
Para poder asegurar si es malo encender y apagar la caldera de gas es clave conocer las recomendaciones del fabricante y el tipo de instalación.
El techo radiante puede ser una solución alternativa e innovadora para la climatización de tu vivienda, oficina o empresa. Tiene un alto rendimiento y proporciona un calor homogéneo y limpio, dado que puede funcionar con fuentes de energía renovables.
A pesar de lo anterior, también tiene inconvenientes que debes conocer para determinar si se adapta a tus necesidades y características de consumo y a tus espacios.
Para que conozcas al detalle qué puede ofrecerte el techo radiante vamos a hablarte de qué es, pero también de sus inconvenientes y de las diferentes opiniones de los expertos.
Para desarrollar esta temática, nos centraremos fundamentalmente en el techo radiante hidráulico por su versatilidad al permitirte tanto calentar tus espacios como enfriarlos.
El techo radiante es un sistema de climatización que se distribuye por tuberías de agua o a través de resistencias eléctricas. Es una instalación invisible y muy eficiente, ya que incrementa el confort en los espacios con un bajo consumo energético.
Provee de una temperatura homogénea, silenciosa y limpia que no genera corrientes de aire por lo que se monta, sobre todo, en grandes espacios como colegios y universidades, hospitales, teatros, cines, aunque también se adapta a las viviendas.
El techo radiante se instala en el falso techo de cartón yeso –también en revestimientos de madera o incluso de lona estirada– con un sistema de tuberías o conductos que facilita la liberación gradual y eficiente de la energía.
En habitáculos muy grandes a veces es aconsejable instalar ventiladores que permiten una mejor distribución del aire en las estancias.
El techo radiante hidráulico –por tuberías de agua– es el más extendido y puede combinarse con diferentes fuentes de energía:
Toma nota de que el techo radiante por resistencias eléctricas no necesita caldera de gas puesto que va enchufado directamente a la red eléctrica. Si, por el contrario, optas por el techo hidráulico recuerda que para potenciar su eficiencia, debes combinarlo con una caldera de condensación.
A pesar de sus múltiples ventajas, el techo radiante cuenta con algunos inconvenientes que debes tener en cuenta según los siguientes elementos:
El techo radiante debe instalarse en cubiertas que no sean gruesas porque afecta negativamente a la propagación del calor o a la refrigeración del circuito.
Este tipo de techo no es capaz de expandir el calor de manera óptima en espacios con techos muy altos.
De igual modo, en techos muy bajos puede provocar sensación de agobio porque la altura se reducirá alrededor de 40 o 50 milímetros.
Debes considerar que cualquier problema en el techo –goteras, filtraciones de agua causadas por un vecino, etc. -- pueden afectar a tu instalación.
En contrapartida, una de sus mayores ventajas es que la sensación de confort se obtiene con una temperatura inferior si lo comparamos a otros sistemas como los radiadores. Esto se debe a que el ser humano no siente la temperatura del aire sino la temperatura ambiente operativa.
Esta temperatura es la media aritmética entre temperatura del aire o temperatura de ambiente y la temperatura media de las superficies que rodean el cuerpo, conocida por radiación. Por esta razón, el techo radiante proporciona una temperatura cómoda y saludable funcionando a 19 ºC cuando con otros sistemas necesitan 21 ºC.
De todas maneras, es siempre aconsejable que contrates un buen servicio de mantenimiento que te asegure que se encuentre siempre en buen estado.
Algunos expertos aconsejan el techo radiante para refrescar la casa y el suelo radiante para calentarla, aduciendo que esta combinación favorece las corrientes de convección que provocan que el aire caliente suba, al pesar menos, y que el aire frío baje.
Frente a este argumento, otros especialistas exponen que, del mismo modo que el sol calienta el planeta desde la parte superior, el techo radiante emite calor emulando los rayos del sol. Esto es, la calefacción de techo radiante no calienta un volumen de aire, sino que calienta la materia y los objetos que transmiten ese calor, es decir, el calor que irradian.
Nuestro consejo es que consultes a un técnico especialista que pueda realizar una auditoría energética de tu vivienda o empresa para que te aconseje el mejor sistema de climatización para ti.
La instalación demanda una inversión inicial considerable y, como ocurre con el suelo radiante, su precio oscila entre 30 € y 80 € el m2.
Además, el importe final depende de otros factores como el tipo de instalación –la hidráulica es más cara que la eléctrica aunque más versátil–, de los materiales seleccionados, etc.
Con todo, el techo radiante por paneles prefabricados interconectados de acabado metálico o cartón piedra no requiere de obra, lo que abarata el presupuesto destinado a la instalación.
Si llegado a este punto te estás preguntando si decantarte por el techo o por el suelo radiante, ante todo ten presente que las ventajas son semejantes.
Para ayudarte a elegir compartimos contigo 3 consejos:
Antes de realizar una inversión en un sistema de climatización, analiza el aislamiento térmico de tu vivienda, negocio o empresa. Si no es óptimo, perderás energía y aumentarás innecesariamente tu consumo.
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