¿Cómo combatir el frío en casa de manera sostenible sin gastar demasiado?

Combatir el frío es casa es necesario para aumentar el confort en tu vivienda y proteger la salud de las personas que la habitan. El gran reto es poder hacerlo de manera sostenible y sin altos costos energéticos.

En invierno, puede que aun utilizando métodos de calefacción tradicionales, sientas frío y tu solución sea subir la temperatura, y, por lo tanto, incrementar el consumo.

Lo ideal es que puedas encontrar soluciones eficaces que, además, te permitan ahorrar energía y sean respetuosas con el medioambiente.

Para ayudarte, en este artículo vamos a ofrecerte diferentes maneras de combatir el frío desde un enfoque sostenible que te permitan reducir tu gasto energético a largo plazo.

Frío en casa

¿Por qué tu casa es fría? Causas más comunes

Si cuando llega el frío planea sobre ti la pregunta “mi casa es muy fría, ¿qué hago?”, queremos tranquilizarte porque hay soluciones y todas ellas empiezan por identificar las causas.

Las 3 más comunes suelen ser:

  1. Déficit en el aislamiento térmico. Un aislamiento térmico ineficiente de paredes, techo y suelos favorece la transmisión de calor desde el interior al exterior, y viceversa. El resultado es que dado que la sensación de frío aumenta, la calefacción va a ser más solicitada para alcanzar la temperatura objetivo.
  2. Filtraciones de aire. Esto ocurre principalmente porque las puertas y ventanas son antiguas, o están mal selladas. También puede entrar aire frío por las persianas e incluso por los enchufes. En todos los casos, se crean corrientes de aire que enfrían la temperatura del interior de la vivienda.
  3. Problemas con el sistema de calefacción. Puede ocurrir que tu calefacción esté anticuada o estropeada por una falta de mantenimiento, o bien que se trate de un medio de calefacción subdimensionado para tu vivienda. El resultado es un gasto excesivo de recursos que incrementan tu factura energética.

¿Cómo te afecta una casa fría?

Vivir en una casa fría tiene diferentes impactos negativos:

  • Consecuencias para el bienestar. El frío constante afecta a la calidad de vida de las personas. Puede provocar falta de concentración, estrés, insomnio o fatiga.
  • Consecuencias para la salud. Más allá del bienestar, y según datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), vivir con una temperatura inferior a 18 °C durante las estaciones frías puede conllevar riesgos para la salud.
  • Consecuencias para tu economía. Una vivienda fría gasta más energía de la necesaria, incrementando tu gasto energético significativamente en invierno, afectando a tu economía familiar.

5 maneras sostenibles y económicas para combatir el frío en casa

Descubre maneras sostenibles y económicas para combatir el frío en casa, reducir tu huella de carbono y abaratar tus facturas. 

Elige aislantes sostenibles para paredes, techo y suelos

En el mercado puedes encontrar una gran diversidad de aislamientos ecológicos que se adaptan a todo tipo de bolsillo y que puedes instalar tú mismo como los aislantes térmico de paredes y techos sin obras.

Es el caso de la pintura térmica, así como de los paneles decorativos que se instalan fácilmente.

Otras opciones son el corcho, la lana de oveja o la fibra de madera que van a proporcionarte, además, aislamiento acústico.

En el suelo, puede ayudarte colocar alfombras. Si quieres ir más allá, tienes la opción de instalar alfombras térmicas que puedes combinar con tu sistema de calefacción para mejorar su eficiencia.

Aísla puertas y ventanas

Aislar puertas y ventanas es necesario para atajar las filtraciones de aire.

Puedes conseguirlo por ti mismo instalando burletes ecológicos de ecofibras o cuero sintético bajo las puertas y alrededor de las ventanas para sellarlas.

Refuerza este aislamiento con cortinas y estores térmicos.

Según datos del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), el ahorro producido por un buen aislamiento térmico hace que la inversión se recupere en unos 5 años.

Zonifica tu vivienda fácilmente

La zonificación de la vivienda es un método altamente eficaz para potenciar el ahorro y mejorar el bienestar en su interior.

Te permite utilizar exactamente la energía que necesitas dónde la necesitas, y no desperdiciar recursos para calentar de más espacios que no se suelen habitar o permanecen mucho tiempo vacíos. En esos casos, puedes programarlos a temperaturas alrededor de los 15 °C.

Una manera rápida, económica y sencilla para zonificar tu casa es instalar termostatos programables.

Aplica buenas prácticas energéticas sin perder el confort

El objetivo de todos estos consejos es que puedas ahorrar, pero sin perder el confort.

Estas son algunas de las buenas prácticas que puedes adoptar:

  • Favorece que la luz solar entre en tu hogar. Abre persianas y sube los toldos para aprovechar el calor que puede proporcionar en las horas centrales del día.
  • Mantén una temperatura objetivo entre los 18 °C y los 21 °C para equilibrar confort, salud y eficiencia energética.
  • Utiliza la ropa adecuada, es decir, en invierno vístete con ropa de abrigo, sin olvidar los pies. Busca que sea cómoda y prioriza el algodón, franela, forro polar, poliéster, lana o ropa técnica que incorpore los últimos avances tecnológicos en materia de tejidos.
  • Utiliza algún tipo de manta tipo plaid si vas a sentarte a ver una película, leer o trabajar. Las hay muy ligeras, pero eficaces para conservar el calor corporal.
  • Explora los programas ECO de tus fuentes de calor eléctricas que optimizan su funcionamiento. 
  • Controla los niveles de humedad en tu hogar porque un porcentaje alto, por encima del 50 % aumenta la sensación de frío en el ambiente.
  • Realiza un correcto mantenimiento de tus sistemas de calefacción para que su rendimiento sea óptimo.

Valora instalar fuentes de energía renovables

Instalar energías renovables para alimentar un sistema de calefacción eficiente, como puede ser la aerotermia, te ayuda a ahorrar a largo plazo.

Por ejemplo, dar de alta una instalación de autoconsumo fotovoltaico con excedentes te permite alimentar tu calefacción con la energía generada por tus paneles, y vender la energía sobrante.

Asimismo, al ahorro a través de la eficiencia, debes sumarle las ayudas y subvenciones a las que puedes acceder por instalarlas.

Publicado el