¿Cómo combatir el frío en casa de forma sostenible y ahorrando?

Cómo combatir el frío en casa de forma sostenible al tiempo que ahorras es sencillo aunque, a priori, pueda parecerte algo terriblemente complicado. Controlar la humedad, reforzar el aislamiento o gestionar eficientemente la temperatura, son algunos consejos que funcionan. Otras opciones pasan por realizar una zonificación o colocar elementos térmicos en lugares estratégicos.

Si quieres profundizar en estas y otras recomendaciones para aunar sostenibilidad y ahorro, este artículo te interesa.

12 consejos sobre cómo combatir el frío en casa sosteniblemente

A través de 12 consejos queremos compartir contigo algunas ideas que te van a ayudar en tu personal batalla contra cómo combatir el frío en casa de forma efectiva y sin que económicamente suponga un roto en tu presupuesto mensual de gastos domésticos.

En invierno, ropa de casa calentita y suficiente

O lo que es lo mismo, en casa lo sostenible es que te abrigues lo suficiente y no que estés en manga corta con las ventanas abiertas.

Sabemos que este primer consejo parece una obviedad, pero es importante que no pretendas pasar el invierno en tu hogar con el mismo tipo de ropa que en verano.

En este orden de cosas, vístete por capas y céntrate en tejidos que mantengan el calor como la cachemira, la lana o la mezcla de lanas, el forro polar, la chenilla, la franela o el terciopelo.

Alimentarse bien también suma

Aunque parezca de perogrullo, la alimentación también es importante a la hora de combatir el frío de manera sostenible.

En invierno, refuerza tu ingesta de alimentos calóricos de absorción lenta como las legumbres.

Incluye, además, frutos secos, frutas ricas en vitamina C y pescados azules que cuentan con un importante aporte de vitamina D, de la que puedes carecer en las épocas en las que te expones menos a la radiación solar.

Igualmente, alíate con las infusiones de manzanilla, jengibre y canela, con bebidas como el chocolate caliente, o con la leche dorada cuya receta incluye cúrcuma.

No olvides los caldos y sopas, además de incorporar superalimentos a tu dieta como la maca por su alto aporte en minerales.

El ejercicio tonifica y calienta

Si permaneces mucho tiempo sin moverte en casa puedes aumentar la sensación de frío justamente por la falta de actividad del organismo.

Puedes solucionarlo haciendo algunos ejercicios sencillos como sentadillas, planchas, estiramientos, etc.

En la medida de lo posible, sal a pasear y toma el sol. Esta actividad favorece la circulación sanguínea y te ayuda a reforzar el sistema inmunológico.

La temperatura ideal sí existe

En invierno, de acuerdo con el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), la temperatura de confort se encuentra entre 21 y 23 ºC.

Aumentar esta temperatura puede ocasionar en el organismo estados febriles, dolor de cabeza o sequedad en las vías respiratorias, entre otras consecuencias que afectan a tu bienestar.

Alíate con los dispositivos inteligentes 

Puedes incorporar tu calefacción a un sistema de domótica que te permita controlar todos tus aparatos a distancia e incluso programar diferentes escenarios en función de tus necesidades para una gran eficiencia energética.

Para ahorrar en tu calefacción de gas puedes apoyarte en la instalación en cada uno de tus radiadores de aparatos tales como los cronotermostatos.

En tu calefacción eléctrica si los dispositivos no integran un termostato, puedes recurrir a enchufes inteligentes.

Asimismo, crear zonas con diferentes temperaturas, aplicando el proceso de zonificación, te permitirá aprovechar mucho mejor la energía que consumes.

El mantenimiento de los sistemas de calefacción, otra clave

Al igual que ocurre con cualquier otro aparato, los sistemas de calefacción deben contar con el mantenimiento oportuno para que su rendimiento sea el adecuado.

En caso contrario, por ejemplo si no purgas los radiadores cuando lo necesitan, o si no cambias los filtros sucios de una calefacción por conductos cuando debes, además de consumir más de lo necesario, puedes provocar averías costosas y sufrir consecuencias que pueden afectar a tu salud.

Control de la humedad para estar calentito

En invierno procura que tu vivienda cuente con una humedad entre 40 y 50 %. Por encima de esos valores la humedad afecta a tu sensación térmica y sentirás más frío del que realmente hace en tu vivienda.

Puedes instalar deshumidificadores en las zonas más húmedas, y procurar mantener una ventilación eficaz para renovar el aire y evitar condensaciones.

El aislamiento también calienta

El aislamiento térmico resulta uno de los factores esenciales para lograr la máxima eficiencia energética y el confort que necesitas en tu hogar.

Un aislamiento insuficiente provoca un mayor consumo de energía de la que deberías al propiciar que el calor de la casa salga al exterior y que entre el frío mediante lo que se conoce como puentes térmicos.

De modo que tenlo en cuenta y refuerza puertas, ventanas, paredes, tejados y suelos para evitar las fugas de energía, humedades y condensaciones.

Los elementos contra el frío ayudan

Cortinas, estores térmicos, persianas, alfombras son elementos que puedes instalar para reforzar precisamente el aislamiento de tu vivienda sin obras.

Además, podrás potenciar tu decoración con una gran cantidad de diseños que incorporan las últimas innovaciones en lo que respecta a materiales diseñados para conservar el calor.

Este es el caso de la fibra de vidrio y del screen, un tejido microperforado que deja pasar la luz, pero aisla tu vivienda del frío por lo que es considerado como un tejido inteligente para los estores. 

La decoración de tus paredes y techos da calor

Actualmente puedes encontrar en el mercado paneles de infinidad de estilos confeccionados con materiales para combatir el frío de manera sostenible.

Entre los materiales más comunes puedes encontrar virutas de madera, escayola, yeso laminado, lana mineral o de roca, entre otros muchos.

La luz del sol, una aliada que se desaprovecha

De día y cuando el sol incide en tu vivienda, toma la precaución de subir las persianas y abrir las cortinas o estores.

Esto permite que aproveches la energía solar para lograr mantener la temperatura de confort en invierno.

De igual manera, por la noche, realiza el movimiento contrario bajando las persianas y cerrando las cortinas.

El autoconsumo, una opción al alza

España es un país con alrededor de 300 días de sol, por lo que resulta un lugar privilegiado para aprovechar la energía solar con una instalación de autoconsumo fotovoltaico o térmico.

Gracias a este tipo de instalaciones puedes ahorrar en tu factura energética sin renunciar al confort térmico dentro de tu vivienda.

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