Diferencia entre energías renovables y no renovables

Estar al tanto de las diferencias entre energías renovables y no renovables es un primer paso clave para buscar soluciones energéticas sostenibles y respetuosas con el medioambiente en tu día a día. La transición energética en los últimos años está dando paso a energías limpias, como la solar o la eólica.

En línea con lo mencionado, reducir la dependencia de los combustibles fósiles es una de las máximas en lo que se refiere a la transición energética de las ciudades, así como una prioridad de la Comisión Europea. 

En este artículo te vamos a explicar las principales diferencias entre ambas energías y su impacto en la lucha contra el cambio climático para que puedas tomar mejores decisiones sobre la energía que consumes y avanzar hacia un futuro mucho más sostenible.  

¿Qué son las energías renovables?

Las energías renovables son aquellas obtenidas de fuentes naturales que se renuevan de forma continua y no se agotan, como la radiación solar, el viento, el agua o el calor geotérmico. 

Además, cumplen un papel muy importante, por no decir clave, para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. 

Energías renovables y no renovables

Tipos de energías renovables

En los siguientes puntos hemos recopilado los tipos de energías renovables que existen y que te permiten ser más sostenible con el planeta.

Energía solar

Siendo la energía producida por el sol, se genera al aprovechar su radiación mediante placas solares que permiten generar electricidad o calor.

En definitiva, estos paneles capturan la luz del sol y la convierten en energía utilizable.

Energía eólica

Es la energía producida por el movimiento del aire para generar electricidad mediante el uso de aerogeneradores

Los dispositivos de energía eólica convierten la energía cinética del viento en energía eléctrica por medio de las palas del rotor que son impulsadas por la fuerza del aire.

Energía geotérmica

Es la energía derivada del calor interno de la Tierra y se obtiene al aprovechar el calor natural del subsuelo. 

La geotermia puede utilizarse directamente para la calefacción o para generar electricidad a través de plantas geotérmicas.

Energía hidroeléctrica

Para producir esta energía se aprovecha la energía cinética o potencial del agua en movimiento, como los embalses o ríos. 

Es habitual su uso para generar electricidad a través de turbinas hidráulicas que transforman la energía del agua en energía mecánica y después en energía eléctrica.

Energía oceánica

Aprovecha el potencial de los océanos, como la energía de las olas, las mareas o las corrientes marinas. 

Se utiliza en distintas tecnologías, como las boyas de energía undimotriz o las plantas mareomotrices, con el fin de convertir esta energía en electricidad.

Bioenergía

Este tipo de energía se obtiene a partir de la biomasa (materia orgánica de origen vegetal o animal) y puede incluir distintos materiales, como residuos agrícolas, forestales o desechos de origen animal.

Su uso es habitual para la combustión directa, con tal de generar calor o electricidad, o bien en procesos de producción de biogás.

¿Qué son las energías no renovables?

Las energías no renovables son aquellas que se encuentran en la naturaleza de forma limitada y no pueden regenerarse a una velocidad significativa en comparación con su consumo.

Esto sucede porque se forman a lo largo de millones de años a partir de procesos geológicos y biológicos, como el petróleo, el gas natural y el carbón.

Tipos de energías no renovables

Los siguientes tipos de energía destacan por sus reservas limitadas y se utilizan desde hace décadas, por lo que cada vez se buscan más alternativas:

Petróleo

El petróleo se extrae de rocas con acumulación de residuos animales y vegetales a lo largo de millones de años. 

Se utiliza principalmente como combustible para vehículos y maquinaria, así como para la fabricación de plástico y explosivos. 

No cabe duda de que es la energía más utilizada a nivel mundial y contribuye a las emisiones de CO2

Carbón

Es otro tipo de energía no renovable ampliamente utilizado a nivel mundial. 

Se genera a través de la fosilización de residuos orgánicos vegetales y es responsable de altos niveles de contaminación y emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. 

Los principales países detrás de su producción y consumo son China, India, Estados Unidos y Rusia.

Gas natural

Esta fuente de energía fósil se encuentra en yacimientos subterráneos con depósitos de petróleo. 

Al igual que la mayoría de energía no renovables, el gas natural también genera impactos ambientales negativos, sobre todo, debido a las emisiones de metano. Se produce en países como Irán, Rusia o Arabia Saudí.

Energía nuclear

Se genera mediante la fusión nuclear de átomos que implican la división de núcleos atómicos pesados, como el uranio o el plutonio, lo que libera una gran cantidad de energía en forma de calor. 

Además, es muy utilizado para generar vapor y accionar turbinas que producen electricidad. 

Ten en cuenta que aunque no emite gases de efecto invernadero, plantea preocupaciones debido a que sí genera residuos radiactivos.

¿En qué se diferencian las energías renovables y no renovables?

En las siguientes líneas, te explicamos más a detalle las diferencias entre las energías renovables y no renovables.

Reservas

Mientras las energías renovables tienen reservas prácticamente ilimitadas, dado que provienen de fuentes naturales que se regeneran continuamente como la radiación solar o el viento, las energías no renovables se basan en recursos limitados, como los combustibles fósiles, y se agotan con el tiempo.

Sostenibilidad

Las energías renovables son más sostenibles a largo plazo, dado que su uso no compromete los recursos naturales. 

Sin embargo, las energías no renovables no son sostenibles debido al agotamiento de los recursos e impactos ambientales a los que puede llevar su extracción y consumo excesivo.

Huella ecológica

La huella ecológica de las energías renovables es reducida si la comparamos con las energías no renovables. 

Lo decimos porque su generación no produce emisiones significativas de gases de efecto invernadero, lo que contribuye a mitigar el cambio climático. 

Por el contrario, las energías no renovables generan grandes cantidades de emisiones de CO2 y otros contaminantes, lo que contribuye al calentamiento global. 

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