de gran utilidad.
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