Gas

¿Qué es una red de calor y cómo funciona?

La red de calor es un sistema de abastecimiento para múltiples puntos de suministro de calefacción y Agua Caliente Sanitaria –ACS– que responde a las necesidades de transformación del sector energético. En concreto, es una solución sostenible para que las ciudades y otros enclaves fomenten la sostenibilidad energética y la socioeconómica. 

Estos sistemas permiten integrar centrales de producción de energías renovables como la biomasa. 

En este artículo vamos a abordar qué son las redes de calor, y también nos adentraremos en su funcionamiento porque antes o después puedes ver su despliegue en tu ciudad. 

¿Qué es una red de calor?

Una red de calor es un sistema centralizado de producción de energía térmica renovable, así como de su posterior distribución en forma de fluido para responder a las necesidades de calefacción y Agua Caliente Sanitaria –ACS– urbanas, ya sean en comunidades de vecinos, en viviendas unifamiliares o en edificios de toda naturaleza. 

Las redes de calor se caracterizan por su adaptabilidad, pudiendo responder de manera eficaz a las necesidades térmicas de pequeños municipios o de grandes ciudades.

Una de sus grandes ventajas radica en la capacidad de este sistema de equilibrar la generación de energía con la demanda sobre el pilar de una economía de escala sostenible.

Este tipo de infraestructuras son comunes en países del centro y norte de Europa, si bien en España existen algunos ejemplos relevantes en Valladolid, Soria o Guadalajara, entre otros enclaves.

Queremos resaltar en este punto la existencia de redes de frío y calor que, análogamente a la definición que acabamos de comentar, son sistemas de abastecimiento de climatización y calefacción para diferentes puntos de consumo, siempre integrando energías renovables como la solar, eólica, geotérmica, etc.

Red de calor

¿Cómo funciona una red de calor?

Una red de calor está conformada por diferentes componentes que abordamos seguidamente. 

Central de generación de energía

Se trata de un sistema de producción de energía térmica en instalaciones centralizadas. 

La central térmica cuenta con un sistema de control que coordina y adapta su funcionamiento con base en la demanda de los diferentes puntos de consumo. Dispone de una zona de almacenamiento de energía que garantiza la continuidad del sistema en escenarios de fallo técnico o de otro tipo. 

En las centrales de producción de energía mediante biomasa, esto es, mediante el aprovechamiento de la parte orgánica de residuos y desechos de múltiple origen, o bien de cultivos energéticos, la estación central cuenta con zonas de calderas para la combustión de la materia prima. 

Subestaciones térmicas

Las subestaciones térmicas son componentes de una red de calor cuyo objetivo es regular y controlar el funcionamiento del sistema

Estas subestaciones están conformadas por un intercambiador de energía y por elementos de medición para poder facturar el servicio. 

Suelen instalarse en la sala de calderas de un edificio o en una vivienda unipersonal, en un espacio que cumpla con la normativa en materia de seguridad. 

Red de distribución

El calor se transporta hasta los usuarios, en la mayoría de los casos, como fluido –esencialmente agua caliente– a través de una red de tuberías subterráneas aisladas

Gracias a este funcionamiento, la red caliente es más eficiente que las instalaciones individuales, tanto en el aprovechamiento de la energía, como en la facilidad y flexibilidad para integrar fuentes de energía renovables como la biomasa. 

En lo que respecta a las tuberías que son de ida y retorno, estas cuentan habitualmente de las siguientes características:

  • Tubería de acero. 
  • Aislamiento de poliuretano. 
  • Armazón de polietileno.
  • Elementos de detección de fugas.

Telecontrol de la red de calor

Todo el sistema de red de distribución cuenta con elementos de control que conectan al usuario final con la central de producción de energía. Esto permite que todo el circuito sea monitorizado. 

Además, las medidas de seguridad de los sistemas centralizados deben pasar una serie de filtros exhaustivos para minimizar las posibles fugas

Ventajas de la red de calor

A lo largo de este artículo, has ido comprobando algunas de las ventajas que proporcionan las redes de calor a las ciudades sostenibles

A continuación, te enumeramos algunas de las ya comentadas, además de añadir otras para ofrecerte una visión global:

  • Mayor seguridad. Las redes de calor disfrutan de medidas de control de la energía de alta tecnología que serían impracticables para instalaciones individuales.
  • Reducción de la contaminación urbana. Esta infraestructura reduce las emisiones de gases si la comparamos con el número de instalaciones individuales necesarias para abastecer al mismo número de personas.
  • Gran eficiencia. Se traduce por un mejor aprovechamiento de la energía generada. En el mismo orden de cosas, este sistema es una herramienta eficaz para alcanzar los objetivos en materia de sostenibilidad previstos para las ciudades del futuro y plasmados en acuerdos como el Pacto Verde Europeo.
  • Versatilidad y facilidad de integración de diferentes sistemas de energías renovables para un mejor aprovechamiento de los recursos. 
  • Continuidad del abastecimiento y comodidad. Al tratarse de un abastecimiento común, la generación de energía responde a la demanda. Esta flexibilidad permite aumentar la potencia en caso de necesitarlo.
  • Mayor ahorro. Al tratarse de un sistema colectivo que reduce los costes de explotación en comparación con uno individual. En el mismo orden de cosas, el empleo de fuentes de calor como la bioenergía reduce los costes ligados a la dependencia energética de los mercados internacionales.
  • Propicia la transición hacia una economía circular enfocada en la disminución del impacto medioambiental de la producción de energía, así como a la reintegración de los residuos de actividades humanas. 
Actualizado a