
Ya sea manual o automáticamente, calcular el consumo de electricidad en kWh es una gran opción a tu alcance para ahorrar en la factura de la luz.
Las diferencias entre emisor térmico, radiador y convector te ayudan a discriminar entre ellos para elegir el sistema de calefacción que mejor se adapte a tus espacios. Se diferencian tanto en su funcionamiento e instalación como en su precio, su consumo y su movilidad, características que inciden directamente en conseguir un ahorro considerable en tu factura eléctrica.
No es lo mismo calentar un pequeño espacio que una gran estancia y saber cuál de estas opciones es más eficaz en cada contexto te permitirá ser más eficiente.
Por ello en este artículo vamos a exponerte las diferencias entre emisor térmico y radiador eléctrico por un lado, y las diferencias entre emisor eléctrico y convector por otro.
La primera diferencia entre un emisor térmico y un radiador eléctrico es que los primeros son fuentes de calor que deben fijarse a la pared, mientras que los segundos puedes moverlos y trasladarlos de una estancia a otra.
Para ayudarte a tener una mejor visualización, te presentaremos las diferencias entre emisor térmico y radiador eléctrico a través de la instalación y el funcionamiento por una parte, y el precio, el consumo y la eficiencia por la otra.
El emisor térmico es un sistema fijo que calienta la habitación en la que se encuentra y funciona conectado a la corriente eléctrica. Puede ser estático –calienta únicamente el aire– o dinámico–calienta el aire y lo distribuye–.
Su instalación es sencilla aunque debes tener en cuenta que no requieren de instalación y no se pueden mover, a diferencia del radiador eléctrico que sí puede transportarse de una habitación a otra.
La mayoría de emisores térmicos actuales cuentan con un cronotermostato que puedes programar para que tu casa alcance y mantenga una temperatura de confort. Algunos de estos aparatos se conectan al wifi o incluyen sensores de ventanas abiertas y se integran en sistemas de domótica.
El emisor térmico tiene acumuladores de energía que potencian su eficiencia. Puedes encontrar emisores térmicos secos, de fluido o cerámicos. Estos últimos ofrecen mayor conductividad y una inercia térmica muy elevada.
Por este motivo, a pesar de que son más caros que los radiadores, son muy eficientes y rentabilizan la inversión gracias al ahorro en el consumo energético.
En lo que respecta a los radiadores, estos proporcionan un calor intenso de gran capacidad y tienes muchos modelos y opciones de bajo consumo como los de calor azul, ideales para habitaciones grandes.
Este tipo de radiador funciona con una resistencia en la base de cada uno de sus elementos que provoca que el fluido portador del calor coja temperatura gracias al efecto Joule por el paso de la electricidad.
Por otro lado, los radiadores ocupan más espacio que los emisores térmicos, pero ofrecen una temperatura más homogénea.
Una vez conocidas las diferencias entre el emisor térmico y el radiador, vamos a extender la comparación con el convector eléctrico, ya que esta opción puede ser interesante en determinados contextos como en pequeños espacios en los que no desees invertir mucho dinero ni tiempo para caldearlos rápidamente.
Frente al emisor térmico, el convector, tal y como su nombre indica, utiliza el calor de convección para aumentar la temperatura de las estancias en poco tiempo gracias a que cuenta con una resistencia eléctrica que calienta el aire frío que absorbe por su parte inferior y lo expulsa por arriba.
Al igual que el radiador eléctrico, el convector no requiere instalación.
Los emisores térmicos son más eficientes que los convectores puesto que estos últimos consumen gran cantidad de energía y no son aconsejables para calentar grandes espacios ni para utilizarlos durante muchas horas.
No obstante, los convectores son más económicos y si te importa la inversión inicial puedes considerarlos como una opción para pequeños espacios como cuartos de baño, cocinas y pequeñas estancias que se calientan rápido y cuentan con un buen aislamiento que evita las fugas de calor.
Si necesitas silencio, quizá no sea la mejor opción, ya que si funcionan con ventiladores para distribuir el calor pueden hacer ruido dependiendo del modelo.
Elegir entre uno u otro sistema de calefacción depende de factores como el tamaño de las estancias que deseas calentar o de si deseas apostar por una inversión a corto plazo o una inversión que se rentabilice a largo plazo gracias a un consumo eficiente.
Llegados a este punto, con la intención de ayudarte a consolidar la información que te hemos transmitido, queremos compartir contigo los consejos de los expertos con respecto al uso de emisores térmicos, radiadores eléctricos o convectores según el tipo de estancia.
Cuando hablamos de electricidad, además de tomar en consideración factores como el tipo de vivienda, tus hábitos de consumo o la zona climática en la que vives, debes tomar dos precauciones antes de contratar tu suministro:
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Elegir la mejor tarifa de luz para una segunda vivienda requiere analizar las necesidades reales y encontrar una tarifa competitiva adaptada a ellas.
La temperatura ideal para la calefacción permite ahorrar y lograr el confort térmico. Depende de factores tan variados como la humedad o si hay bebés.