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Biocombustibles: qué son, tipos, ventajas y desventajas
Los biocombustibles son energías renovables que surgen como una gran apuesta en la lucha contra el cambio climático. Se obtienen de materia orgánica o de procesos biológicos, reduciendo de esta manera las emisiones de gases de efecto invernadero provocados por los combustibles fósiles derivados del petróleo.
Participan en el desarrollo de una economía circular al aprovechar los residuos de industrias como la agroalimentaria y forestal, o de la parte orgánica de los desechos del ser humano.
El biodiésel, el bioetanol, el biogás o el biohidrógeno son algunos de estos biocombustibles de los que te vamos a hablar en el siguiente contenido.
Dado que su empleo es ya una realidad que te va a afectar, permanece atento a qué son, qué tipos existen, así como a las ventajas y desventajas de estas fuentes de energía renovables.
¿Qué son los biocombustibles?
Los biocombustibles líquidos, gaseosos o sólidos se obtienen de materias primas orgánicas, tanto animales como vegetales procedentes de la silvicultura, la agricultura, la ganadería y de las industrias conectadas, así como de los residuos biodegradables del ser humano.
Se utilizan como fuentes de energía renovable en el sector del transporte, el industrial y el doméstico. El fomento de estos biocarburantes forma parte de un grupo de acciones estratégicas enfocadas a facilitar la transición energética hacia un mayor uso de energías renovables en detrimento de una energía más contaminante como puede ser la de los combustibles fósiles.
Esta dinámica ha sido plasmada en una serie de planes entre los que se encuentra el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). En este documento se estipula que en el año 2030 la cuota mínima de energía renovable en el sector del transporte debe ser del 28 %.
Existe una importante variedad de biocombustibles, algunos ejemplos son el bioetanol, el biogás o el hidrógeno.
¿Qué tipos de biocombustibles existen?
En cuanto a la clasificación de los biocombustibles puede que hayas oído hablar de las diferentes generaciones de bioenergía y que hacen referencia a la materia prima que se emplea para producirlos. Estas son:
- Primera generación. Se obtienen biocombustibles de cultivos agrícolas como el azúcar.
- Segunda generación. Se utilizan residuos de la industria agroalimentaria, forestal y también de la parte orgánica de los residuos urbanos.
- Tercera generación. Se consigue gracias al cultivo intensivo de especies de crecimiento rápido con un importante potencial energético.
- Cuarta generación. Se produce por la acción de bacterias modificadas. Su tecnología se encuentra en desarrollo.
De igual modo, estas energías renovables pueden organizarse de acuerdo con su forma de uso, esto es, si son gaseosos, líquidos o sólidos, como veremos a continuación.
Biocombustibles gaseosos
En lo que respecta a los biocombustibles gaseosos se les dan diferentes empleos como generar electricidad, movimiento o calor. En este grupo se encuentran:
- Biogás. Surge por la propia degradación natural de la materia orgánica. Los gases de la acción de los microorganismos anaeróbicos que participan en ese proceso son reproducidos en biodigestores que permiten extraer el gas resultante.
- Biometano. Se obtiene a través del biogás o de un proceso de metanación. Cuenta con una composición química parecida a la del gas natural por lo que se puede transportar en los mismos gasoductos.
- Biohidrógeno. Se trata de un hidrógeno que se produce por desechos orgánicos o de cultivo específico de algas, arqueas y bacterias.
Biocombustibles líquidos
Los biocombustibles líquidos se utilizan esencialmente en el sector del transporte como sustitutos del gasóleo y de la gasolina, participando de manera crucial en la reducción del uso de combustibles fósiles.
Así, en este tipo de biocarburantes puedes encontrar:
- Bioetanol. Se obtiene mediante un proceso de fermentación de los azúcares procedentes de la biomasa, más concretamente de cultivos como la remolacha azucarera, el maíz, la caña de azúcar o la colza, que va ganando terreno.
- Biodiésel. Se produce utilizando como materia prima la grasa animal y vegetal por un proceso que se conoce como transesterificación y que consiste en unir un ácido y un alcohol o un fenol para obtener un éster. Ofrece mejor estabilidad a la oxidación que el diésel. Puede utilizarse en motores de combustión interna puro o mezclado con diésel.
En lo referente al biodiésel, existe un biocombustible de algas. Estos organismos contienen un alto rendimiento de lípidos y un perfil de ácidos grasos. No obstante, es necesario un desarrollo en la tecnología de obtención de biocombustible por este medio para que sea rentable.
Biocombustibles sólidos
Los biocombustibles sólidos se destinan principalmente a la generación de pellets para sistemas de calefacción o a la generación de electricidad en centrales térmicas.
Se obtienen a partir de desechos como los residuos forestales, agrícolas y de la madera, entre otros.
Biocombustibles: ventajas y desventajas
Los biocombustibles proporcionan importantes ventajas para el cambio de paradigma energético, si bien es cierto que plantean algunos retos que deben ir solventándose para que su uso se extienda paulatinamente.
Ventajas estratégicas de los biocombustibles
Las ventajas más significativas que justifican que los biocombustibles se consideren un elemento fundamental de la descarbonización son las siguientes:
- Combaten el calentamiento global y el efecto invernadero.
- Impulsan la economía circular al reintroducir los residuos en la cadena de producción y mejora de los procesos.
- Se encuentran en consonancia con los objetivos europeos en lo que respecta a sostenibilidad, mejora de la calidad del aire y de la salud de las personas.
- Participan en la generación de empleos relacionados con la energía renovable.
- Minimiza la dependencia energética nacional de combustibles fósiles al abastecerse para su producción de materias primas locales o regionales.
- Consolida la continuidad de abastecimiento energético puesto que las materias primas son diversas y accesibles.
Desventajas de los biocombustibles
Entre los retos más importantes que se plantean, estos se centran en los cultivos cuyo objetivo único es el de servir de materia prima para estos biocombustibles.
Las desventajas que pueden darse si no se regula de manera adecuada son esencialmente 3:
- La necesidad de utilizar un bien escaso como el agua para regarlos.
- La deforestación que puede originar la expansión masiva de estos cultivos.
- La pérdida de biodiversidad en las zonas en las que proliferan.
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